Hay que seguir avanzando
Opinión

01 May 2023. Actualizado a las 05:00 h.
Llegamos a este 1º de Mayo con el corazón encogido por la guerra en Ucrania; con millones de personas en nuestro país atenazadas por el paro, la precariedad y la pobreza; con unos precios desbocados que hacen imposible llegar a final de mes a demasiadas familias. Y llegamos a este día con muchas asignaturas pendientes también en Asturias. Todo ello en un año de citas electorales decisivas que pueden echar al traste los importantes avances logrados y que han beneficiado a la gran mayoría social. No podemos dar pasos atrás.
Aunque el paro se ha reducido en estos últimos años, sigue siendo el principal problema de nuestro país. En Asturias, particularmente, no hay razones para el optimismo, cuando la mitad de las personas en paro lo son además de larga duración (llevan más de un año buscando empleo sin encontrarlo), cuando el paro juvenil alcanza cifras pavorosas, cuando lideramos la brecha salarial entre hombres y mujeres. Y cuando la mitad de las personas que se encuentran privadas de un trabajo remunerado ni siquiera cuentan con cobertura por desempleo y tienen que sobrevivir con una prestación asistencial de 480 euros al mes. No es fácil vivir así. No debería permitirse. Porque, además, no todo el mundo con empleo tiene garantizada una subsistencia digna: en los últimos años ha aumentado de hecho el número de trabajadores y trabajadoras pobres.
Por eso es tan importante crear empleo decente, con sueldos dignos y protección social suficiente. Por eso es tan importante subir los salarios, bajar los precios y repartir los beneficios empresariales, como reclamamos en este 1º de Mayo. Así lo haremos en la manifestación que tendrá lugar en Oviedo, con salida a las 12 de la Plaza de América.
La crisis de la inflación no es solo culpa de la guerra. Una parte muy estimable de la subida de los precios responde a los beneficios empresariales. Y mientras las empresas mantienen o aumentan sus márgenes, los trabajadores y trabajadoras y la población más vulnerable pagan el pato. Por tanto nuestra reivindicación sindical en la negociación colectiva seguirá pasando por los incrementos salariales. Necesitamos salarios decentes que crezcan en paralelo a la inflación para poder garantizar el poder de compra. Y en este sentido la cláusula de garantía salarial se hace imprescindible. La patronal no puede mirar para otro lado.
Hay que seguir avanzando. Y el diálogo social ha demostrado en los últimos años que, frente a las políticas antisociales y los recortes impuestos por la derecha, se puede gobernar en beneficio de la clase trabajadora.
La reforma laboral está logrando enormes avances en la lucha contra la precariedad, con cifras inéditas de contratación indefinida. La subida del salario mínimo ha hecho justicia salarial y está favoreciendo sensiblemente a las personas menos favorecidas del mercado laboral. El acuerdo de pensiones ha garantizado su poder adquisitivo y el futuro del sistema a través de la aportación de ingresos que refuerzan la suficiencia y sostenibilidad. También el incremento de las prestaciones por desempleo se ha sumado a este conjunto de medidas, que sin duda han contribuido a luchar contra la pobreza y la desigualdad social.
Esa es la dirección. No podemos volver atrás. Por eso es tan importante también que la clase trabajadora sea consciente de la importancia de su voto en las próximas citas electorales y de otorgar el apoyo a las propuestas de progreso que apuesten, como defiende CCOO, por el empleo de calidad y la igualdad efectiva; fortalecer las políticas sociales y los servicios públicos; el derecho a una vivienda digna; avanzar en políticas de cuidados y ayuda a la dependencia. Y en Asturias, además, por el apoyo a la industria y la transición justa; la culminación de las infraestructuras; y medidas efectivas para atajar la despoblación, el envejecimiento y el éxodo laboral de nuestra juventud.
Hay que seguir avanzando.
José Manuel Zapico es secretario general de CCOO de Asturias