Asturianiza el kebab y ahora la receta es todo un éxito: «Los fines de semana se forman largas colas»
La Voz de Oviedo
El iraní Arian Moghaddam elabora este famoso plato de origen turco con ternera cien por cien asturiana. Demuestra así que la comida rápida no tiene porque ser de mala calidad
05 Dec 2024. Actualizado a las 09:32 h.
Regentaba una cafetería en su ciudad natal y no le iba nada mal pero como lo de ser autónomo no resulta nada fácil, decidió trabajar por cuenta ajena y emplearse en una fábrica cárnica. El sueldo que tenía le daba para vivir pero sabía que si quería tener un futuro mejor lo único que podía hacer era abandonar su país, Irán. Y así hizo. Arian Moghaddam preparó las maletas y puso con 25 años rumbo a España, dejando atrás todo. Aterrizó en Madrid, donde lo recibió Cruz Roja y le proporcionó una vivienda en Asturias, con el requisito de que tenía que formarse.
Nunca antes el joven iraní había escuchado hablar de nuestra comunidad, pero en el momento que puso un pie en suelo asturiano sintió como si estuviera en su propia casa. El clima y el paisaje, asegura, le recuerdan mucho a su tierra de origen. Una vez asentado en la región, hizo un curso de cocina, que le permitió trabajar en diferentes restaurantes de la región. Con el tiempo y tras contar con cierta experiencia entre los fogones decidió asturianizar la receta de los bocatas árabes tan típicos.
«Aquí en Asturias hay muy buena carne y era una pena que no se utilizase para preparar kebabs», dice Arian, quien vio así la oportunidad de montar su propio negocio para elaborar este famoso plato de origen turco con ternera asturiana. «Sé que aquí la gente come muy bien y ya tiene sus comidas como, por ejemplo, la fabada o el cachopo pero esto en verdad es algo completamente diferente. Además, en ningún otro sitio lo sirven», asegura a sus 33 años.
Como tenía bien clara la idea de su negocio se puso a buscar un local en el que pudiese cocinar y servir sus propios kebabs de ternera asturiana o de pollo. Tras una intensa búsqueda encontró un bajo en la calle González Besada de Oviedo que cumplía con todos sus requisitos. Después de realizar los trámites pertinentes y meterle un buen fregado a las instalaciones, el iraní abrió hace ya tres años las puertas de este informal restaurante que se ha convertido en todo en referente en cuanto a elaboraciones de döner se refiere.
Cuando empezó esta aventura lo hizo con ilusión, pero también con cierto miedo porque no sabía si iba a conseguir agradar los paladares de los asturianos. Al principio vendía muy pocos kebabs. «Para que te hagas una idea solo compraba unos cuatro o cinco kilos de carne de ternera asturiana al día», detalla. Como casi tenía más gastos que ingresos, «hubo días que pensé en cerrar el local». Pero, gracias al boca a boca y la presencia en redes sociales, el número de clientes fue creciendo poco a poco.
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Ahora Arian ya cuenta con una sólida clientela. A su restaurante que simula ser la plaza de un pueblo y cuenta con billar y futbolín no solo acude gente de Oviedo sino también de toda Asturias. «Vienen muchas personas de Gijón, de Avilés...», asegura antes de señalar que hasta individuos de fuera de nuestras fronteras se dejan caer por el local para probar y disfrutar de estos deliciosos bocadillos turcos. «Ya vinieron desde Galicia y hasta de Bilbao», resalta orgulloso.
Pero, ¿dónde está realmente el secreto de tanto éxito? Pues en la excelencia de su comida. El iraní solo se sirve de ingredientes frescos y de la mayor calidad posible. «Todos los días compro las verduras, la carne de ternera asturiana y el pollo», asegura. Además, realiza a mano cada uno de los pasos a seguir para elaborar los diferentes dürüms o kebabs, garantizando así la excepcionalidad de cada bocado.
«Preparo yo mismo todos los días cada uno de los rollos de carne. Primero corto la ternera o el pollo, lo marino y después ya lo monto. Me lleva como unas tres horas hacerlos», precisa. También cada una de las salsas que utiliza para aderezar los diversos platos son «cien por cien» caseras. «Hay gente que hasta viene solo para comprar la salsa porque dice que está muy buena», apunta con satisfacción.
Gracias a su saber hacer, Arian tiene que colgar todos los días el cartel de «agotadas las existencias». Y es que en el momento que termina el producto fresco cierra el local hasta el día siguiente. Es por este motivo que este local ovetense los fines de semana «se hacen largas colas» de gente que desea disfrutar de un buen kebab, ya bien sea para comer en el propio establecimiento o donde uno quiera, dado que lo preparan también para llevar.
«Mucha gente tiene hasta que esperar fuera», asegura y señala que al principio compraba cada día «cuatro o cinco kilos» de carne pero ahora ya se tiene que hacer con aproximadamente 15. «Y el fin de semana estoy preparando casi 25 kilos, solo de ternera asturiana», resalta. En este punto aprovecha para recordar «que el rollo es fresco, no lleva preparado desde hace días, entonces, al igual que una barbacoa, la carne necesita tiempo para hacerse», por eso puede demorarse un poco el tiempo de espera.
Así es como este joven iraní de 33 años demuestra que la comida rápida no tiene por qué ser de mala calidad. «Esta carne que utilizo es la misma que utilizan para hacer hamburguesas gourmet», asegura. De ahí que el precio sea mayor que un kebab convencional porque, al final, lo que se paga es la excelencia del bocado. Estos tienen un valor medio de diez euros y por un euro más cabe la posibilidad de aumentar el tamaño del emparedado hasta la XL.
Más allá del döner
Aparte de preparar dürüms y kebabs, en este informal restaurante de Oviedo sirven también patatas fritas, alitas y nuggets de pollo. Cocinan además diversos platos de carne y hasta falafel, una especie de croquetas pero hechas a partir de garbanzos. Y en un futuro no muy lejano esperan poder incorporar a la carta döners de pavo y de cerdo. Aumentarán también la oferta con platos típicos de la gastronomía persa, puesto que el sueño de Arian es convertir el local en un restaurante de comida iraní.
«En ciudades grandes como Madrid o Barcelona hay restaurantes iraníes pero aquí, en Asturias, que yo sepa no hay ninguno», dice el joven persa, quien ya está un poco más cerca de cumplir su sueño. De hacer realidad su anhelo aumentará la oferta hostelera de Oviedo, que por el momento no deja de crecer.