La Voz de Asturias

La tienda de ropa curvy en Oviedo: «Una persona con talla grande puede ir perfectamente a la moda»

La Voz de Oviedo

Esther Rodríguez Redacción
Jesica Peña está al frente de Curve-à-Porter, una tienda de tallas grandes en Oviedo

La bilbaína Jesica Peña abrió en el año 2011 las puertas de este comercio que cuenta con una amplia variedad de prendas hasta la talla 56. Una indumentaria que permite a las mujeres «plus size» seguir las últimas tendencias, puesto que «aunque son casuales tienen un punto de sofisticación»

01 Dec 2023. Actualizado a las 09:35 h.

La belleza no entiende de edad. Tampoco tiene nada que ver con las tallas. Sin embargo, por desgracia, los cuerpos de las mujeres se han idealizado de tal forma que el único válido y socialmente aceptado es aquel que es delgado. Si una persona entra en un pantalón de la 36 o puede llevar un vestido de la M significa que tiene una figura perfecta. Por este motivo, en muy pocas tiendas de España se vende ropa que supere con creces dichas tallas. Esta situación lleva a que las personas plus size tengan que escuchar constantemente el desagradable comentario «aquí no hay talla para ti» cuando entran a un comercio textil, viéndose además obligadas a comprar ropa seria y oscura para ocultar sus curvas.

Pese a la creencia popular y los estigmas sociales, «una persona que sea de talla grande puede ir perfectamente a la moda». Para demostrarlo, aparte de cubrir al mismo tiempo una necesidad en aquellas mujeres plus size que por lo general no suelen encontrar «ropa bonita», la familia de la vasca Jesica Peña decidió abrir las puertas en Bilbao de una tienda especializada en moda curvy. Al cabo del tiempo, como se tuvo que mudar a Asturias, decidió hacer lo mismo en Oviedo, dado que este nicho de mercado apenas estaba cubierto.

Bajo el nombre de Curve-à-Porter, la bilbaína abrió hace más de una década, en la calle Cervantes, las puertas de una tienda de ropa que cuenta con una amplia colección de prendas que corresponden a extended size. «Mientras que el resto de tiendas se quedan en la 44 o 46, nosotros empezamos en ese tallaje hasta la 56», asegura Jesica, antes de aclarar que si alguna clienta utiliza una talla mayor pueden hacerse con la misma «sin ningún problema».

Curve-à-Porter ofrece una moda casual pero juvenil al mismo tiempo

Desde camisas lisas o blusas con llamativos estampados hasta coloridos jerséis y abrigos de todos los estilos y tejidos. Pasando por los pantalones con distinto patrón a las faldas o vestidos ideales para lucir en un evento de las características que sea. Cada una de las prendas que se comercializan en Curve-à-Porter permiten a las mujeres curvy seguir las últimas tendencias, puesto que «aunque son casuales tienen un punto de sofisticación». Huyendo por tanto de la «típica ropa de talla grande con flores o súper clásica».

En torno a las personas de curvas generosas «ronda siempre el estereotipo de que no pueden poner determinado pantalón o llevar una camiseta de rayas. Tampoco pueden llevar una prenda de cuadros o cualquier otro estampado, sino que deben vestir siempre de negro o de colores oscuros. Pero no es cierto», asegura Jesica Peña, quien trata de borrar por activa y por pasiva esa idea de la cabeza de sus clientas. Y al final lo acaba consiguiendo.

«Aunque les cuesta se animan a probar aquellas prendas que yo considero que les va a quedar bien, poco a poco se van viendo mejor hasta que ya te reclaman colores o estampados porque ya se ven favorecidas o se sienten más seguras con ellas mismas», asevera. Y para que eso ocurra, hay que «buscar un punto de equilibrio». «Si tú eres ancha de arriba, lo mejor es que te pongas un pantalón un poquito más ancho y así visualmente, tu cuerpo se ve más compensado. En cambio, si tú eres más ancha de cadera es mejor que te pongas un pantalón un poquito más recto y dar más volumen arriba con una blusa con volantes, por ejemplo», precisa.

