Unos premios, una ventana al mundo

Nuestra región se convierte estos días en la sede de uno de los eventos más destacados del año en España: la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Unos galardones que reconocen y premian la excelencia y el trabajo de los premiados y que, a su vez, sirven para sumar y para unir, en un solo acto, ideologías, religiones o visiones diferentes del mundo. En los campos de las Artes, Comunicación y Humanidades, Cooperación Internacional, Deportes, Letras, Ciencias Sociales o Investigación Científica y Técnica o la Concordia, los reconocidos en cada área destacan por la brillantez de sus respectivas carreras, pero también por la superación de obstáculos y, en algunos casos, por la lucha personal para alcanzar sus propias metas.

Carolina Marín, Premio Princesa de Asturias de los Deportes, es un claro ejemplo de esa superación. Sus méritos deportivos con el bádminton son ejemplo y fuente de inspiración para futuras generaciones. El Premio Princesa de Asturias de las Artes, Joan Manuel Serrat, es historia viva de nuestra música. Con sus letras ha puesto la banda sonora a varias generaciones y todo ello, tal y como reconoció el jurado en el fallo, con la tolerancia, los valores compartidos, la riqueza de la diversidad de lenguas y culturas, y la libertad como telón de fondo. Marjane Satrapi, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, considerada como una de las personas más influyentes en el diálogo entre culturas y generaciones, destaca por su búsqueda constante de un mundo más justo. Las aportaciones del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, Michael Ignatieff, y sus aportaciones lo convierten en un faro de guía en mundo tensionado por las guerras y los extremismos políticos. La Premio Princesa de Asturias de las Letras, Ana Blandiana, es merecedora de este reconocimiento por su capacidad extraordinaria de resistencia frente a la censura. El Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2024 reconoce a Magnum Photos por su labor de fotoperiodismo dando enfoques y visiones diferentes sobre conflictos bélicos, retratos o paisajes.

Finalmente, los dos galardones que destacan por ser trabajos que mejoran a la sociedad en su conjunto. El Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional a la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) por apoyar a millones de personas en el mundo en el desarrollo de la educación, la cultura, la ciencia, la lengua y los derechos humanos, y el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica a los investigadores Daniel J. Drucker, Jeffrey M. Friedman, Joel F. Habener, Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov por sentar las bases médicas de enfermedades que son ya un problema mundial de salud pública como la diabetes o la obesidad.

Como decía al principio, los Premios Princesa de Asturias son unos galardones que suman y unen, y el claro ejemplo de ello es su programa cultural Toma la Palabra. Una edición más vuelve a salir a las calles del Principado con una propuesta que se amplía en número de días, de actividades y de entradas. Es una forma de acercar a todos los públicos y hacer perdurar el evento más allá de la ceremonia de entrega. También es una manera de vincular a la sociedad asturiana con los premios, despertando el interés y la inquietud por el trabajo de los galardonados y saber por qué han sido merecedores de este reconocimiento. Estamos encantados de haber contado en uno de nuestros centros educativos de Siero con la presencia de Joan Manuel Serrat. Ha sido una oportunidad única para que los jóvenes descubran en él a un referente cultural y humano. Como él mismo canta en su canción, usando versos de Antonio Machado, “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Seguro que su visita ha contribuido a que futuras generaciones comiencen a trazar el suyo propio.