Pioneras del gol y del respeto en la pista

Cuando ellas se lanzaron a la pista el fútbol sala era sólo cosa de chicos. Corría el año 2007 cuando se fundó el CD Ovifem, el primer club exclusivamente femenino de Asturias. Y desde entonces, destaca la presidenta, Olaya Ania, las mujeres no han dejado de crecer en un deporte que en las últimas dos temporadas ha duplicado el número de equipos senior en competición. Desde el primer momento apostaron por la cantera y las jugadoras han crecido logrando que el fútbol sala femenino tenga cada vez más peso. En la actualidad, el CD Ovifem cuenta con más de cuarenta futbolistas que entrenan y compiten en el polideportivo de La Carisa, en La Corredoria, y en el colegio Baudilio Arce, en Llamaquique.

Las más jóvenes tienen siete años y todas comparten la ilusión por divertirse, aprender con el deporte y aumentar el palmarés de un equipo que ya ha logrado ser medallista en los Juegos Escolares del Principado de Asturias. Una hazaña a la que se suma el ascenso a categoría nacional que lograron en su día las mayores. «Desde los comienzos la escuela ha sido muy importante», señala Olaya Ania. La presidenta es además jugadora del equipo senior y compagina el trabajo de directiva con entrenamientos y partidos. Ha estado presente en el fútbol sala femenino asturiano desde sus inicios y defiende el trabajo de cantera como razón de ser de la entidad. La directiva, además, se muestra satisfecha con el desarrollo de un deporte que no ha parado de meter goles a favor de la inclusión y la igualdad. «Desde que yo empecé con trece años la situación ha mejorado mucho», señala para lamentar a continuación que aún hay niñas que pueden llegar a sentirse señaladas.

Desde las gradas todavía siguen saliendo comentarios ofensivos. Una situación que va a menos pero que provoca que las jugadoras se sientan discriminadas. Por eso, uno de los principales objetivos del Ovifem es proporcionar un ambiente de confianza que permita disfrutar del fútbol sala. Un atractivo que llevó a Alixcia Ordóñez, de 14 años, a fichar por el club. «Me he venido aquí para no ser la única chica y no sentirme diferente», señala esta jugadora, que ejerce como ala y juega por la banda derecha. «Lo mejor de este club son las personas», añade. Una opinión con la que coincide Lucía Collada, de 10 años, que la próxima temporada debutará con el equipo y pondrá en práctica todo lo que ya ha aprendido en los entrenamientos. «Tengo muchas ganas», dice mientras se prepara para el estreno jugando con mis amigas. «Los partidos son lo que más me gustan», comenta mientras señala a los ejercicios físicos como la parte que más le desagrada de las sesiones preparatorias.

Cada vez más niñas como ella pueden disfrutar del balón con sus amigas sin sentirse cohibidas por su género. Porque el Ovifem va hacia arriba. Por los planes del equipo, de hecho, pasa instalarse también en el colegio Buenavista II. Una extensión territorial que favorece la captación de nuevas jugadoras. «Para una niña del oeste de Oviedo se puede hacer complicado desplazarse para entrenar y competir varias veces a la semana hasta La Corredoria», señala la presidenta. Pero su intención es que el Ovifem sea cada vez más grande, sobre todo, por las personas que lo forman. Un equipo pionero del gol y del respeto en la pista que siempre está dispuesto a vestir de corto a nuevas compañeras: «El club está abierto a todas las niñas y mujeres a las que les guste este deporte».