Volvemos con la razón de Estado
Opinión
12 May 2023. Actualizado a las 05:00 h.
Aunque el término Razón de Estado, se atribuye a Nicolás Maquiavelo, en realidad no fue acuñado por éste. No obstante, no sería justo quitarle mérito al renacentista, todo el mundo coincide en que este autor inspiró este y otros conceptos similares. La idea de Razón de Estado consiste en que, determinados actos que van en contra de la moral y la justicia son necesarios para salvaguardar otros de mayor importancia. Así de simple.
El otro día muchos ciudadanos tuvimos que tragarnos sapos y culebras al ver como el Presidente de Colombia, después de insultar, vilipendiar, mentir y reírse a la cara de los españoles, era agasajado con los mayores honores oficiales que puedan concederse a una persona en España.
Admiro las tragaderas de algunos políticos que con dos… tienen que agachar la cabeza ante personajes como Gustavo Petro. Para el homenajeado, el Gobierno tiró la casa por la ventana, sacaron la vajilla nueva, las mejores galas, paseo por Madrid en Rolls Royce y encima le dan llaves de la Capital… -Con lo que cuesta conseguir unas llaves hoy en día-. Eso de «dar la otra mejilla» está muy bien, pero que sea la mejilla, no otra parte del cuerpo.
Entiendo la Razón de Estado, entiendo que existan intereses económicos que estén por encima del orgullo patrio. Pero hay que pensar que cuando alguien nos trata de esta forma no hay que apresurarse en tanta lisonja, es una cuestión de autoestima, si es que todavía nos queda algo de esta.
Desconozco los entresijos políticos o mejor dicho económicos que han llevado a tal decisión, pero al menos hubiera sido necesaria una explicación a los ciudadanos, algo que nos hubiera hecho entender mejor el porqué de esta incoherencia. No sé que me da más pena, si ver a nuestros dirigentes doblegados ante cualquier… presidente, o saber que las infamias y burlas hacia nuestro país les trae sin cuidado.
No voy a juzgar la controvertida figura de Gustavo Petro, se lo merezca o no, es presidente de un país y merece respeto no tanto por su polémica persona, sino por lo que representa su cargo.
Supongo que el arte de la diplomacia es así y que nuestro Presidente es un astuto y pragmático Richelieu que va a lograr algo maravilloso de esta aparatosa adulación. Y si no es así, me bajo del barco en el próximo puerto. No quiero azuzarle querido lector, no se ofenda por lo sucedido, usted como yo somos inconscientes ciudadanos que no podremos comprender nunca los entresijos de la realpolitik.