Gálvez explica por qué rechazó la oferta del Sporting
Sporting 1905
Entrevista de La Voz de Asturias al ex jugador del Real Sporting de Gijón, ahora en el Eibar
14 Jan 2017. Actualizado a las 02:01 h.
Alejandro Gálvez (Granada, 1989) es un hombre feliz. Tras su paso por Alemania esta temporada ha retornado a la liga española de la mano de la Sociedad Deportiva Eibar. En sus palabras denota cariño hacia el Sporting y lo que supone el sentimiento rojjiblanco. Una etapa de la que ya han pasado casi cinco años pero que el granadino no olvida. Gálvez se sincera sobre los verdaderos motivos de su salida y no se esconde al asegurar que si en verano le hubieran llamado no descartaba volver a vestir la rojiblanca. Esa llamada nunca llegó. Mañana estará en el lado visitante.
-Este verano cambió de aires fichando por el Eibar hasta 2019. Ha jugado 9 partidos, 8 de titular ¿Satisfecho?
-Por un lado si porque los partidos que he jugado he estado al nivel que el club me ha exigido y por otro un poco podido porque estaba en una racha muy buena y acabe lesionándome al final del partido ante la Real Sociedad. Eso a veces conlleva perder la titularidad como en este caso. Sigo trabajando como siempre para recuperar el puesto y aprovecho los minutos de Copa del Rey con algún partido de liga como Alavés y Leganés. Estoy con muchas ganas de seguir trabajando y demostrando que puedo estar en el once como hice durante el inicio de la temporada.
-El domingo puede regresar al Molinón... ¿sensación especial?
-Si hombre por supuesto. Ya la tuve en el partido de Copa del Rey aunque sí que es cierto que no tuve mucha suerte por el tema de la tarjeta de Copa con el Rayo Vallecano que al parecer si la cumplí con el Werder Bremen. Espero que sea una ocasión bonita para disfrutar del Molinón, de mi ex equipo y de mi actual equipo.
-¿Le quedan compañeros de aquel vestuario?
-Nacho Cases, Sergio Álvarez, Pichu Cuéllar, Lora o Canella. También hay compañeros como Diego Mariño con quien coincidí en Villarreal. Tengo buena relación con todos ellos. Y el Pitu que en aquella época fue el segundo de Javier Clemente. Una magnífica relación también con el cuerpo técnico, utilleros y demás.
-En el año 2012 se constata el fracaso del proyecto con el descenso a Segunda División. El club comunica que usted no va a continuar con una nota escueta donde se señalaba que no habían alcanzado un acuerdo y nada más. ¿Qué sucedió?
-Jugué aproximadamente 12 partidos, estaba con contrato del filial y mi pensamiento era seguir jugando en el primer equipo, tener minutos en Segunda División. Obviamente exigimos unas cantidades muy normales para la categoría en la que iba a estar el Sporting que por desgracia era la Segunda. Exigimos como cualquier otro lo hubiera hecho y no se llegó a un acuerdo. Entonces se presentó la oferta del Rayo Vallecano y no fue por pesetero. La gente puede pensar lo que quiera pero también hay que respetar las decisiones de cada uno. No estaba pidiendo nada fuera de lo normal. Realmente creo que no me valoraron, no por lo que hice sino por una serie de motivos que no los creían convenientes. Nosotros les dijimos que perfecto y que no pasaba nada. Son cosas del fútbol y más agradecido al Sporting de Gijón no puedo estar obviamente. Vengo de ahí, mi oportunidad me la dieron en Mareo con dos años en el filial y más orgulloso no puedo estar de haber pertenecido a esa cantera.
-Extraigo de sus palabras cierto dolor. Dice que hubiera estado dispuesto a jugar en Segunda.
-Por supuesto que sí. No me cabe la menor duda. Me sentía de la casa, llevaba dos años y quería quedarme allí porque estaba feliz. Nosotros pusimos de nuestra parte sin saber que el Rayo Vallecano estaba ahí, no teníamos nada. De hecho llegué tarde a la pretemporada porque no sabía nada de ningún equipo. Se exigieron unas cantidades normales y el club estaba prácticamente en las mismas que en el filial. No lo creímos conveniente y me da mucha pena porque hubiera sido una gozada estar en Segunda División con el Sporting. Hablo desde la pena pero estoy muy orgulloso de haber pasado por allí.
-Es decir, a usted el Sporting le ofrecía jugar en el primer equipo pero con las condiciones económicas del filial.
