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Los «abueletes» del Albergue de Oviedo también buscan quien les quiera: «Necesitan el calor de un hogar»

La Voz de Oviedo

Esther Rodríguez Redacción
Luján, Tobi y Vicente son los perros «abueletes» del Albergue de Animales de Oviedo

Estos peludos de cuatro patas se convierten en invisibles ante aquellas personas que buscan darle una segunda oportunidad a los perros abandonados. No les queda mucho tiempo ya en este mundo, por eso desde el centro de La Bolgachina quieren que alguien les de la jubilación que se merecen. Te contamos sus casos y cómo adoptarlos

16 Feb 2024. Actualizado a las 08:56 h.

Camadas no deseadas, dificultades económicas, problemas de comportamiento del animal o pérdida del interés son algunas de las muchas causas por las que se abandonan a animales de compañía en nuestro país. Sea cual sea el motivo, evidentemente, este no está justificado. Los peludos de cuatro patas de la noche a la mañana se quedan en la calle, sin tener donde cobijarse ni alimento que llevarse a la boca. Por suerte, existen albergues y protectoras que los acogen en sus instalaciones hasta que aparezca alguien que les brinde una segunda oportunidad.

Algunos de estos animales en cuestión de días e incluso horas suelen encontrar una familia que les cuide el resto de sus vidas. Sin embargo, por desgracia, hay otros que «pasan aquí años y años». Aquellos cuyas razas son catalogadas como potencialmente peligrosas, lo que padecen alguna enfermedad o tienen una edad avanzada son «candidatos a morirse» en dichos refugios. En el Albergue de Animales de Oviedo son varios los perros que parecen invisibles. Una situación que preocupa especialmente cuando hablamos de cánidos que ya son «abueletes» y, por tanto, no les queda mucho tiempo en este mundo.

Vicente tiene 12 años y es uno de los perros del Albergue de Animales de Oviedo más veterano

De todos los perros ancianos el que «más necesita» salir del albergue de La Bolgachina es Vicente. Tiene 12 años y sus huesos ya no son lo que eran. «Necesita el calor de un hogar», tal y como aseguran desde el propio centro. Por si fuera poco, este peludo de cuatro patas que pesa 32 kilogramos sufre ya achaques de artrosis, pero eso no le impide caminar. De hecho, aunque lo haga «despacito y poco a poco», pasea «genial».

Una de sus virtudes, que no son pocas, es que no da trabajo «ninguno». Puede incluso quedarse «solo en casa» porque se comporta perfectamente. Es además un perro «sociable y cariñoso», tanto con las personas como con sujetos de su misma especie. Eso sí, no rifa muy bien con los gatos. «No le gustan mucho», señalan desde la perrera, donde catalogan a Vicente como un cánido «estupendo».

Toby tiene 9 años y es uno de los perros del albergue de animales de Oviedo que busca una familia que le de una merecida jubilaciónVerde Bonito Blanco Polar

Otro de los perros que tiene ya cierta edad es Tobi. Lleva a sus espaldas una mochila cargada con nada más y nada menos que diez años de experiencia pero tan solo pesa seis kilogramos. Es algo tímido «de primeras» porque ha vivido toda su vida en una huerta junto a sus dos hermanos donde «un par de veces por semana les iban a dar de comer».

Desde el Albergue de Animales de Oviedo aseguran que al no haber tenido nunca una vida familiar le cuesta un poco socializar. Pero eso no quita para que se lleve bien con otros perros, es más, se relaciona a la perfección. Con las personas quizás no tanto, pero eso es solo cuestión de paciencia. Si por algo se merece «la mejor de las jubilaciones» es porque es un perro «dulce y noble». «Conocerlo es amarlo de forma inmediata».

Luján tiene 9 años y es uno de los perros del albergue de animales de Oviedo que no encuentra un nuevo hogarVerde Bonito Blanco Polar

Nueve años es la edad que tiene Luján. Si tenemos en cuenta que de los nueve años, seis se los ha pasado en una perrera de este centro su historia estremece a cualquiera. Lleva más tiempo viviendo en estas instalaciones que lo que le queda de vida. Suele pasar desapercibida entre quienes buscan darle una oportunidad a un perro abandonado y eso que tiene un tamaño considerable, pesa 26 kilos, pero como su raza está catalogada como potencialmente peligrosa se vuelve invisible.

Es un pitbull por lo que requiere tener una licencia PPP, un permiso que aunque cuyo trámite sea «muy sencillo» ya echa para atrás a aquellas personas que quieren adoptar a un perro. A esto hay que sumarle que no le gusta nada jugar ni relacionarse con otros perros, «puntualmente puede haber uno que le caiga bien». Por este motivo, es requisito indispensable que la familia que la adopte no tenga ningún otro cánido más. Sí que es cierto que con las personas es sociable.

¿Cómo es el proceso de adopción?

Si alguna persona está interesada en acoger en su hogar y darle el cariño que se merecen estos perros «abueletes» tan solo tiene que rellenar un formulario y concertar una visita con el Albergue de Animales de Oviedo. Es posible contactar con la entidad a través del siguiente número de teléfono 611 005 386, en horario de lunes a domingo de 9.00 a 17.00 horas. Atienden también por el WhatsApp y si se prefiere se les puede enviar un correo electrónico a esta dirección: albergueanimalesoviedo@gmail.com.

No hay que realizar tampoco ningún desembolso económico, puesto que todos los gastos derivados del trámite de la adopción son costeados íntegramente por el Ayuntamiento de Oviedo. Además, cada uno de estos animales, cuenta ya con su correspondiente chip, por lo que no habría que pagar tampoco por implantar este dispositivo que es obligatorio. Están también desparasitados y esterilizados. Evidentemente, tienen la cartilla de vacunación al día.


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