Despoblarte y a la vez poblarte
Opinión
23 Dec 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Andares en el espacio-tiempo
entos andares con prisas
andares a mandíbula latente
andares cabeza abajo
maseteros andarines
a dentelladas andando.
Si uno
olvida que es un aprendiz
uno deja de ser maestro.
Los recuerdos no tienen paredes
las miradas no tienen planos
las entrañas no tienen tiempos
los deseos no tienen límites.
Si uno
no se encariña de su vida
se encariña de su muerte.
Desnudarte, despoblarte y a la vez poblarte
Según me he ido desnudando
a lo largo de mi vida
he ido viendo cómo
se les iba cayendo el ropaje
a todos los demás.
Desnudarte es despoblarte
desnudarte es despoblarte
y a la vez volver a poblarte.
Desnudarte es despoblarte
de lo que todavía te ata.
Desnudarte es poblarte
de nuevos deseos
o de los deseos de siempre
abriéndose paso
por los caminos del ahora
con ilusiones presentes
con pasiones profundas.
La vida son pasiones
o son ataduras
disfrazadas de razones
asesinas de ternuras.
Desnudarte es arrancarte
con dolor las ataduras
despoblarte de servidumbres.
Desnudarte es poblarte
con pasión, de placeres
desnudarte es apostar
con valor, por deseos
conscientes y tiernos
que rompen cadenas
en apariencia racionales.
¡Ay, ay, ay, somos querencias!
El cerebro no duele, la conciencia sí
En la pequeñez
de la conciencia humana
reside la grandeza
del resto de la materia.
El cerebro no tiene receptores del dolor, no duele. La conciencia duele. Pero duele porque es esquizofrénica. La conciencia liberadora duele mucho. La conciencia lúcida duele bastante. La conciencia amordazada duele poco. La conciencia abotargada casi no duele. Y la conciencia amortajada no duele nada.
La conciencia es menos de un 1% de la psique humana, lo demás es inconsciente. Su escisión nos recorre por el Ello, el Yo y el Superyó. Esa es la fuente de todas nuestras esquizofrenias.
Somos quienes nos pueblan, desde que nacemos hasta que morimos. Somos esquizofrenias que nos pueblan, desde que nacemos hasta que morimos. Quienes nos pueblan esquizofrénicamente nos insertan lo que les puebla.
Nos pueblan trabajo y explotación, liberación y opresión, placer y represión; nos pueblan palabras vacías y agudas, miradas duras y tiernas, sonrisas falsas y sinceras; nos pueblan abrazos dominantes y solidarios, caricias posesivas y cariñosas, besos poseedores y placenteros; porque nos pueblan momentos bondadosos y tiempos perversos, experiencias que nos hunden y que nos elevan, sabiduría entregada y conquistada; nos pueblan mentiras y verdades, inocencia y malicia, gozo y dolor.
Nos pueblan conciencias oprimidas y liberadoras, conciencias subordinadas e independientes, conciencias reaccionarias y revolucionarias. Y uno se pasa la vida apostando entre las esquizofrenias, ay, que nos pueblan. Por eso la conciencia duele.
Cantemos a nuestra vida, porque resuenan muchas vidas y, cuando nos pueblan, emanan todas esas vidas; porque pululan muchas risas y, cuando nos pueblan, retumban todas esas risas; porque en nuestra sangre habitan muchas sangres y, cuando nos pueblan, fluyen todas esas sangres.
Individuos sociales con conciencia emocional
Porque la ley universal de la contradicción es inexorable
y las contradicciones particulares imposibles de ignorar
porque lo universal reside en lo particular
se recomienda ser consciente de las propias contradicciones.
Siendo conscientes, y respetuosos, no sólo de las leyes de la física y sus derivados químicos y biológicos, sino también de las leyes del materialismo histórico, ¿podemos ignorar ciegamente, como individuos esencialmente sociales, las leyes de la psique humana, que íntimamente pueblan nuestro cerebro?
Somos individuos sociales y conciencia emocional. Tenemos una contradicción básica en nuestra realidad y en nuestra conciencia, como individuo social determinado socialmente y como individuo social determinado individualmente. La base material es que somos un individuo, pero un individuo social con una muerte individual socialmente determinada.
No es fácil andar desnudo por la vida.
Posdata. Mi humilde obsequio para los que tienen a bien publicarlo, para los que tengan a bien leerlo, para los que tiernamente me pueblan y para mi Mar y sus mares, para poblar otoñales.
Se ganan afectos
muy diversos
que sean muchos
se cumplen afectos
muy intensos
que duren mucho.