La Voz de Asturias

La Pizarra: El estilo del nuevo Sporting

Sporting 1905

Alejandro Vigil Morán
José Alberto

Opinión sobre el Girona 1-1 Sporting

19 Aug 2019. Actualizado a las 23:19 h.

A pesar de que los expertos aseguran que el primer partido de la temporada es el último de la pretemporada, y que incluso no es hasta noviembre cuando se empiezan a ver las intenciones reales de un entrenador, Osasuna puede dar buena cuenta de ello, ayer se vio por momentos a un Sporting muy reconocible, como posteriormente comentaron con orgullo algunos jugadores como Babin, Javi Fuego o Nacho Méndez en el coliseo catalán.

El conjunto sportinguista saltó al estadio de un recién descendido con la intención de dominar los tiempos del encuentro y por momentos, especialmente en la primera parte, lo logró. En gran medida por su buena colocación sobre el verde y por sus intentos de sacar el balón jugado desde atrás, eso sí, a una velocidad y con una verticalidad suficiente como para sorprender al sistema defensivo rival. En ese sentido, los triángulos que fueron formando Javi Fuego, Manu García y Nacho Méndez con sus compañeros resultaron clave. Solo faltó un ápice de determinación en los metros finales para hacer más daño a un Girona que se vio sorprendido.

La colocación en fase ofensiva era cercana al 4-3-3 con un Javi Fuego más retrasado, mientras los laterales adelantaban metros y pisaban la línea de banda para aclarar los espacios de Manu y Nacho Méndez. En defensa, el sistema se fue pareciendo más a un 4-4-2 por las ayudas de Nacho en la presión de la salida rival junto a Djuka. Un engranaje defensivo no muy agresivo, ni en intensidad, ni a la hora de subir líneas, pero que sí puso en problemas al conjunto local, que hasta la segunda parte no fue capaz de sentirse cómodo en su estadio.

La propuesta inicial

Un año más, Diego Mariño comenzó bajo palos. El guardameta no estuvo muy acertado en los pases, pero sí muy atento a la hora de resultar un apoyo en la salida del cuero, donde este año impera, al menos de momento, el raseo del balón. En defensa se formó una línea compuesta por Molinero, Babin, Borja López y Damian, que cumplió en aspectos defensivos sin verse superada, atentos a los intentos de arrastre y de generar superioridades, mientras ofreció un notable salto en la creación. El argentino tuvo una participación ligeramente más ofensiva que la de Molinero, aunque sin ofrecer excesiva mordiente con sus llegadas desde segunda línea.

Por delante de la zaga se encontraba Javi Fuego, que a pesar de su perfil discreto, resultó clave, tanto por sus coberturas defensivas cuando el Sporting se desnudaba en ataque, como por su colocación para crear superioridades en la construcción y que hubiese mayores líneas seguras de pase. Mientras a su vera revoloteaban Manu García y Nacho Méndez, siendo el segundo el más acertado a la hora de hacer daño al rival, si bien es cierto que el primero dejó dos pases brillantes a la espalda de la defensa, dejando la sensación de que sus compañeros todavía se deben acostumbrar a ese tipo de lanzamientos poco esperados, y que tanto hacen sufrir a los rivales. El papel de ambos no fue brillante, pero su trabajo también fue importante para ver a un Sporting que renuncia a rifar el balón en largo, salvo por obligación.

En las bandas, José Alberto apostó por el centrocampismo de Carlos Carmona y las diagonales de Pablo Pérez, hombre de referencia cuando Mariño se veía obligado a lanzar en largo. El gijonés no estuvo nada cómodo cuando se veía pegado a la línea de cal, pero sí dejó pases interesantes cuando logró caer a la mediapunta, así como acumuló dos interesantes ocasiones de gol, una mejor resuelta que la otra, precisamente a pase del citado mallorquín, a los pocos minutos de comenzar el partido. Regresando a Carmona, estuvo acertado a la hora de buscar ventajas por combinación a la espalda de su carrilero, Mojica.

La referencia en punta fue Uros Djurdjevic, muy activo, como siempre, pero poco acertado a la hora de finalizar alguna buena jugada colectiva y en el uno contra uno, durante sus caídas a los flancos.

Los cambios

Medina por Manu García. La expulsión de Damian obligó al cuerpo técnico a quitar a un mediocampista y pasar a la banda izquierda a Molinero.

Aitor por Carmona. Su entrada le dio una mayor verticalidad a un Sporting que necesitaba sorprender al Girona a la contra. Revolucionó en cierto modo el partido cuando peor pintaba para los rojiblancos.

Álvaro por Djurdjevic. Cambio de hombre por hombre, para ofrecer piernas frescas y restar tiempo al reloj del partido.

Balón parado

En ataque se buscaron en alguna oportunidad elaboradas jugadas ensayadas que no cuajaron, pero se agradecen; mientras en defensa, el Girona sí creó algún problema con los centros al segundo palo, ante la aparición de un hombre llegando en solitario.

Nota al cuerpo técnico de José Alberto

Notable. Se ha visto un Sporting serio, que compite y gusta al aficionado, incluso lejos de El Molinón - Enrique Castro "Quini". Era lo que se pedía, más allá de opiniones personales y gustos sobre el once elegido. Se pudo ganar y también perder, pero las sensaciones son positivas y muchos aficionados ya tienen ganas de que llegue la segunda jornada, algo que no ocurría desde los tiempos del cuartero formado por Jony, Santos, Rubén García y Carmona.

Incluso se dio la cara con 10 jugadores, tratando de mantener el estilo, un aspecto muy repetido por los futbolistas al acabar el encuentro y que puede suponer los cimientos de una mayor confianza a la hora de hacer crecer el nuevo estilo. Por otra parte, los cambios fueron normales y correctos.


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