Carretera de Soto
Opinión
16 Dec 2018. Actualizado a las 05:00 h.
En el concejo de Sobrescobio, desde Rioseco a Soto de Agues hay una carretera de apenas 4 Km. Unos seis minutos en coche. Andando media hora. En bici depende que vayas a Soto o vengas de Soto, y de tus piernas, claro.
El gobierno de Asturias con el apoyo del ayuntamiento presentó un proyecto de más de dos millones de euros para reformar esa carretera. Un proyecto que contemplaba amplias expropiaciones, sin senda peatonal ni ciclista y con una velocidad máxima permitida de 90 Km/h. Se presentaron muchas alegaciones y ahora hay un nuevo proyecto donde se corrigen algunos dislates del primer proyecto, pero que esencialmente continúa igual.
Esto ha provocado una intensa polémica en el concejo y una gran protesta vecinal.
Es un ejemplo de cómo debería gestionarse una situación desde parámetros del siglo XXI.
No sirve con que tengas la alcaldía con mayoría absoluta, debemos aprender a dialogar con la sociedad en la que vivimos y buscar acuerdos sociales lo más amplios posibles. Hacer carteles acusando a un diputado de la oposición, porque este diputado diga que hay que hacer cambios en el proyecto, es inaceptable.
El ayuntamiento tiene la obligación de reunirse con quien protesta, escuchar sus protestas y sus propuestas y presionar para hacer correcciones en el proyecto. Entiendo que es difícil que la alcaldesa de Madrid con millones de personas en la ciudad pueda reunirse con cada colectivo que se lo pida. Pero ¿qué sentido tiene la existencia del Ayuntamiento de Sobrescobio si resulta tan inaccesible como el de una gran ciudad? Hacer una reunión y decir que esto ye lo que hay, no sirve. Una reunión es con sillas, mesa en el medio, papeles, y escuchando.
No puede ser que el único diálogo sea a través de alegaciones. Cuando además se ha visto con la primera tanda de alegaciones que la protesta vecinal tenía razón en puntos importantes del proyecto.
Esa es la democracia que exigimos en una sociedad del siglo XXI. Y no me sirve que se descalifique a quien protesta, como si hubiera gente que tiene derecho a opinar y gente que no. Son personas con derecho a voto y tienen derecho a opinar. Sin más consideraciones.
Es indiscutible que la carretera está en mal estado. La pregunta es: ¿hay que arreglarla o hay que mejorarla?
En la movilidad del futuro, va a tener un protagonismo mucho menor el vehículo privado. Ya a día de hoy, la ausencia de transporte público es un problema para el asentamiento de población. Las mujeres mayores no conducen, nunca aprendieron. Los hombres mayores, a medida que cumplen años pierden facultades y llega un momento que no pueden conducir. Por otro lado, el vehículo privado tiene unos costes que no todas las personas precarizadas, nuevamente mujeres en la mayoría de los casos, pueden asumir.
Los poderes públicos deben planificar la movilidad pensando en invertir los recursos públicos, siempre escasos, más en transporte público que en carreteras para el transporte privado.
Además, debemos buscar una movilidad que conecte los pueblos entre sí y que facilite que aquellos que tienen servicios (supermercado, farmacia, bares, …) funcionen como centros atractores, aunque sea a pequeña escala, por eso la existencia de vías ciclistas y peatonales seguras entre los pueblos es una necesidad, no es un lujo.
La ganadería es uno de los pilares económicos del concejo, por eso no podemos expropiar sin control las fincas que rodean la carretera actual y hay que tener en cuenta la movilidad del ganado y los tractores hacia esas mismas fincas.
Con respecto a la carretera como tal, en primer lugar, debemos primar la seguridad, no solo de los vehículos, sino de peatones, ciclistas y ganado. Segundo, tenemos que ser realistas, aumentar la velocidad en un trayecto de 6 minutos, es conseguir un ahorro de ¿un minuto? ¿dos minutos?
Por eso, creo que la petición del vecindario de sacar la carretera de Villamorey es razonable. Supone un ahorro de tiempo, pues es el sitio donde más reduces la velocidad y supone un aumento considerable de la seguridad con respecto al trazado actual.
El tramo de Rioseco a la Polina es quizá el que tiene curvas con menor visibilidad y tramos muy estrechos y donde menos expropiaciones habría que hacer, ya que una buena parte del terreno es público. Ahí es posible hacer una mejora que incluya senda para paso peatonal, ciclista y ganadero.
El resto hay que enfocarlo como una mejora del firme, una mejora de alguna de las curvas y la búsqueda de una solución alternativa para el paso peatonal. Además, tenemos que considerar el tema de los plazos. La carretera necesita una mejora y la necesita ahora. Y para eso no hacen falta ni presupuestos millonarios, ni esperar años.
Vivimos nuevos tiempos. Cuanto antes aprendamos a entenderlos, mayor ventaja competitiva tendremos.