La Voz de Asturias

La víctima no tenía relación con el presunto asesino: «Queremos que se haga justicia»

Oviedo

L.F. Redacción

La Delegada del Gobierno asegura que tienen «pruebas suficientes» para resolver el crimen

06 Apr 2022. Actualizado a las 15:51 h.

La investigación de  la violenta muerte de Erika Yunga sigue su curso. El juez ha decretado el secreto de sumario y los agentes tratan de esclarecer si hubo agresión sexual a la niña de 14 años. Mientras tanto, los allegados a la familia aseguran que no existía ningún tipo de relación entre el detenido -que está ingresado en el HUCA debido a que se autolesionó en la cara, cuello y tórax- y la víctima. Sor Alicia, una de las religiosas del Centro Religiosas de María Inmaculada que estuvo en la tarde del martes tratando de consolar al padre y a la madre, afirma que «no tenían ninguna relación». La Delegada del Gobierno, Delia Losa, sostiene que hay «pruebas suficientes» para resolver el crimen y miembros de la comunidad ecuatoriana en Oviedo claman «justicia».

«Eran desconocidos», sostiene Sor Alicia, quien detalla que «solo se conocían de encontrarse a la entrada o a la salida del portal». Además, la religiosa añade que el presunto homicida, de unos 30 años de edad, llevaba menos de un mes viviendo en el portal. 

La delegada del Gobierno afirma que la investigación avanza con «celeridad suprema» porque la Policía Nacional tiene «un empeño especial» en resolver el crimen lo más pronto posible. Según asegura, hay «pruebas suficientes» para que la investigación «no se vea entorpecida» y «más pronto que tarde se tenga el resultado final que permita que este vil asesino pague su culpa».

Losa, que señala que todas las medidas que se tomen contra este tipo de violencia son «pocas», no ha querido confirmar si el detenido tiene antecedentes penales al encontrarse la investigación bajo secreto de sumario. El hombre sigue ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), adonde fue trasladado ayer en calidad de detenido para ser atendido de las lesiones que se habría autoinfligido tras el crimen.

La reacción de la comunidad ecuatoriana

El suceso ha sacudido a toda la ciudad, pero ha causado especial impacto en la comunidad ecuatoriana. A lo largo de la mañana fueron varias las personas que se pasaron por la capilla ardiente para dar el pésame a la familia. Algunas de ellas reconocen que solo conocen a la familia de vista, pero quieren arroparla en estos momentos difíciles.

Yolanda Jano, una de las personas que sujetaba una bandera de ecuador frente a la capilla ardiente, pide que «se haga justicia. No le deseo ni la muerte, solo quiero que se pudra en la cárcel». Otro de los miembros de ese grupo era Jaqueline Abalco, quien sí conocía a Erika y a su madre. «Estamos en shock y mi hija no lo puede creer. Esto nos ha afectado mucho», reconoce visiblemente emocionada antes de recordar que «la niña era un ángel». En la misma línea se expresaba Yesenia Villaroel, quien añade que «somos una comunidad que se une y arropa en estos duros momentos».

El atroz crimen

El crimen fue cometido cuando la joven regresaba del instituto para comer con su familia, de origen ecuatoriano pero residente en Oviedo desde hace muchos años, en la vivienda ubicada en el número 69 de la calle Vázquez de Mella.

Según relataron algunos vecinos, la familia se alarmó cuando Erika no subió a la vivienda, situada en un cuarto piso, tras haber llamado al telefonillo para acceder al inmueble, informa EFE.

Al bajar a buscarla encontraron un reguero de sangre que conducía hacia el interior de otro piso situado en la primera planta, motivo por el que de inmediato alertaron a la Policía Nacional, que halló a la joven tendida en el suelo con varias heridas de arma blanca y también al ahora detenido.


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