El poder sanador de los caballos: así es la terapia equina que brinda bienestar a los pacientes en Oviedo
La Voz de Oviedo

La asociación Equitación Positiva realiza sesiones con estos animales para mejorar la calidad de vida de aquellas personas con alguna discapacidad física o psíquica. Tales son los beneficios que reporta esta terapia alternativa que tienen ya lista de espera
09 Jun 2024. Actualizado a las 05:00 h.
En un mundo en el que la investigación médica va poco a poco dando pasos firmes para avanzar en la búsqueda hacia las soluciones, las terapias alternativas se convierten en la opción de aquellas personas que consideran que sus enfermedades por el momento no pueden curarse con los tratamientos tradicionales. Una de estas medicinas complementarias que cada vez gana más adeptos es la equinoterapia. En Asturias son ya cientos los individuos con algún tipo de discapacidad que se favorecen de los «numerosos beneficios» de esta actividad terapéutica que se basa en la interacción con los caballos.
Una de las entidades asturianas que se encarga de realizar este tipo de terapias en las que los equinos son los principales protagonistas es Equitación Positiva. Fundada hace 21 años de la mano de padres, madres y demás familia de pacientes con alguna discapacidad física o cognitiva, esta asociación sin ánimo de lucro ayuda a mejorar la salud y el estado emocional de adultos y niños con algún problema psíquico o motor gracias al poder sanador de los caballos.
Haciendo uso de las técnicas de equitación y el resto de prácticas ecuestres, el equipo multidisciplinar que está al frente de estos tratamientos busca rehabilitar, integrar e impulsar el desarrollo físico, social, mental y emocional de las «casi 100» personas que acuden semanalmente a las instalaciones del centro ecuestre de El Asturcón, en Oviedo, para beneficiarse de las ventajas de esta terapia alternativa.

Al montar a caballo, ya bien sea solos o en compañía, los pacientes no solo ganan tono muscular sino que aprenden a mantener el equilibrio y a tener el cuerpo enderezado. «El movimiento del propio equino es de rotación (hacia delante, hacia atrás y con la grupa) y similar a la marcha humana por lo que a nivel físico transmite todos esos beneficios a la persona», asegura Odón Coto. En cuanto a las ventajas que reporta la equinoterapia a nivel cognitivo, el fisioterapeuta de la entidad señala que el hecho de estar en contacto con los animales y la naturaleza las personas que se sienten más relajadas y emocionalmente plenas, dado que suelen estar más felices.
Cada una de las sesiones que se llevan a cabo duran 50 minutos y son completamente personalizadas. Antes de tratar a un niño o a un adulto hacen una entrevista inicial y dependiendo del perfil de su discapacidad es atendido por un profesional u otro. Aquellos que sufren autismo, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, tienen altas capacidades o problemas de conducta son asistidos por el logopeda, psicólogo y pedagoga, mientras que si tienen una parálisis cerebral, padecen esclerosis o han sufrido por ejemplo un ictus son tratados por el fisioterapeuta y el terapeuta ocupacional.
En función de las necesidades del usuario, los diferentes profesionales sanitarios adaptan la terapia que se realiza en un espacio completamente natural y al aire libre a las diversas circunstancias. «Si por ejemplo tengo un paciente con parálisis cerebral y por tanto va en silla de ruedas lo que hago es destinar la primera parte de la sesión a estirar bien la musculatura para que a la hora de montar a caballo, que es ya la segunda parte, esa acción no sea lesiva sino beneficiosa», detalla el fisioterapeuta que al igual que sus compañeros centra siempre sus esfuerzos en «preparar bien» al usuario antes de que se convierta en jinete.
En el caso de un paciente con autismo de grado tres, es decir, que no tenga comunicación antes de que se suba a lomos de un caballo lo que hacen es trabajar previamente con él la lectoescritura. «Escribimos por ejemplo las letras con el dedo en el caballo porque ese estímulo es además diferente», aseguran. De igual modo, si hay algún usuario que ha perdido movilidad en la mano izquierda para recuperar en cierta medida esa habilidad lo que debe hacer antes de montar a caballo es cepillar al equino con una rasqueta.
En Equitación Positiva trabajan así las «mismas habilidades» que intentarían desarrollar en una sala pero, en este caso, como las tareas están enfocadas para ser realizadas con el caballo el beneficio es aún mayor dado que el paciente se siente también motivado. «Es la única diferente que puedes encontrar porque el trabajo y los profesionales somos los mismos que en una consulta», asegura Odón.
Para poder llevar a cabo estas terapias, la asociación cuenta con un total de nueve caballos que están «completamente» entrenados para mejorar la calidad de vida de las personas que tienen una discapacidad. «Están preparados para cualquier situación. Si ven una silla de ruedas no se atemorizan, entran en la rampa para que pueda montar el crío sin ningún tipo problema, están acostumbrados ya a los ruidos y por tanto se asustan menos de lo habitual...», señala el fisioterapeuta de la entidad antes de confesar que físicamente los equinos están bien. «No tienen cojeras ni nada por el estilo ya que sino el movimiento que transmiten no sería real y por tanto no sería beneficioso para los pacientes», apunta.
Más allá de las terapias
Además de impartir sesiones de equinoterapia, en Equitación Positiva también organizan campamentos de verano para facilitar la conciliación familiar y destinados principalmente a las personas con discapacidad. «Aquí sí que permitimos que vengan hermanos, primos, amigos… porque buscamos que los pacientes interactúen y que las personas que no tengan una discapacidad conozcan un poco lo que es este mundo», manifiesta Odón. También acogen visitas escolares para que los más pequeños de la casa conozcan sus instalaciones, se relacionen con los caballos y aprendan en cierta medida a montar en los mismos.
Para poder realizar más actividades con las que mejorar la calidad de vida de los pacientes, Equitación Positiva busca recaudar dinero con el que financiar dichas terapias. «Queremos seguir creciendo y tener más recursos para poder atender a aquellas personas que se encuentran en la lista de espera», señala Odón, quien anima a todo aquel a aportar su granito de arena.
¿Cómo ser socio de la entidad?
Quien quiera asociarse tan solo debe ponerse en contacto a través del siguiente correo electrónico contacto@equitacionpositiva.es o llamar al 635 176 038. El precio de la cuota es de cinco euros al mes o de cincuenta euros al año. «Hay que tener en cuenta que desgrava, en personas físicas un 80% hasta los 250 euros y en el impuesto de sociedades un 40%», asevera el fisioterapeuta. Y al igual que quieran aumentar el número de socios, en Equitación Positiva aceptan todo tipo de donaciones para poder aumentar su capacidad de actuación.
«Toda ayuda es bienvenida, al final el coste de la terapia es grande porque los caballos cuesta mucho dinero mantenerlo. Hace dos años el fardo de hierba costaba cuatro euros y ahora está a ocho. Sube todo menos las subvenciones que más o menos siguen siendo las mismas o más bajas porque tampoco hay dinero», aseguran desde la entidad que centra también sus esfuerzos en buscar otro tipo de financiaciones con el fin de mejorar la asistencia y mejorar por tanto la calidad de vida de aquellas personas que por culpa de alguna discapacidad ven limitado su día a día.