El deterioro de las instituciones
Opinión
16 Dec 2022. Actualizado a las 05:00 h.
Me parece que el Mundial que terminará el domingo, con Francia y con Argentina como aspirantes a ser los campeones, no será de los más recordados por el fútbol precisamente. Si ya no pudo haber más polémica cuando salió elegida Catar (que ha conllevado que se hayan tenido que parar las ligas nacionales ante la imposibilidad de realizarse el campeonato en verano por las altas temperaturas), no han sido menos las noticias negativas que hemos ido conociendo desde entonces. A los más de seis mil muertos que se estiman que ha habido a consecuencia de las duras condiciones laborales que estaban expuestos quienes trabajaron en la construcción de los estadios, ahora se añade los presuntos sobornos a eurodiputados, que ya llegado a salpicar incluso a una de las máximas dirigentes del Parlamento Europeo, como es Eva Kaili. Los lobbies no pueden marcar la agenda porque ello redunda en un deterioro de las instituciones, y más aquellas elegidas directamente por la ciudadanía, como es el caso del Parlamento Europeo. La crisis institucional que se ha abierto se ha intentado solventar con una decisión urgente, como es la de cesar a esta política griega como vicepresidenta de la eurocámara, pero hasta que no se destapó este escándalo el pasado viernes no tuvo el mínimo rubor de intervenir en Estrasburgo para decir cosas tan falsas como que Catar es una referencia en derechos laborales. Además, ha viajado al país árabe en varias ocasiones durante esta legislatura, todo esto sin llamar la atención. La actitud de esta mujer es vergonzosa, pero lo que no me cabe en la cabeza es como su partido (el PASOK) y su grupo parlamentario (Socialistas y Demócratas, donde se ubica el PSOE) han permitido que un verso suelto se colara entre sus filas y que alcanzase estas cotas de poder tan altas. Veremos en qué acaba el asunto, porque lo que conocemos aún es muy inicial y podría ir a más si Marruecos también ha procedido a realizar una actividad parecida a la de Catar con algunos políticos italianos.
Ayer fue un día atípico (en palabras de muchos analistas, inédito) y bastante triste. Si ya es un bochorno que el órgano de gobierno de los jueces lleve cuatro años sin renovarse por el bloqueo del PP (¿qué estaríamos diciendo si el Presidente del Gobierno continuara en el puesto sin convocar elecciones tras agotar una legislatura?), es también lamentable que el Tribunal Constitucional haya tenido la tentación de frenar un debate y una votación parlamentaria (no obstante, el suspense se mantiene, porque se ha aplazado al lunes la suspensión o no de la reforma que ha planteado el Gobierno para proceder a su renovación). Se puede estar en contra de medidas (que desde luego suscitan polémica) como son las modificaciones de los delitos de sedición y malversación, pero la voluntad popular se expresa en las urnas y las mayorías que de ahí emanan acuerdan y aprueban leyes. ¿Dónde está la separación de poderes cuando el judicial quiere entrometerse en legislativo? Hablamos mucho de la injerencia del ejecutivo, pero ayer se estuvo a punto de superar todos los límites. El deterioro a las instituciones se incrementa y expande como un virus por culpa de artimañas de este tipo, y sinceramente, es terrible que el principal partido de la oposición tenga este comportamiento con indecente y antidemocrático.