A simple vista, Curve-à-Porter no parece una tienda al uso de tallas grandes

También es muy importante «intentar sacar el máximo partido» al cuerpo de una persona, independientemente de la talla que utilice. Para ello es «fundamental» dejarse aconsejar. «A veces tenemos complejos que realmente no lo son, como puede ser tener una nariz grande o los ojos pequeños. Son rasgos que al final la gente no se da cuenta, por eso a nosotras nos gusta mucho asesorar a nuestras clientas. Como tenemos varios cursos al respecto, tenemos otra visión del cuerpo de la mujer», asegura Jesica Peña.

«No hay que darle importancia a la talla porque al final es solo un número»

Cuando una mujer plus size pone un pie en Curve-à-Porter, la bilbaína con tan solo verla ya sabe qué tipo de ropa necesita, con la que no solo se sentirá cómoda sino que le permitirá ir a la última moda. No obstante, le pregunta siempre qué necesidades tiene, cuáles son sus gustos o qué colores cree que le favorecen más. También si hay alguna prenda que le siente mejor que otra, «o si así lo considera porque muchas veces tiramos de pantalón negro o azul marino y no tiene porque quedarnos bien», asegura. Tras ese análisis, Peña se pone manos a la obra y muestra aquella indumentaria que mejor se ajusta a su demanda.

«Yo siempre digo que hay vida después de las típicas cadenas que hay en todos los centros comerciales. En el mercado hay muchas otras marcas. Lo que pasa es que la gente se obsesiona con que si no puede vestir de esas no puede vestir. Y eso no es así, hay muchos comercios con ropa súper estilosa», asegura Jesica Peña, antes de posicionarse en contra de la guerra de los tallajes. «Es súper complicado mantener el tallaje porque cada prenda tiene una necesidad, un patrón diferente. Nosotros trabajamos con firmas danesas, alemanas, italianas... y cada una tiene su tallaje. Entonces, al final, tú te adaptas a la talla de la marca y ya está. No tienes que darle más importancia porque al final es solo un número», confiesa.

Una amplia y fiel clientela

Curve-à-Porter no parece una tienda al uso de maxi tallas. A parte de primar la calidad de los tejidos, los patrones y el estilo, «cuidamos mucho la imagen, el sonido, el ambiente en sí del local». Motivos por los cuales, la mayoría de las mujeres curvy que se pasan por el local acaban volviendo siempre. «Muchas clientas nos tienen como un pequeño tesoro», confiesa Jesica Peña, quien atiende a clientes de Asturias pero también de otros puntos de nuestro país. También por su tienda han pasado mujeres de otras partes del mundo, dado que justo enfrente se sitúa un hotel en el que al cada año se alojan infinidad de turistas.

Además de atender físicamente a las clientas, Jesica Peña y su equipo también asesoran a mujeres plus size a través de la página web de la tienda o mediante el WhatsApp. «Cuando nos preguntan por determinada prenda ya les decimos si les puede sentar bien y, en el caso de que no, les indicamos qué les puede encajar mejor. Para las clientas que ya conocemos, solemos hacer nosotras directamente una selección de prendas que creemos que le van a gustar, les mandamos fotos para que elijan y luego les enviamos la ropa a su casa», cuenta.

Pero, «no nos gusta vender por vender». «Preferimos que la gente venga y trastee tranquilamente por la tienda. Se dejen asesorar porque al final sabemos qué productos tenemos colgados en las perchas y si se los ofrecemos es porque sabemos que les van a sentar bien. Y, sobre todo, que prueben la ropa sin ningún tipo de problema. Si al final no compran, no pasa nada, lo importante es que las clientas se sientan cómodas», asegura Jesica Peña, quien ya ha tenido la oportunidad de vestir a alguna que otra política, a la mujer de un embajador de un país africano y hasta a invitadas de los Premios Princesa de Asturias.

Si hablamos de futuro, Jesica Peña quiere seguir aumentando su cartera de clientes. Para ello busca afianzar «un poco más» su tienda online. También le gustaría sacar a la venta su propia línea de ropa: «Al final la ropa que seleccionamos para la tienda es muy personal, como ya conocemos muy bien las clientes ya compramos pensando en ellas». Y mientras que trabaja para cumplir este propósito, seguirá aportando su granito de arena en la lucha contra la gordofobia, aparte de ayudar a las mujeres curvys a sentirse a gusto consigo mismas. «Todas las mujeres sin excepción pueden vestir con gusto y estilo», sentencia.


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