Susi la del Entrepan de Oviedo prepara su jubilación: «No me arrepiento de haber elegido trabajar en la noche»
La Voz de Oviedo
La mítica bocatería del Antiguo cumple 35 años y su dueña empieza a plantear su despedida, aunque no dejará huérfanos a los ovetenses de su carne gobernada ni de sus albóndigas: su hijo tomará el relevo
14 Sep 2023. Actualizado a las 09:34 h.
¿Quién no ha preparado el cuerpo para una noche de fiesta o ha recargado pilas de madrugada con un bocadillo en el Entrepan? La mítica bocatería de la calle San Antonio de Oviedo ha sido testigo durante 35 años del trasiego del Antiguo. Se cuentan por miles los bocadillos de carne gobernada, de albóndigas o de filetes con cabrales que Susi Alonso Poly ha servido en un pequeño local que se convirtió en parada obligatoria para muchas generaciones de ovetenses. Y lo sigue siendo, puesto que cada fin de semana quienes frecuentan esta zona de ocio nocturno se agolpan en su puerta para degustar «los mejores bocatas de todo Oviedo», según repiten muchas de las reseñas que se pueden encontrar por internet.
La historia del Entrepan se remonta a 1988, cuando Susi vio en su propia necesidad la ocasión de montar un negocio. Por aquel entonces trabajaba en un restaurante y al finalizar su jornada laboral, prefería salir antes que quedarse a cenar. «Lo hacíamos todos, pero salíamos con un hambre a esas horas que tomabas la primera copa y ya querías comer algo», recuerda. Tras ver que la oferta era prácticamente inexistente y el único local que había cerraba pronto, dijo: «Mi negocio va a ser este».
Dicho y hecho. Tenía 29 años y al principio su familia le advirtió de la dureza de la noche, pero ella prefirió explorar la posibilidad de trabajar por su propia cuenta. Eso sí, pensó que sería para unos años y ahí sigue, tras un mostrador que compartió primero con su hijo mayor y ahora con Javi Fernández, el pequeño. Alcanza la edad de jubilación en enero y ya tiene ganas de retirarse, porque «los años no perdonan». Pese a ello reconoce que sigue sintiéndose cómoda al trabajar de cara al público, por lo que todavía duda si dejarlo cuando cumpla 65 o hacerlo de forma escalonada y acogerse a la jubilación activa. Hasta que llegue la decisión final, tiene la certeza de que el Entrepan seguirá adelante, puesto que hay relevo generacional.
Abre los viernes y los sábados, de 21.30 de la noche a 5.00 de la madrugada —excepto en San Mateo, que está todos los días desde las 21.00 horas—. Un horario que ha tenido que ir adaptando a lo largo de sus tres décadas y media de historia. Hubo un tiempo en el que abría también a diario, excepto los domingos. Fueron los primeros años del Entrepan, cuando «se trabajaba bien todos los días y entre semana había casi tanto como un viernes ahora», confirma Susi. Al mismo tiempo fue surgiendo competencia en otros locales del Oviedo Antiguo. Cuando los bares y pubs empezaron a cerrar de domingo a jueves, tuvo que amoldarse y abrir únicamente los fines de semana: «Me quedé yo sola», confiesa.
Los hosteleros y camareros del resto de establecimientos eran sus «compañeros» y también sus clientes, puesto que habitualmente recargaban pilas en el Entrepan. Pocos continúan trabajando en la noche. La gente ha cambiado y también la forma de salir, de la que Susi ha sido testigo durante 35 años. Cuenta que ahora se ven más «nenos» en el Oviedo Antiguo, menores de edad que antes «eran del Rosal». Además, el ambiente es «más tranquilo» y la mayor parte de los jóvenes «son educados y te respetan».
