El impacto del Plan de Ordenación en el modelo de ciudad: alternativas para impulsar un Oviedo sostenible
Oviedo
El bipartito tiene en marcha la revisión del PGO. Somos critica que los planes de PP y Ciudadanos pasan por «un crecimiento y expansión inmobiliaria sin priorizar la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía»
22 Nov 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Si hay un elemento que condiciona el modelo de ciudad, ese es el Plan General de Ordenación (PGO). La planificación urbana es la base de la estructuración económica, social y cultural de un concejo y las prioridades que se fijan en ese documento marcan de forma decisiva su desarrollo a medio plazo. El bipartito -PP y Ciudadanos- tiene en marcha la revisión del PGO de Oviedo y sus planes pasan, según denuncia Somos, por «el crecimiento y la expansión inmobiliaria sin priorizar la calidad de vida de la ciudadanía». Frente a este planteamiento, la formación morada defiende que existen alternativas más amigables y sostenibles y pone como ejemplo ciudades europeas como Vitoria, París o Viena.
En el PGO se fijan las bases de aspectos tan importantes como qué grupos sociales van a vivir en una zona del municipio u otro, los servicios de los que van a disponer, el tejido comercial e industrial, la forma en que se van a desplazar las personas y las mercancías, los gastos futuros que habrá que acometer, dónde habrá escuelas, dónde habrá centros comerciales, el medioambiente y la contaminación, el transporte, el tráfico… Es decir, se regulan prácticamente todos los elementos relacionados con el estilo de vida de la ciudadanía. Y su efecto dura años e incluso décadas.
Cada cierto tiempo, los gobernantes municipales realizan una revisión del plan en el que se fijan las prioridades. El PGO vigente en Oviedo fue presentado en 2006 por Gabino de Lorenzo y Serafín Abilio (por aquel entonces presidente de la patronal de los constructores asturianos) conjuntamente, y «contó con las bendiciones de la FSA tras conseguir los aprovechamientos del antiguo HUCA», explica Somos.
Ahora, el bipartito tiene en marcha otra revisión, a través del documento de prioridades y, según la formación morada, sigue la misma lógica anterior de «crecimiento y expansión inmobiliaria en lugar de aprender de miles de ciudades europeas que han priorizado la calidad de vida de la población». El concejal hace hincapié en que el proceso de revisión del PGO está ahora en fase de sugerencias y destaca «lo fundamental de la participación de toda la ciudadanía en definir cómo queremos que sea el Oviedo del futuro». «Creemos que el Gobierno de Canteli está haciendo todo lo posible para que la ciudadanía no participe, que no se entere», por eso desde Somos recuerdan que la documentación está disponible en estos enlaces: documento de prioridades y observaciones y sugerencias.
«¿De qué sirve construir miles de pisos si la población no puede acceder a ellos? ¿De qué sirve la expansión si hay que invertir mucho tiempo en los desplazamientos para el trabajo?», se pregunta Ignacio del Páramo, concejal de Somos en el ayuntamiento. En opinión del edil, la respuesta está clara. «Hay que tener en cuenta que el modelo que defiende el equipo de gobierno de PP y Cs, junto a VOX pero que también el PSOE ha apoyado históricamente en muchas otras ciudades, consiste en dejar al mando a los constructores en el diseño de las políticas urbanas». «Son los intereses lucrativos los que priman sobre el interés general de la población. Es poner en primer plano un cortoplacismo de luces cortas según los plazos electorales cuando necesitamos una visión a largo plazo, de décadas», insiste el edil. En este sentido, Del Páramos considera que, «teniendo más de 20.000 viviendas vacías y una ciudad que se mantiene en cuanto a población, lo lógico sería apostar por la rehabilitación antes que seguir expandiéndonos. Lo único que consiguen así es trasladar población a la periferia y vaciar los barrios actuales».
Como muestra de este tipo de política, Del Páramo recuerda que en estos dos años, «el bipartito se ha reunido para confeccionar el PGO con los que van a hacer la Ronda Norte, pero no con los vecinos que sufrirán delante de sus casas la autopista del Naranco. Se han reunido con los canteros, pero no con los vecinos que quieren evitar la destrucción del monte, el territorio y que pretenden un desarrollo económico de valles como el de Les Caldes vasados en la sostenibilidad. Se han reunido con los propietarios de nuevo centro comercial del Vasco para asegurarles que los coches llegarán a miles a las puertas de su negocio, pero no con los vecinos de Pumarín, Ventanielles y otras zonas que seguirán sufriendo niveles de contaminación superiores al límite legal».
Alternativas sostenibles y amigables
Frente a este modelo de ciudad, existen alternativas más sostenibles y amigables. Desde la formación morada ponen el ojo en ciudades del norte y centro de Europa, pero también resaltan casos de éxito en España, como el de Vitoria, que creó un anillo verde a modo de corsé para evitar el crecimiento urbanístico.
Para crecer en la línea de estas ciudades, Somos defiende la construcción de redes de carril bici, políticas de pacificación del tráfico, oficinas de la administración en barrios o dejar de construir grandes superficies comerciales. Además, Del Páramo señala que es necesario «tener en cuenta la red ferroviaria en la planificación, promover la vivienda en alquiler pública y asequible, mejorar y potenciar el transporte público, peatonalización y aparcamientos disuasorios, parques periurbanos y zonas de esparcimiento y conciliación, planes de movilidad junto a las empresas para incentivar que la gente vaya al trabajo de forma sostenible».
Y para dejar claro que este tipo de crecimiento es posible, la formación expone casos ya puestos en marcha en otras ciudades. Por ejemplo, el de París de Ciudad de 15 minutos, «que buscar ofrecer a la población que pueda acceder a los servicios más importantes sin necesidad de desplazarse más de 15 minutos a cambio de que lo haga andando o en un transporte sostenible». O el de Friburgo, capital europea del medio ambiente, que es «pionera en la creación de ecobarrios». Del Páramos también destaca Viena «y su política de vivienda pública» y menciona modelos como los de Copenhague, Berlín, Helsinki, Oxford o Totnes. «Los ejemplos dentro de la Unión Europea son múltiples y por desgracia antagónicos, radicalmente opuestos, a los que nos plantean el gobierno de Canteli», concluye Del Páramo.