Julio Alberto: «Me encantaría poder trabajar en el fútbol asturiano»
Sporting 1905
Julio Alberto se sincera en una conversación con La Voz de Asturias sobre política y fútbol. El ex jugador del Barça afirma que regresa a su tierra porque «mi tiempo en Cataluña se ha acabado»
20 Dec 2017. Actualizado a las 01:28 h.
Jornada de reflexión en Cataluña. Han sido tiempos complicados en la comunidad con una huida hacia adelante fruto de la deriva soberanista. La política se ha extendido por todos los sectores y el futbolístico no ha sido ajeno al mismo. En algunos casos porque los propios clubes han querido luchar por una causa que sobrepasa lo legal y también lo real. En este grupo se incluye el Barça aunque algunos han dicho basta. Han levantado la mano y dicen que no comulgan con ruedas de molino. En este grupo podemos incluir a Julio Alberto, aquel futbolista elegante que hizo las delicias de los aficionados culés en los años 80 y principios de los 90.
A sus 59 años no comulga con la actual directiva del Fútbol Club Barcelona y cree que es el momento de mover ficha. De forma tranquila explica que «no podía quedarme mirando y ver cómo seguimos haciendo política desde un escenario equivocado, un equipo de fútbol». Y para ello se basa en una frase del décimo sexto presidente de EEUU. «Abraham Lincoln dijo al profesor de su hijo: enséñale a ignorar las multitudes que claman sangre y a luchar solo contra todo el mundo si piensa que es justo».
La personalidad que tenía como futbolista la sigue manteniendo y considera que ha dicho «lo que muchísima gente pensaba y no se atrevía a decir». La deriva le ha hecho tomar una decisión: deja Cataluña para volver a Asturias. «Mi tiempo se ha acabado. He sido muy feliz y la gente me ha tratado muy bien pero las cosas han cambiado. Es el momento de volver a casa». Julio Alberto es un tipo humilde y eso se nota en sus deseos. «Tengo dos infartos y lo que me queda no quiero vivir con miedo. Mi deseo es estar con mi mujer y mi pastor alemán en el campo. Disfrutar de una sidra y una fabada de vez en cuando y reírme con los amigos». Hacia lo que ha hecho este Barça con la cuestión política mira con una mezcla de enfado y tristeza aunque también añade una conclusión. «Es muy difícil que ésta herida se cierre y tardara muchísimo tiempo en olvidarse, porque la fractura social en el club es un hecho. Lo digo incluso más allá de que el actual presidente siga o no. Es decir, el poso hacia la animadversión queda en el fondo».
Proyectos
Julio Alberto observa el futuro en el fútbol con esperanza y se plantea futuros proyectos. «Me encantaría poder trabajar en el Sporting, el Oviedo o algún equipo en Asturias». Se encuentra «ilusionado» y, pese a la distancia, no ha perdido de vista el fútbol regional. «Tiene un nivel muy alto. Quizá le faltan algunos detalles de avance tecnológico a los equipos para mejorar sus rendimientos, cuestión puntera hoy en día pero por lo demás los veo muy bien con el optimismo y las ganas de siempre» apunta el ex lateral al que muchos recuerdan escabulléndose como una centella de sus rivales.
Trece temporadas en la alta competición dan para mucho, también para altibajos pero el ex jugador es un ejemplo de superación. «Lo importante no es el número de veces que caes, sino las que te levantas con toda la fuerza del mundo». Y eso es lo que ha hecho. Igual que lo hizo, en otras circunstancias, su amigo Quini, de quien asegura que «personifica, sin duda alguna, los valores que necesita el fútbol». Julio Alberto y Enrique Castro compartieron vestuario en el Barça en los años 80. «Para mí es un referente en la vida porque es una persona maravillosa y única a la que tengo admiración». No es la única conexión rojiblanca de Julio Alberto. También otros grandes jugadores como el central Mino. «Guardo relación con algunos de ellos y siempre es una alegría volver a verlos».
El recorrido vital de Julio Alberto rebosa ilusión y experiencia. «Me saqué el título de entrenador con Pep Guardiola, Luis Enrique, etc. Además tengo además varios Masters en Marketing y gestión deportiva. Me encantaría poder incorporarme a un equipo de trabajo y aportar toda la experiencia profesional y personal que tengo». Ha sido un ejemplo al alzar la voz contra el independentismo que abraza el Barça. Quizá en no mucho tiempo lo podamos volver a ver con un balón. Tiempo al tiempo.