La Voz de Asturias

Análisis Sporting: Los sistemas de José Alberto

Sporting 1905

Daniel Souto
José Alberto

Artículo de opinión

22 Jan 2019. Actualizado a las 11:50 h.

Tras haber visto sobre el césped las dos principales alternativas de José Alberto en diferentes contextos y con distintos resultados, ya podemos esclarecer las ventajas y desventajas de las diversas opciones que contempla el asturiano.

Está claro que la apuesta del técnico baila entre el 4-4-2 y el 4-3-3 o 4-1-4-1 siendo más estrictos. Si bien, tras varias dudas con el primero de los dibujos y la consistente victoria ante un equipo de play-off como el Alcorcón con el segundo de ellos, parece que la apuesta por ese 4-1-4-1 puede tener mayor continuidad.

El sistema con dos puntas parecía perfecto para aprovechar la complementariedad que ofrecen dos jugadores con perfil tan distante como Djurdjevic y Blackman, corrigiendo uno de los mayores problemas de la época Baraja: la generación de fútbol ofensivo. Pero además parecía un sistema ideal para recuperar el equilibrio por fuera que con un planteamiento con extremos parecía que el Sporting perdía cuando tocaba defender. Sin embargo, la propuesta atrevida de José Alberto a partir de una presión alta terminó por resquebrajar al equipo, especialmente por el centro. Y es que si los dos puntas son fundamentales para ejercer dicha presión, estos no estaban bien coordinados, y al final todo derivaba en uno de los hombres del doble pivote saltando a achicar al poseedor de balón y dejando un espacio enorme a su espalda, desequilibrando ya todo el sistema. Algo que quedó patente -y de qué manera- ante el Zaragoza hace un par de jornadas, lo que supuso el último duelo con dicho esquema hasta el momento.

Que el 4-4-2 funcionase especialmente ante un Mallorca al que las bandas rojiblancas descosieron solo deja entrever que es un sistema del que José Alberto podrá aprovecharse en según qué contextos le planteen los rivales que tenga delante. Sin embargo, tanto en Albacete como ante el Alcorcón, el asturiano volvió a apostar por el sistema más habitual desde que se hizo cargo del equipo. Lo cierto es que con este dibujo el Sporting consigue corregir ese desequilibrio interior que tan alta factura pasaba cuando alineaba un doble pivote. Y aunque no le permita ejecutar en igualdad numérica una presión elevada como quiere el técnico desde la delantera, el equipo sigue pudiendo asentar su bloque tan alto como José Alberto pretende, lo que permite a los gijoneses atacar a menos distancia de la meta rival.

Y es que el dato deja claro que la producción ofensiva del Sporting no se reduce con el 4-1-4-1: en todos los encuentros de liga de la etapa José Alberto con ese sistema el cuadro rojiblanco disparó más a la meta contraria que su rival. Opuestos registros obtiene con el 4-4-2, donde es más vulnerable atrás como veníamos comentando y aun así, por recuperar más lejos del área rival, no compensa esto con una mayor producción ofensiva, generando menos peligro a pesar de acumular más hombres por delante del balón.

Los números y las sensaciones apoyan que la apuesta de José Alberto siga por la línea del 4-1-4-1, pero está claro que la opción del 4-4-2 no debe descartarse ante equipos que puedan sufrir para defender ante dos puntas como ya ocurriera con el Mallorca. Será labor del técnico saber leer las necesidades de su equipo en base a las debilidades del rival, y es que no hay nada mejor que tener esa flexibilidad táctica que permita ser menos previsible y más adaptable a los diferentes contextos. Si el Sporting es capaz de aprovechar lo mejor de cada sistema siempre bajo la mentalidad ofensiva de José Alberto, el espectáculo estará servido.


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