Crónica: Este Sporting tiene palabra

Afrontaba el Sporting un partido de esos difíciles de jugar; no tanto por el rival, colista, sino por culminar con victoria una de las semanas más duras de su historia. No brilló el equipo de Baraja pero sí demostró que son gente de palabra: victoria, tres puntos, y el mejor de los homenajes posibles a Quini.

Un estadio desangelado

El José Ramón Cisneros Palacios, campo del filial hispalense, estaba vacío, desangelado. Perfecto símil de la semana rojiblanca. Saltaron los alumnos del Pipo con el objetivo de homenajear a la leyenda de El Brujo con una victoria de trascendencia capital por la posibilidad de regresar, tras demasiado tiempo, a puestos de playoff. Contagió el silencio al inicio rojiblanco; algo apagados, sin la mordiente que exhibe en El Molinón.

El primer tercio del partido tenía tintes lorquistas. El Sevilla Atlético, como el equipo murciano, también es amigo. Agazapados en su área, bajo el brazo protector de la teoría de la nada, y con el objetivo, que hace quince días tuvo el Lorca, de esperar a eso: a que pase el tiempo. Se encontró, de nuevo, el equipo del Pipo siendo el arquitecto único del partido. Es decir, que pase lo que pase, lo bueno y lo no tan bueno, sería a partir de algo generado por el equipo rojiblanco.

Como en el encuentro de Lorca, y dejo ya el símil, el equipo asturiano tuvo una ocasión clara; allí  fue penalti y hoy Calavera, tras perfecta asistencia de Carlitos, encontró a Rubén García ante el gol. El valenciano, no sin intriga, empujó el homenaje colectivo a Quini para encontrar la red. Ahí el firme silencio del teatro hispalense celebró, aunque fuera un segundo, mirando al cielo. Seguro que desde ahí arriba se pudo escuchar un gol y un gracias. 

 Nano Mesa, movilidad permanente

El gol fue un paraguas ante la necesidad. El Sporting se protegió, minimizó riesgos y se atechó para protegerse. Se trató, quizás en exceso, de matar el partido cuando todavía faltaba la mitad. Uno de los más activos estaba siendo Alexander Mesa Travieso. El canario maneja el mismo idioma que Santos: es un ataca espacios. Aporta mucha movilidad pero es una virtud a medias; todo lo que ofrece en sus continuas caídas a banda queda vacío en el espacio del nueve, dejando al equipo sin presencia en el área.

 Hernán Santana por Rubén 

A pesar del encuentro con el gol, el equipo de Baraja sigue algo colapsado a domicilio. Bien plantado desde atrás, con las líneas juntas, carece de fluidez para encontrar vías de peligro. Cuando llegaba la versión más light, y el peligro era evidente, Rubén Baraja volvió a repetir fórmula: trivote y adiós a Rubén García. El valenciano, autor del gol, siempre tiene techo. Y no le salió mal del todo. Santana siempre fue un incordio, apareciendo sin avisar desde atrás.

Pablo y Viguera

La necesidad convenció al Sporting de que lo mejor era seguir igual. Y trató, sin excesivo brillo pero con cierto éxito, dejar de salir en ataque para conectar siempre con la puerta de atrás. No había contras, solo pases al centro y estos, de nuevo, a la defensa. Incluso, Curro, el mejor jugador del Sevilla Atlético, pudo empatar en una desconexión del plan. Baraja entendió que no era el día para obras de museo. Se marchaban dos elementos ofensivos, Jony y Nano Mesa; saltaban al verde Pablo y Viguera. No pudo el extremo de Narcea brillar en Sevilla. Tuvo, incluso, Mariño que alzar sus alas por encima de todos para tocar el cielo y dar el mejor homenaje posible a la leyenda de El Brujo. 

Alineaciones

Real Sporting de Gijón: Mariño; Calavera, Álex, Barba, Canella; Sergio, Bergantiños; Carmona, Rubén (H. Santana min 65), Jony; y Nano Mesa (Pablo Pérez min 76)

 Sevilla Atlético: Ondoa, Felipe, Mariano, David, Cristian (Pepe Meana min 72), Aburjania, Lara (M. Martín min 58), San Emeterio, Curro, Eteki, Marc Gual

Goles: 1-0 Rubén García (min 31)