Los vecinos de Villafría, en pie de guerra por el cierre de un pasadizo que usaban desde hace décadas

El cierre de un pasadizo en el barrio de Villafría trae de cabeza a los vecinos de la zona. Una 500 personas han visto como la colocación de una valla ha alterado su día a día, ya que el corte de la vía -que estaba en uso desde hace décadas- les obliga a dar un rodeo de más de 450 metros cada vez que quieren salir de casa. Los afectados sostienen que, según la Policía Local, el propietario de la finca colindante, al que acusan de cortar la ruta, debe paso de servidumbre, por lo que reclaman que se vuelva a la situación anterior. A pesar de las quejas, el Ayuntamiento de Oviedo todavía no ha tomado cartas en el asunto, por lo que los perjudicados ya están recogiendo firmas y tienen pensado dar batalla.

El problema comenzó el pasado lunes, cuando una empresa colocó una valla que cierra el paso del pasadizo. Los afectados son los vecinos de las calles Isidoro Chamorro y Luis Alvarez Fueyo, ya que se les corta el paso con la calle San Melchor. Ahora, para realizar el mismo trayecto deben dar un rodeo, por una calle en mal estado y que en un punto ni tan siquiera está asfaltado. La valla condiciona los desplazamientos de todos los ciudadanos, pero especialmente de los que tienen problemas de movilidad.

Son varios los vecinos que se han quejado de esta situación en redes sociales y el colectivo Uniendo Barrios está alzando la voz para que se tomen medidas. Además, están recogiendo firmas en el barrio para exigir al ayuntamiento que tome medidas para que se vuelva a la situación anterior y los comerciantes se han sumado a la campaña. «Estamos en un gueto», denuncian los vecinos, que recuerdan la responsabilidad que tiene el consistorio, ya que, recuerdan «ellos cambiaron la iluminación, acondicionaron el firme y los trabajadores municipales limpian el pasadizo, por lo que está claro que es su competencia». 

Los afectados incluso aseguran que algunos vecinos están saltando la Ronda Sur para evitar el rodeo, con el peligro que ello conlleva. De hecho, hace dos años ya solicitaron al ayuntamiento un paso de peatones en la Ronda Sur -similar al de la calle Goya-, sin que su propuesta haya sido escuchada. «Tenemos la sensación de que estamos separados como ocurría entre el Berlín occidental y el oriental», afirma uno de los habitantes del barrio.