Las notas: La duda mayúscula

Más preguntas que respuestas. Algunas, incluso, nuevas. Paco Herrera perdió a Sergio Álvarez, talismán, y sin él se cayó la idea inicial. La ausencia del pulmón avilesino generó una sensación de debilidad generalizada y Herrera, que asumió que no existe sustituto al uso, trató de cambiar, en reiteradas ocasiones, el discurso del equipo. ¿El problema? Pues la misma respuesta a la solución: los cambios. Tanto cambio dejó al equipo sin identidad.

Los jugadores, en fase decreciente, realizaron un partido sombrío. Difícil de ensalzar una actuación por encima de la media. Solo Mariño, que es una sorpresa caída del cielo, volvió a lucir entre actuaciones irregulares.

La defensa: A peor

Mariño 9.5: No se le puede pedir más. O igual sí: superarse a si mismo. Que, tal como están las cosas, es difícil.

Calavera 6: Jordi volvió a su versión más habitual: bien en ataque, con premio, y mal en defensa. Ya parece una constante

Fede Barba 5: Está mal y se nota mucho.

Álex Pérez 5: Lleva una racha preocupante.

Canella 5: Sin más. Ha perdido su nivel inicial.

Centro del campo: No existió

Bergantiños 7: Se mató a luchar por todos pero estaba solo.

Moi Gómez 4: Ya no se espera mucho más. Pitado.

Isma López 5: Jugó de todo y compitió pero sin brillo.

Rubén García 5: Su peor partido. Está regular.

Los delanteros: Sin conexión

Michael Santos 4: Su peor partido en Gijón. Muy fallón. Siempre se vacía.

Stefan Scepovic 6: El gol y una ocasión que son dos puntos.

Los cambios: No cambiaron nada

Pablo Pérez 5: Cumplió sin más. Debe dar más.

Carmona - : No apareció

Rachid -:  Sin tiempo.