Un tapón humano, el terror de la noche de Halloween en Oviedo
Oviedo
Cientos de personas se congregaron en la calle del Peso de la capital para acceder a una fiesta multitudinaria con la esperanza de obtener una entrada cuando todas estaban vendidas
01 Nov 2021. Actualizado a las 11:02 h.
La madrugada del domingo, la sala Tribeca de Oviedo, había organizado una fiesta con motivo de la festividad de Halloween. Fueron muchas las personas que decidieron asistir a este evento que abría sus puertas a las 12 de la noche. Los que estuvieron haciendo cola primero, fueron los afortunados en entrar, porque poco tiempo después, la discoteca colgaba su cartel de aforo completo y nadie más podía entrar.
Se desconoce si todas las personas que se amontonaron en los alrededores de la sala disponían de entrada anticipada o, simplemente, querían entrar pero no pudieron. Días antes se habían puesto a la venta entradas para poder acceder al local. Según anunciaron por sus redes sociales habían vendido más del 75% de los tickets disponibles y, el resto, estarían disponibles en taquilla para quién quisiera comprarlas el mismo día.
Sin embargo, las previsiones no fueron las correctas, puesto que lo que se vivió la noche del sábado en la calle del Peso de Oviedo, superaba todas las expectativas que pudieran existir. Tiempo más tarde desde que se abrían las puertas de la discoteca, cientos de jóvenes, muchos de ellos menores, se congregaban en la calle de la sala impidiendo la entrada a vecinos o transeúntes que quisieran pasar por la zona. Se había formado un tapón humano que ni la Policía, al principio, pudo desalojar.
El meollo de gente se fue disipando cuando tuvo que pasar una ambulancia por la misma calle para poder atender una urgencia. No obstante, tampoco se conoce cuántas fueron las horas que los jóvenes estuvieron esperando para entrar a la fiesta de Halloween más deseada de todo Oviedo.
Los vecinos y hosteleros de alrededor denuncian estas situaciones todos los fines de semana, pero sobre todo, este sábado, pues fue mucho el mobiliario tanto urbano como particular que los asistentes a la fiesta rompieron. Desde escaparates y bancos, hasta sombrillas y sillas de otros bares que había en las inmediaciones. Además, también se quejan de que los más jóvenes consuman alcohol en las calles y tomen gas de la risa, una droga ilegal en España, que la Policía intenta combatir.