Un Sporting sin extremos por carencia y decisión

Cuestión de fondo a lo largo del verano, la ausencia de elementos para los extremos del Real Sporting de Gijón se ha visto acentuada con el transcurrir de las primeras jornadas del campeonato liguero. La citación de los rojiblancos de cara a rendir visita a la UD Las Palmas, confirma la tendencia inciada frente al Deportivo. José Alberto López ha conformado, una expedición con un único jugador de banda puro, Aitor García, afrontando la sexta cita del curso sin extremos por carencia, pero también por decisión.

El técnico asturiano asume la falta de efectivos que puedan actuar pegados a la línea de cal y busca recursos y planteamientos con los que compensar la situación. La ausencia en la convocatoria de Isma Cerro, Álvaro Traver o, incluso Neftali, apunta a que José Alberto buscaría dar continuidad al esquema del último duelo. Satisfecho con el rendimiento de los suyos, así lo ha reiterado en su comparecencia previa a poner rumbo a las islas, el guión del duelo del pasado fin de semana en El Molinón, con los matices necesarios, sería reutilizado en Las Palmas. Con una sesión de trabajo aún por delante, que tendrá lugar en las instalaciones de Barranco Seco, el ideario apunta a ser el de jugadores en las bandas con capacidad para la asociación y el juego combinativo, pero sin desborde y profundidad.

Un planteamiento, con Carmona en un costado y Manu García en el otro, alejado de la batalla en la medular pero con libertad total de movimientos, que otorga un mayor protagonismo ofensivo a los laterales, de ahí que Unai Medina, con más tendencia a sumarse a posiciones ofensivas, se hiciera con el lugar de Francisco Molinero.

Ante los hombres de Pepe Mel, sumidos en un complejo inicio de curso que les mantiene sin saborear un triunfo, la renuncia a los extremos dejaría por segunda semana consecutiva a Aitor García en el banquillo. El onubense, no ha logrado aprovechar sus titularidades, alejado de su versión más afilada y quedaría como un recurso para revolucionar el ataque en caso de necesidad, como ocurrió en la cita que abría la temporada frente al Girona.