Miles de firmas para detener un «atentado» contra la historia de Oviedo

No todas las rehabilitaciones de fachada son iguales. Porque no todos los edificios tienen la misma historia. Las reparaciones que se están llevado a cabo en la cara exterior de un grupo de viviendas de la calle Samuel Sánchez, por ejemplo, han revolucionado internet y provocado una solicitud masiva de paralización. Más de 8.000 personas se han opuesto ya a estas tareas al considerar que suponen un «atentado» contra la historia de Oviedo.

«La histórica fachada de 'La casa de los tiros' de Oviedo tiene los días contados», señala la campaña iniciada en change.org, que se encuentra activa y que está dirigida al Ayuntamiento de Oviedo y a la Dirección General de Patrimonio Cultural. Sus promotores quieren impdir que se borren los agujeros de bala que aún pueden observarse en los ladrillos, acabando de esta forma con «las huellas de la Guerra Civil en el inmueble con mayor número de impactos de bala en la ciudad».

Las marcas datan del año 1936, tal y como se explica en la propia campaña de change.org. Fue entonces cuando una de las columnas  franquistas rompió el Cerco a Oviedo tras enfrentarse a las milicias republicanas. La fachada del edificio que se encuentra en reparación y que los internautas piden conservar fue parte del escenario en el que se celebró una de las batallas entre los dos bandos. Por ello, «esos impactos de bala tienen un valor testimonial e histórico importantísimo que ahora quieren destruir».

«Lamentable e inadmisible»

«Firmando esto estas ayudando a hacer presión para que, el ayuntamiento de Oviedo y la Dirección General de Patrimonio Cultural de Asturias, tomen medidas para que respete íntegramente la fachada de este edificio que representa una parte reciente pero importante de nuestra historia», concluye una campaña que persigue proteger «el último fósil arquitectónico de la batalla del Cerco a Oviedo». Sus promotores, además, critican que la solución propuesta por la empresa encargada de la rehabilitación pasa por tapar el 90% de la fachada original. Algo que consideran «lamentable e inadmisible».