Hombres Lobo de nuevo en manada

Una soldado del Acuartelamiento Militar de Bobadilla (Málaga) ha denunciado una violación grupal presuntamente por miembros de su misma compañía y una vez más parece que se hizo utilización de la química para llevar adelante este deleznable y cruel acto. La soldado interpone la primera denuncia en el Cuerpo Nacional de Policía de Antequera (Málaga) sobre el día 12 de Diciembre, a la que se van agregando posteriores según recordaba más detalles. Todo comenzó cuando se dirigió con cuatro compañeros al Pub Gabbana en la Estación de Bobadilla, después de tomar unas cervezas según relata con sabor amargo, al parecer la drogaron para posteriormente cuando en un momento ella dejó la cerveza en la barra para ir al baño, allí se encontraban dos de sus compañeros, un cabo y un sargento. Finalmente la soldado mostró positivo en barbitúricos por lo que el Teniente de Enfermería tras comunicar al Comandante, le indican que denuncie los hechos acaecidos.

Pero al parecer no ha sido la única vez que esta soldado ha intentado ser violada, en Septiembre pasado dentro del acuartelamiento uno de sus «compañeros  lobos» intentó violarla, forzándola a consumar el acto sexual, llegando a bajarle forzadamente el pantalón e introducir su dedo en el ano, ya que la víctima soldado para zafarse y defenderse le dijo que tenía el periodo. Dicha situación no fue denunciada por vergüenza, como suele ser ingrediente en este tipo de situaciones de las cuales se aprovecha el violador de confianza.

No obstante, la Jurisdicción Jurídica  Militar ha solicitado al Juzgado que lleva la instrucción en Antequera, se inhiba en la causa por tratarse de personal militar. 

Una vez más tenemos una nueva presunta violación perpetrada por esa manada de hombres lobo que valiéndose de su estatus social ocultan a la sociedad sus intenciones más oscuras que finalmente llevan a la práctica.

Esperemos que las investigaciones no se vean enturbiadas por las altas esferas y no solo se condene con firmeza y contundencia a los culpables, si no que se asuman las responsabilidades oportunas y se establezcan medidas que protejan a mujeres soldados de este tipo de situaciones, que sin lugar a dudas, no ha sido ni será la primera y única vez que se cometan.