Profesores de la Universidad de Oviedo piden parar el derribo de la fachada del colegio Santo Ángel de la Guarda

Cincuenta profesores de Historia, Geografía e Historia del Arte de la Universidad de Oviedo han solicitado este martes la paralización de la demolición de la fachada del colegio del Santo Ángel de la Guarda, ubicado en la calle Santa Ana de la capital asturiana. A través de una carta han reclamado que se suspenda el derribo «de ejecución inminente» en el contexto de la Fase II de ampliación del Museo de Bellas Artes.

La fachada fue construida por la congregación religiosa del Santo Ángel de la Guarda, bajo proyecto del año 1941 del arquitecto Francisco Pérez del Pulgar, con el fin de acomodar sus oficinas y el salón de actos del colegio. Los profesores firmantes del documento han apuntado que se trata de «una digna fachada», que emplea un lenguaje historicista y se integra armónicamente en el contexto arquitectónico y urbanístico de la calle Santa Ana.

En esta línea, a pesar de la «laguna jurídica» en la que se encuentra, se trata de una construcción «neutra y consolidada», que funciona como nexo de unión entre elementos patrimoniales con categoría de Bienes de interés cultural (BIC) y en las inmediaciones de la Cámara Santa, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.

Los promotores de esta iniciativa han insistido en que la propuesta planteada en el proyecto de ampliación que empezará a ejecutarse próximamente no respeta «en absoluto» la integración armónica que sí existe ahora, planteando una nueva fachada maciza que superará en altura la del palacio de Velarde colindante y que romperá con «la armonía» del conjunto.

En este sentido, el diseño previsto para la nueva fachada «se aparta» del espíritu del Plan Especial de Mejora y Rehabilitación del Casco Antiguo, que promueve «evitar la implantación de tipologías nuevas», ajenas al conjunto histórico. Por todos estos motivos han solicitado «la conservación in situ» de la mencionada fachada, así como su integración arquitectónica en la nueva ampliación proyectada del Museo de Bellas Artes de Asturias, que debería plantear un diseño «menos agresivo» y compatible con su entorno, informa Efe.