Las cosas de la edad
Opinión
18 Sep 2024. Actualizado a las 22:24 h.
Que un señor con 81 años, un auténtico maestro de la canción y el espectáculo, siga al pie del cañón dando conciertos a este ritmo es algo al alcance de muy pocos, sólo al alcance de aquellos que están en el Olimpo de la música, y Raphael es uno de ellos. Con todas las localidades de silla vendidas y no tanto público de pie, las cosas de la edad, el de Linares deslumbró con sus nuevos temas para luego dar paso a sus grandes éxitos que merecieron la ovación de los que estaban en la Ería. Entre los asistentes estaba Canteli con su mujer, que se ve que esta música le tira más que la de Lola Índigo, otra vez: cosas de la edad.
Mientras todo esto ocurría a las puertas del Tartiere, la gente en el San Francisco se quejaba de que las orquestas empiecen a las 11 de la noche por semana, reclaman más música en directo. «Un hilo musical está bien para los ratos muertos, pero esto lo tiene cualquiera en su casa con Spotify o YouTube. La fiesta necesita del directo para animar a la gente, hay demasiado carcamal sentado y sin moverse», se quejaba Eduardo, recién llegado de Madrid para ver a su familia y vivir un poco San Mateo.
Este martes por la tarde también fue el día del Real Oviedo, algo que se había perdido y se volvió a recuperar este año. Algunos jugadores se acercaron hasta la carpa que montó el club en el Sanfran para dejarse ver, saludar y sacarse muchas fotos con los aficionados. Cazorla, como el actual emperador máximo del oviedismo, y Colombatto, por el gol de la victoria frente al Cartagena, fueron los más requeridos. Entiendo que, en cierto modo, esto de poner la cara les va en el sueldo, pero siempre es de agradecer que se muestren tan cercanos. Reconozco que todo muy bien, pero nada que ver con lo de aquellos años en el chiringuito de la APARO donde Fernandi junto a Pajarón y algún otro ponían patas arriba Porlier y la juerga se alargaba hasta las gozosas horas de la madrugada.
Llego al ecuador de este San Mateo con las pilas cargadas, la cartera resistiendo y el blíster de Almax e ibuprofeno sin tocar: las cosas de la edad. Aunque sigo sin tener claro si es que soy yo, son las fiestas o quizá un poco de todo.