El misterio del origen de la palabra «Oviedo»
Oviedo
Las teorías sobre su significado son muchas y muy variadas y, a día de hoy, no ha podido confirmarse su etimología
24 Mar 2019. Actualizado a las 00:58 h.
Las teorías que rodean el origen de la palabra «Oviedo» son muchas y muy variadas. Es destacable que, a día de hoy, el significado del nombre de la capital asturiana continúe siendo un misterio. También son varias las distintas formas en las que el nombre de Oviedo ha aparecido escrito en distintos documentos a lo largo de la historia, cosa que no ayuda a aclarar su origen etimológico. En las crónicas medievales del Reino de Asturias se le denominaba Ovetao u Oveto, mientras que en el testamento de Alfonso II aparecía escrita como Ovetdao. Pero, ¿a qué se le atribuye su origen? Las distintas versiones de esta misma palabra hacen imposible confirmar su etimología. Lo que sí está claro es que existen unas teorías más fiables que otras.
Una de las teorías más conocidas sugiere que el término Oviedo proviene de la unión de urbs y vetus, lo que en latín significa «ciudad vieja». Este sentido es totalmente descartado por Xosé Lluis García Arias, quien fuera presidente de la Academia de la Lengua Asturiana desde su fundación en 1981 hasta 2001 y el cual ha realizado un extenso estudio sobre el origen de los topónimos asturianos. Otra de las posibilidades sugeridas y que este filólogo también rechaza es la de ovis + etum, cuyo significado es «lugar abundante en ovejas». Ubi edo («donde como»), u Obieta («sitio de cañadas») son otras de las hipótesis existentes pero que carecen de fuerza.
Otros relacionan el lugar como un antiguo lugar de veneración a Júpiter, debido a que se considera que iovetano es adjetivo de Iove, Júpiter en latín. También se ha elucubrado con su origen celta, asegurando que la O proviene de aqua y bedus, cuyo significado es fosa, río o canal. Sea como fuere, ninguna de estas interpretaciones son las más fiables para García Arias, que en su publicación El porqué de los nombres de nuestros pueblos se centra concretamente en tres posibilidades interpretativas.
Conjunto de peñascos rocosos blanquecinos
El historiador Joaquín Manzanares propuso en una de sus tesis que el nombre de la ciudad proviene del latín albetum, cuyo significado es «blanquecino», debido al aspecto del montículo en el que se instaló la ciudad. Descripción que coincidiría con la que en 1695 hizo el Padre Carvallo de la capital. Siguiente esta teoría, García Arias defiende el sentido cromático pero no su raíz, dado que propone que podría provenir de su variante esdrújula albidus, con mismo significado. De ahí derivaría a albeu que, a su vez, se transformaría en albiu. Sumado a -etum daría lugar al nombre Albietum - Oubiédu - Obiedu - Ubiéu - Uviéu. Una teoría para este filólogo más que probable que traería como significado «conjunto de peñascos rocosos blanquecinos».
Zona de fortificaciones
Otros estudios aseguran que su origen etimológico proviene de la palabra Oppidum, cuyo significado es «lugar fortificado». «El único problema, no pequeño, es que esta palabra parece que no cuenta con descendientes entre nosotros», asegura García Arias en su publicación. Pero, tal y como continúa escribiendo, si se acepta la variante opidum, podría suponerse la siguiente evolución: obi(d)u - obiu - Uviéu. En este caso, el significado del topónimo sería «zona de fortificaciones», aunque el filólogo asegura que esta propuesta no es muy avalada por la arqueología.
Lugar abundante en arroyos
La tercera de sus hipótesis deriva también de la descripción del padre Carvallo pero, esta vez, de la parte en la que afirma que el lugar donde si sitúa la ciudad «despide con facilidad las aguas de las lluvias». Así, García Arias parte de alveum + etum, que daría lugar a alvietum - Ouviedu - Oviedu - Oviéu - Uviéu. De ser factible esta teoría, el nombre de la ciudad querria decir «lugar abundante en arroyos».