La Voz de Asturias

En plena era digital, formación, empleo y tecnología van al alimón

Opinión

Pilar Suárez
Imagen de archivo de una científica del grupo Zendal que ha colaborado con el CSIC en el desarrollo de la vacuna contra la leishmaniasis canina

01 Jun 2024. Actualizado a las 05:00 h.

Solemos pensar que la innovación va exclusivamente ligada a generar un producto o servicio diferente en el mercado por el que se incorpora un novedoso proceso de fabricación o nuevos métodos de organización. Para este cambio juegan un papel importante las empresas, los cluster, las universidades o los Centros Tecnológicos; pero muchas veces se nos olvida que la innovación es también social y dentro de esta: educativa o formativa.

En la innovación educativa y formativa es en la que me voy a centrar en este artículo, puesto que toda mi vida laboral ha estado vinculada a la formación profesional para el empleo y a la cualificación de personas a medida de las necesidades de los perfiles profesionales de las empresas o de los sectores productivos.

La innovación educativa-formativa ocasiona un importante cambio de roles en el profesorado y en el alumnado. La forma de aprender de las personas ha cambiado mucho durante los últimos años debido a la introducción de las nuevas tecnologías y a la innovación en las metodologías de enseñanza/aprendizaje, ya que desde la educación infantil ofrece oportunidades igualitarias para los niños y las niñas.

A través de la innovación aparecen (entre otras, estas metodologías de enseñanza/aprendizaje):

La Gamificación. Que utiliza juegos para enseñar y potenciar la motivación del alumnado. Recientemente con una herramienta de gamificación Kahott hemos logrado que en muy poco tiempo alumnado de formación profesional conozca las diferentes herramientas y procesos que deben usar para el desempeño de la ocupación para la que se están formando chicos y chicas.

La pedagogía inversa. En la que actividades que históricamente se hacían en clase, el alumnado puede hacerlas desde cualquier lugar a través de su ordenador, teléfono móvil o Tablet y aprovechar las clases como sesiones presenciales para trabajar en equipo, relacionarse, comunicarse y tratarse como iguales.

El Aprendizaje colaborativo. Que facilita la adquisición de competencias clave para el desarrollo personal y laboral. Las denominadas competencias blandas o soft skills, que son las más demandadas para la inserción en el mundo del trabajo, mantenimiento y crecimiento dentro del mismo.

La Realidad virtual y realidad aumentada. Que permiten al alumnado modificar una escena del mundo real o crear entornos virtuales nuevos y completamente inmersivos. Es el caso de los simuladores de soldadura o de pilotaje de helicópteros (por ejemplo). Estos simuladores permiten a las mujeres conocer realizaciones profesionales vinculadas históricamente a los hombres.

El Aprendizaje por proyectos (ABP). Que permiten crear grupos de alumnado que simulan el trabajo de equipos de profesionales dentro de las empresas desarrollando también las denominadas soft skills, la toma de decisiones las habilidades de autogestión, el pensamiento crítico y en general la autonomía en el aprendizaje a lo largo de la vida.

La innovación educativa-formativa es fundamental para que el aprendizaje se adapte a las necesidades de las personas en cada momento y evolucione para motivarlas y convertirlas en personas que disfruten aprendiendo. Sin tener en cuenta el género, brindando las mismas oportunidades a los hombres y a las mujeres, preparándolas mejor para enfrentar los desafíos del mundo real. La manera en que se educa a los niños-niñas, chicos-chicas o personas adultas ya no se basa en grupos pasivos que escuchan a un profesor, sino que es un aprendizaje conjunto en el que todas las personas son iguales y activas.

La automatización de los procesos productivos por un lado y los avances tecnológicos en la educación-formación, hoy permiten:

Que las mujeres desempeñen trabajos históricamente masculinizados como son la estiva en los puertos (hoy totalmente mecanizada), el manejo de grúas en la industria y la construcción, capitanear un barco, conducir un tren o trabajar dentro de una mina. Este tipo de innovación educativa-formativa y la incorporación de nuevas tecnologías (fruto de la innovación tecnológica e industrial) han colaborado a que las mujeres se incorporen a sectores productivos claramente masculinizados además de que las mujeres no relacionen ciertas profesiones con un género concreto.

Que exista flexibilidad laboral: el teletrabajo y la colaboración en línea contribuyen a la conciliación permitiendo que las mujeres se incorporen a entornos laborales donde antes tenían mayores dificultades. La innovación tecnológica permite superar barreras geográficas y de género.

Que se incrementen las oportunidades de empleo: los portales, las aplicaciones y las plataformas de empleo en internet amplían las oportunidades laborales de las mujeres a través de la búsqueda activa de empleo. 

Que se desarrolle el emprendimiento: despliega herramientas y recursos para que las mujeres puedan emprender negocios y convertirse en autónomas o empresarias, creando productos o servicios que desde su casa puedan ofrecer al resto del mundo.

Que se reduzcan los sesgos: las tecnologías de inteligencia artificial y aprendizaje automático pueden ayudar a eliminar sesgos de género en los procesos de contratación y promoción al basarse en datos objetivos y criterios transparentes. Esto puede aumentar la equidad de género en el lugar de trabajo y abrir más puertas para las mujeres.

Que faciliten el aprendizaje permanente: la formación en línea y las plataformas de aprendizaje digital, puede permitir a las mujeres adquirir nuevas habilidades y competencias técnicas que son cada vez más valoradas en el mercado laboral. Conseguir titulaciones o certificaciones profesionales que les permita incorporarse al mercado laboral. En la formación on-line se cuenta con simuladores para adquirir habilidades y destrezas en ocupaciones con alta demanda laboral.

La innovación puede desempeñar un papel crucial en la eliminación de barreras y en la creación de un entorno laboral más inclusivo que fomente la participación plena y equitativa de las mujeres en todos los sectores y niveles de la economía.

En resumen, a pesar de los esfuerzos por fomentar la inclusión de mujeres en algunas ocupaciones masculinizadas sigue existiendo una brecha importante puesto que pesan los estereotipos de género, la ausencia de modelos femeninos a seguir o el desarrollo de los incipientes modelos de conciliación. Abordar las barreras para promover la inclusión de las mujeres en campos como la tecnología, las ingenierías y las matemáticas (STEM) o en general en ocupaciones en las que están subrepresentadas requiere un enfoque integral que incluya políticas educativas, innovación en los modelos educativos-formativos, cambios culturales, programas de mentoring y apoyo institucional para crear entornos más inclusivos y equitativos.

Pilar Suárez, es Titulada en Ciencias de la Educación y en educación de adultos por la UNED. Fue Directora de Formación de Fondo Formación Asturias. Directora-Gerente de la Fundación del Metal y desde hace cinco años trabaja en programas de capacitación profesional e inserción laboral. Cuenta con más de 30 años de experiencia en formación e inserción de mujeres en ocupaciones en las que estamos subrepresentadas


Comentar