La Voz de Asturias

La intrahistoria de la crisis del Sporting

Sporting 1905

David Acebal
José Alberto

Un fin de semana con el proyecto rojiblanco en el aire

26 Nov 2019. Actualizado a las 15:35 h.

Con el pitido final de Ávalos Barrera, comenzaba el desconcierto. La triste derrota del Real Sporting de Gijón ante el Tenerife abría paso a un intenso fin de semana de reflexión en el club rojiblanco, cerrado con la ratificación del técnico por parte de Miguel Torrecilla, máximo responsable de la dirección deportiva de la entidad. Un viaje plagado de cambios de rasante.

El gesto desencajado de José Alberto López en la sala de prensa de El Molinón presagiaba curvas. Al término de su intervención se ponía en marcha el gabinete de crisis en las oficinas del municipal gijonés. Reunidos el presidente, Javier Fernández; el consejero Fernando Losada y el director deportivo, Miguel Torrecilla. Sobre la mesa, una cuestión ineludible: la continuidad del técnico al frente del equipo. En la balanza, dos argumentos de peso. La penosa realidad de los resultados frente a la convicción en un proyecto de apego y sentimiento de pertenencia. La conversación, evitando tomar un acuerdo definitivo guiado por la calentura del bochornoso espectáculo vivido, se cerraba más de dos horas después del término del partido, con un aplazamiento de cualquier decisión y la necesidad consensuada de una profunda reflexión. Los tres abandonaban a paso ligero el estadio por el garaje, sin declaraciones.

La noche, larga para los protagonistas, dio paso a un sábado de incertidumbre. Mientras el equipo se entrenaba bajo las órdenes de José Alberto en Mareo, en la escuela de fútbol no hacía acto de presencia ninguno de los responsables de la entidad. Los contactos, desde primera hora, cruzaban líneas de comunicación entre los miembros del consejo. El diálogo con protagonismo principal para presidente y director deportivo viraba hacia el estudio de alternativas para el banquillo. Los nombres estaban sobre la mesa, los primeros contactos en marcha, la decisión final dependería de encontrar un candidato de consenso, con demostrada experiencia en situaciones similares, conocedor de la categoría y, a poder ser, que encajara en los parámetros económicos y de filosofía del proyecto. Un concepto de vital importancia en la decisión final. El verano marcaba una clara hoja de ruta, alejada del cortoplacismo.

Mientras tanto, el técnico trataba de aislarse a la espera de acontecimientos, esperando una comunicación del club que no llegaba, ni en un sentido ni en otro. La tormenta de nombres pasaba sin que ninguno de los candidatos terminara de calar. Las horas se consumían entre tanteos - Francisco-, acercamientos -Juan Ramón López Muñiz- y conversaciones varias. Llamadas entrantes en forma de ofrecimientos - Miroslav Djukic, Lluis Carreras ... - y salientes en busca de una señal que no terminaba por producirse. La decisión final quedaba aplazada, con luz verde para que Torrecilla se pudiera desplazar a conversar cara a cara con algún candidato y las tornas virando al inmovilismo. El domingo asomaba con el mayor de los silencios interno y un acuciante ruido externo, exagerado por momentos.

La mañana dominical seguía los mismos derroteros. Los teléfonos echando humo y el proyecto en entredicho. La lista de candidatos, en cuarto menguante, y el convencimiento de posponer una decisión drástica, en aumento. Con Torrecilla 'on tour', a media tarde, la resolución estaba tomada. Anduva recibiría a los rojiblancos con José Alberto al frente del equipo. El técnico, en su momento más debilitado, esperaba un mensaje que no terminaba de llegar, mientras pensaba en sacar partido a su séptima vida, la última otorgada por obra y gracia del proyecto del consenso, el sentimiento de pertenencia

Una nueva semana veía la luz. Mareo recibía el primer entrenamiento protegido de la barahúnda. El entrenador recibía el respaldo en las oficinas. "No hay ultimátum frente al Mirandés, no hay ninguna situación que haga dudar de José Alberto, es un proyecto en el que hubo un consenso social en verano, no solo deportivo". Torrecilla ponía voz a la firme convicción, esta semana, de que era el hombre ideal para sacar adelante la situación.


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