La Voz de Asturias

Sudar la gota gorda

Opinión

Diego Valiño
El presidente del Principado, Adrián Barbón (c-sentado) durante la misa ofrecida por el Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz (d) durante los actos organizados en el Santuario de Nuestra Señora de Covadonga

06 Sep 2024. Actualizado a las 05:00 h.

Confieso que tenía pocas esperanzas de ver a corto plazo un 8 de septiembre en el que el Día de Asturias/Asturies no estuviera centrado en un evento religioso. Se dice que la esperanza es lo último que se pierde, pero reconozco que no tenía ningún pálpito de que en este 2024 no hubiera presencia institucional en la misa de Covadonga/Cuadonga (quien quiera ir a título personal, independientemente de la responsabilidad política que ostente, está en su pleno derecho de hacerlo). Ahora solo espero que sea ausencia de autoridades sea algo permanente y que no volvamos para atrás sea quien sea la persona designada para dirigir el Arzobispado de Oviedo/Uviéu (y también que sigamos avanzando hacia la laicidad. Desconozco si la RTPA va a seguir los pasos de años anteriores emitiendo en directo tanto la ceremonia católica como sus informativos desde el exterior de la basílica, más si cabe cuando la celebración institucional se va a desarrollar en los tres concejos de Los Oscos/Os Ozcos). Así que tras sudar la gota gorda, por fin, toca aparcar este asunto y desear a toda la ciudadanía asturiana un feliz día de la comunidad autónoma (y lo mismo para las y los extremeños) y que mañana en el derbi gane el mejor, es decir, el Real Oviedo. Lamento mucho que no puedan acudir aficionados azules a las gradas de El Molinón, pero a mi juicio la polémica no debería estar centrada en el número de entradas, sino en las condiciones que tienen que asumir los seguidores visitantes para ver un partido de fútbol (ya escribí hace tiempo mi punto de vista con los protocolos que se aplicaban para garantizar la seguridad y sigo pensando lo mismo que entonces). No obstante, también me ha parecido correcta la decisión de las peñas azules de no viajar mañana a Gijón/Xixón y que el club azul mantenga su disposición de enviar las mismas entradas de temporadas pasadas al Sporting para el partido de vuelta en el Carlos Tartiere.

En este inicio del curso político en España es verdad que no hay sospechas de nuevas elecciones, pero sí de que la legislatura se puede complicar a cuenta de la financiación de las comunidades autónomas, especialmente si se atiende a la llamada ‘singularidad’ de Cataluña/Catalunya (el President de la Generalitat, Salvador Illa, defendió en el Parlament el acuerdo alcanzado con Esquerra Republicana). Pedro Sánchez se ve convencido de que aguantará hasta 2027 y no lo pongo en duda, pero va a tener que sudar la gota gorda para aprobar los presupuestos y otras tantas leyes en estos próximos tres años. El Comité Federal del PSOE convocará mañana el 41 congreso del partido (que por lo publicado se celebrará en Sevilla del 29 de noviembre al 1 de diciembre), y es evidente que este tema será el asunto central, especialmente porque en el resto de territorios de España se necesita mucha pedagogía para hacer ver que los pasos dados han servido para acabar con el procés (se aprobaron los indultos y la ley de amnistía que han calmado la tensión social y el PSC, tras catorce años, ganó las elecciones y gobierna la comunidad autónoma) y que la vida sigue y no se ha roto España, como aventuraba la derecha. Además, se ha conseguido desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (nombrando por primera vez a una mujer como presidenta [Isabel Perelló]) y la economía no es motivo de crítica para la oposición. De todas maneras, no debemos despistarnos porque el conformismo puede acarrear victorias indeseadas, como la que ha conseguido la ultraderecha en la región alemana de Turingia. Se suponía que tenían erradicados y prohibidos los partidos nazis, pero lo que debemos sacar de enseñanza de este tipo de situaciones es la importancia de gestionar bien la crisis migratoria (como nos ocurre en Ceuta, Melilla y Canarias) para evitar la proliferación de partidos de extrema derecha en las instituciones, que no tienen pudor alguno en relacionar a quienes buscan una vida mejor (aunque sean menores) con potenciales criminales. Por cierto, hay a quien no le parece bien que la mitad de las nuevas trabajadoras y de los nuevos trabajadores de Amazon no sean nativos de Asturias/Asturies. De un hijo de un gallego y de una catalana que se asentaron en Oviedo/Uviéu, mi más sincera bienvenida a nuestra tierra y mi deseo de que su estancia sea lo más feliz, grata y satisfactoria posible.


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