La Voz de Asturias

Protejamos Asturias/Asturies

Opinión

Diego Valiño
La calle Uría de Oviedo, vacía

06 Nov 2020. Actualizado a las 05:00 h.

Mientras seguimos esperando a ver quién es el ganador de las elecciones de Estados Unidos, en España y en toda Europa constatamos con mucha impotencia, angustia, cansancio y decepción que la cifra de contagios y de muertes por el coronavirus sigue en ascenso. Tanto es así que, con diferentes decisiones, cada país está adoptando medidas restrictivas para frenar esos alarmantes datos que a veces parece que no los vemos numerosos. Es importante no normalizar la situación y actuar responsablemente, porque en cada uno de nosotros está por ahora la única vacuna que hay: no propagar más la covid-19. Ojalá esas «revueltas» que vimos en algunas ciudades de nuestro país, con saqueos a tiendas, hayan desaparecido. Necesitamos más chicos como Pablo, de Logroño, que su gesto es un orgullo para la clase obrera frente a la intolerancia y a la ignorancia científica.

Entiendo que la ciudadanía se sienta a veces aturdida ante el aluvión de mensajes contradictorios, tanto a nivel político como técnico. El lunes, que fue festivo, el presidente del Gobierno del Principado anunciaba que iba a pedir al Estado el confinamiento domiciliario. Antes de terminar su rueda de prensa, el Ministro de Sanidad le contestaba a través de una videoconferencia que con el actual Estado de Alarma las autonomías tienen las herramientas suficientes para actuar. Illa pidió tiempo para valorar si funcionan las medidas vigentes e instó a no tomarse las restricciones como una carrera a ver quién las hace más exigentes. Creo que no fue un comentario acertado porque si los expertos que asesoran al Principado consideran que nos debemos quedar en casa para aplanar la curva, quiero creer que no lo hacen por fastidiar a nadie, sino para salvar la Sanidad (es muy importante la Navidad en el aspecto económico para el comercio y en el sentimental para las familias, pero para el interés general remarco que primero va la salud y luego la economía).

El «no» de Salvador Illa ha dejado muchos interrogantes. ¿Por qué el Gobierno nacional es más comprensivo con Isabel Díaz Ayuso, que ha tenido un comportamiento desleal y totalmente inaceptable desde siempre, y es en cambio reacio a atender el SOS que ha lanzado Asturias/Asturies? El Gobierno del Principado no se ha metido con nadie. Solamente ha pedido gestionar en su territorio el confinamiento domiciliario sin exigir que se tenga que aplicar a otras autonomías. Hay muchos epidemiólogos en las televisiones que no dudan de que nos confinaremos en casa sí o sí. ¿Qué ha pasado? ¿El problema es que el actual decreto de Estado de Alarma no contempla esta posibilidad o que de verdad se prefiere trabajar con la horquilla de 15 días para analizar la situación? En lo que creo que no se gana nada es en el «ya lo dije yo». Si se confirma que nos quedaremos una temporada en casa creo que se habrá privado injustamente a Asturias/Asturies de anteponerse como siempre ha hecho desde marzo. Ninguna decisión es fácil de tomar. Desde el miércoles me es desolador ver las calles de Oviedo/Uviéu sin un comercio abierto y con la hostelería cerrada, pero como no quiero que nos toque un duro porvenir, confío en que las ayudas públicas lleguen a quienes lo necesitan para que esta pandemia no frene más nuestras vidas de lo que ya lo está haciendo.

Protejamos Asturias/Asturies. Hagamos caso de las peticiones de las autoridades sanitarias asturianas y pasemos el menor tiempo posible fuera de casa (y por la calle vayamos siempre con la mascarilla, manteniendo la distancia social y no descuidemos el lavado de las manos).


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