Los clásicos nunca fallan… tampoco entre panes
De su extensa carta de bocadillos, hamburguesas, perritos calientes y patatas fritas, Susi y Javi tienen un cartel de sugerencias en el que están los grandes clásicos del Entrepan. Ocupan los dos primeros puestos el de carne gobernada y el de albóndigas, los dos guisos por excelencia con los que Susi se gana a los clientes cada noche y por los que «muchos repiten». También están en su particular top ventas el de filete de ternera con cabrales y el de picadillo con la misma salsa de queso «hecha en casa».
Otra de las particularidades del negocio es que cada bocata se hace al momento: «Me pides el bocadillo y tienes que esperar, porque ninguno está hecho, todo te lo hago en el momento», reconoce Susi. Los jueves y los viernes antes de abrir al público se dedica a prepararlo todo. Hace las albóndigas «un poco picantes y aplastadas», guisa la carne gobernada, corta el tomate y la lechuga y abre los panes. «Cuando abrimos es solo ponerlo en la plancha, pero el bocadillo está siempre recién hecho», cuenta. De los dos bocatas de guisos hace una pota para cada día y «si se terminan, se terminaron», admite.
Cada fin de semana despachan entre 200 y 250 bocadillos, en muchas ocasiones a clientes conocidos. Porque tras 35 años de negocio en la calle San Antonio, quienes salen por el Oviedo Antiguo conocen a Susi. De hecho, han degustado sus productos varias generaciones de una misma familia. «Hace un año vino un crío y me dijo "aquí venía mi abuelo"», recuerda. Algo que también ha ocurrido a la inversa: «Hace unos años vinieron unos señores mayores a la cola de San Mateo a por carne gobernada y me dijeron que había sido su nieta la que les recomendó comerla aquí, luego venían todos los San Mateos», presume.
San Mateo, los días más esperados
Precisamente San Mateo «siempre es la época más fuerte» para este negocio, que esos días amplía sus días de apertura. Eso sí, tanto Javi como Susi reconocen que los cambios en las fiestas del año pasado fueron perjudiciales para el ambiente del Oviedo Antiguo: «Ni paseaba la gente por aquí entre semana, llegabas y las terrazas de arriba ya estaban todas recogidas y no te venía nadie. Se trabajaba mucho mejor antes de la pandemia, cuando el escenario estaba en la Catedral y a primera hora venían clientes míos de muchos años y en el segundo turno, los chavales».
En estas fechas son muchos los clientes de antaño que salen y van a por un bocadillo al Entrepan para degustar los guisos de Susi y, de paso, recordar viejos tiempos. Junto a San Mateo, que arranca este mismo viernes 15 de septiembre, cada fin de semana de partido del Real Oviedo es «muy bueno», así como la Noche Blanca, una fecha en la que «sale toda la gente a la calle y presta ver tanto ambiente».
Anécdotas como para escribir un libro
Después de tanto tiempo trabajando en la noche, Susi Alonso tiene «muchísimas anécdotas», con las que podría escribir «El libro gordo de Petete», ironiza. Las hay buenas y también malas, aunque de esas intenta olvidarse. Sí recuerda los años en los que la droga hizo estragos: «Me tocó pelear cuando había mucho yonqui, llegamos a pagar serenos y todo, fue una mala época. Ahora afortunadamente no hay nada de eso», confirma.
Javi, que tiene 29 años y lleva desde adolescente con su madre, cuenta que «la gente está más calmada que antes» y la mayoría de los jóvenes «son más educados que los de 45 o 50 años». Ambos reconocen que a veces aparecen personas que «te joden la noche», pero la mayoría no. «Yo reciclo enseguida, me relajo y se me olvida», admite Susi.
Por eso, al borde de la jubilación, la responsable del Entrepan hace un balance de 35 años «mucho más positivo que negativo» porque «algún tonto siempre te encuentras y a lo mejor te amarga ese momento un poco, pero hay más positivo que negativo siempre». Por eso no se arrepiente de haber elegido este tipo de negocio: «A mí me gusta la noche», concluye. Por eso está orgullosa de que su hijo tome el relevo y su retirada no suponga el cierre. Javi de momento estará «unos años», aunque su madre recuerda que así empezó ella y lleva más de tres décadas.