-No lo quería decir así pero sí, correcto. Realmente no lo creía conveniente y uno necesita avanzar. Cualquiera en mi situación hubiera exigido algo más de lo que realmente me ofrecieron. Necesitaba jugar, lo quería hacer en el Sporting y no pudo ser. En el Rayo me ofrecieron la posibilidad de jugar en Primera. No miraba lo económico porque se necesitaban minutos pero sí que es cierto que después de dos años en el Sporting y sintiéndote como quien dice de la casa a lo mejor puedes exigir un poquito más. El Rayo me dio la oportunidad y decidí aceptarlo. Esos fueron los motivos por los que me marché.
-Debutó con Preciado en Primera y se hizo un fijo con Clemente. En aquel cuerpo técnico estaba el hoy entrenador Abelardo. ¿Cómo ve su situación actual?
-No considero ni muchísimo menos que el Pitu Abelardo tenga la culpa. Aquí nadie tiene la culpa de que el Sporting esté pasando por esta situación. Tiene jugadores magníficos, gente que suda la camiseta, suda el escudo por esa ciudad. Es un equipo que todavía puede sacar puntos porque son muy fuertes en casa. Si es cierto que están en una situación complicada pero son gente que nunca han bajado los brazos y han sabido sufrir. Es lo que les toca por desgracia y espero que lleguen a buen puerto a final de temporada
-Después de Gijón se fue al Rayo y luego el salto a Alemania con el Werder Bremen. ¿Qué tal fue la aventura germana?
-Estoy muy orgulloso de haber pasado por la Bundesliga y un equipo histórico como el Werder. Sí que es cierto que no han sido unos años muy buenos para el club porque antes habían sido campeones de Liga, Copa, estaban jugando Champions y llevaban tres cuatro años consecutivos en mitad de tabla. El primer año quedamos octavos pero en el segundo nos salvamos al final en el último partido porque no tuvimos una campaña muy regular. Una experiencia magnifica, es maravilloso jugar en otra liga como la Bundesliga y muy contento de haber pasado por ese club.
-Ya había mostrado su deseo de volver a la liga española. En verano época de rumores y cientos de nombres ¿Le hubiera gustado volver a vestir la rojiblanca o era un opción descartada?
Después de irme nunca me han vuelto a llamar planteándome la vuelta al Sporting pero si me lo hubieran planteado como la Sociedad Deportiva Eibar se hubiese visto, valorado, hablado entre club y representante… Yo en un sitio donde he estado muy agusto, donde se cómo puedo vivir, disfrutar de la gente, del equipo, del entorno, de la ciudad… Quién sabe si el club hubiese mostrado interés por mí por supuesto que podía haber dado un paso hacia adelante.
-La situación del Sporting ¿es un hándicap para ustedes? Lo digo por el ambiente que van a vivir el domingo.
-Todavía lo hablábamos hoy (por ayer). Sabemos la que nos espera en El Molinón, campo espectacular con una afición increíble. Va a ser una caldera porque conocemos a la grada del Sporting. Para nosotros, en realidad, es una motivación. Hemos hecho historia, estamos muy motivados con la Copa y en la Liga estamos teniendo una situación agradable recompensa del trabajo realizado. Jugar en un estadio como El Molinón va a ser muy motivador con lo cual nos va a dar mucha adrenalina para salir a hacer un buen partido.
-¿Dónde está el peligro de los rojiblancos?
-En el grupo en general. El Sporting tiene peligro desde atrás hasta el último delantero. No tenemos algo estudiado en medio campo, banda o un jugador en concreto. Sabemos que es buen equipo, en casa difícil de ganar y tenemos que hacer nuestro partido e intentar sacar los tres puntos. Va a ser complicado pero nosotros también los necesitamos.
-Complicado pero parece que les tienen tomada la medida a tenor de los dos partidos disputados.
-La verdad es que si. Les tomamos la medida en la Copa y eso para nosotros es un plus. Saber cómo le podemos jugar al rival y vamos con la confianza de saber hacerlo.
-Y ustedes donde tienen el techo porque vaya año…
-Ese es el problema de la Sociedad Deportiva Eibar, no tenemos techo para mirar hacia arriba. Lo nuestro es mirar hacia adelante, trabajar día a día y demostrar el fin de semana que el trabajo de la semana tiene recompensa. No nos ponemos límites. Hay que hacer las cosas que nos exige el míster y a partir de ahí ya vendrán los resultados.