Las cinco claves del «cohousing»
Oviedo
Estas son algunas de las principales características de este modelo de vida en comunidad que pretende instalarse poco a poco en Asturias
12 Apr 2019. Actualizado a las 05:00 h.
Hace apenas unas semanas que la cooperativa «Axuntase» anunciaba la adquisición de una finca en la localidad de Caravies, en Lugo de Llanera, para su proyecto de cohousing. De acuerdo con sus previsiones estará listo para el año 2022 y supondrá en primer proyecto de este tipo que se llevará a cabo en Asturias. Con una inversión de tres millones de euros, contempla la construcción de 36 viviendas de 50 metros cuadrados y más de 1.000 de zonas comunes. El cohousing surgió en Dinamarca a mediados de los años setenta y se extendió por Europa con el paso de los años. Ya ha llegado a algunas ciudades de España y su éxito demuestra que está aquí para quedarse.
Pero, ¿qué es el cohousing? Se trata del nombre inglés de «comunidades colaborativas» y responde a un modelo de vida en comunidad. Consiste en crear comunidades en las que sus intengrantes puedan convivir los unos con los otros en sus propias viviendas, manteniendo su privacidad pero compartiendo una serie de espacios comunes. Son muchos los expertos que ensalzan los beneficios de esta práctica, sobre todo para las personas mayores frente a las residencias geriátricas que a día de hoy existen en nuestro país. Uno de ellos es Miguel Ángel Mira, arquitecto y Presidente de la Asociación Jubilares (nombre que hace referencia al cohousing senior o de personas mayores), que participaba ayer en las jornadas «Maneras de vivir: El cohousing o alojamiento colaborativo» en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo, organizadas por ASATA, Oviedo Emprende y el Ayuntamiento de Oviedo.
«En mi casa hago lo que quiero»
Una de las principales características de este modelo es la privacidad y la seguridad de poseer una vivienda propia. Tal y como asegura Mira, el cohousing significa estar en casa. Estos apartamentos pueden ser individuales, para parejas, familiares o amigos. Tener tu propia casa te garantiza llevar a cabo todo lo que desees hacer en ella. Puedes decidir si quieres cocinar cada día o si prefieres contratar a quien te haga la comida. Tu casa, tus normas.
Envejecimiento activo
«La salud la genera el propio sistema», afirmaba el arquitecto. Mantenerte activo en la comunidad realizando las actividades que deseas asegura una tardía llegada de la dependencia. Así lo han demostrado algunos de los estudios publicados en otros países europeos. «Si a un anciano que comienzan a cuidar le ponen un día el pañal y lo acostumbran a él, no volverá al baño a hacer sus necesidades, el modelo de atención existente en España genera dependencia», explicaba Mira. En un entorno como este tú decides quién quieres que te cuide y en qué momento dependes de alguien. Incluso no es necesario que estos servicios se externalicen, sino que pueden hacerlo tus propios compañeros de comunidad.
«Somos los responsables de nuestra vida»
Lo que nos lleva a la tercera clave: eres quien maneja el timón en todo momento. «Este modelo de convivencia te permite decidir qué pasa con mi vida y mi proyecto vital, no lo hace el gerente de una residencia», comentaba el arquitecto.
Régimen de autogestión democrático
No todo el mundo es apto para vivir en este tipo de comunidades. Si eres receloso de tu intimidad y te gusta ir a tu aire, entonces este no es tu sitio. Aquí, todos los integrantes tienen que implicarse en cada decisión y tienen derecho a voto. Normalmente quienes viven en el cohousing tienen una cierta cohesión ideológica, lo que evita que haya problemas entre ellos.
Cooperativa sin hipotecas individuales
Los habitantes de la comunidad reciben el nombre de socios, dado que realmente no son propietarios de los inmuebles. Quien quiere entrar a formar parte recibe la cesión del uso del inmueble de la cooperativa pagando una cantidad al entrar que recuperan cuando la abandonan. Además, se paga un alquiler mensual que incluye contribución a los gastos generales. Al no ser propietarios, no existen hipotecas ni contratos.