Política permanentemente revisable
Opinión
24 Mar 2018. Actualizado a las 05:00 h.
La politización del dolor es deleznable, aquellos que se aprovechan de almas heridas que buscan un poco de paz que mitigue esa tortura e invierta esa desesperanza, no tienen nada salvo vacío en sus conciencias.
No se dejen utilizar por esos oradores que solo tienen intereses personales y partidistas, no le ofrezcan sus oídos a esos cantos de sirenas que envenenan incluso al viento. Las pirámides no se construyeron desde la cúspide, hasta los más lejanos comenzaron a construir desde abajo. Una ley que castiga al que ya no puede corregir el daño es el tejado, ¿Por qué no comenzar por los cimientos?, claro que es más fácil escribir un texto que poner los medios necesarios para garantizar en mayor medida la seguridad de los nuestros. Una sociedad más segura es lo que necesitamos, no enmiendas posteriores cuando el daño ya está causado.
Que no les consuelen con el posterior cuando con el anterior tendrían más opciones de haberlo evitado, el siguiente no repara pero el anterior protege de un posible daño. Más erradicación delincuencial y menos castigo, porque si resulta al contrario es que en lo primordial estamos fallando. En el fondo estos caraduras de chaqueta y corbata vacíos de conciencia, oradores que por parecer eruditos utilizan ese lenguaje engolado, grandilocuente, lleno de epítetos, sonando a romance de tenor hueco hablándole a la luna, se aprovechan de las calamidades sociales en pro de sus intereses personales.
No les sigan el cuento, que el dolor que lleváis dentro es difícil de olvidar, pero con otras medidas el futuro dolor de otro podremos evitar.