La ley es la ley
Opinión
04 Nov 2017. Actualizado a las 05:00 h.
La Justicia española se ha impuesto por encima de majaderías xenófobas y cálculos políticos. La ley es la ley, y no puede dejar de actuar. No son presos políticos, no; son políticos presos. Ellos, los políticos catalanes junto a los líderes sociales a favor de la independencia, son los únicos culpables. Han tratado de derrocar el estado de derecho, han atacado la legalidad, y han perdido.
Muchos de los que se han manifestado durante mucho tiempo a favor de la independencia judicial y la aplicación de la ley, ahora se echan las manos a la cabeza y reniegan de la actuación de la justicia. Burda hipocresía. Que se cumpla la ley pero cuando defiende lo que yo, sino no. Ahí tienen a Évole, a la Colau, a Vidal-Foch; y tantos otros. La política se planteaba si conviene o no. La Justicia si era procedente o no lo era. La ley y la política llevan caminos distintos, muchas veces opuestos: esto es la democracia.
A quienes sorprende la orden de ingreso en prisión preventiva de Junqueras y los consejeros y la euroorden (orden de detención europea) a Puigdemont es que desconoce totalmente la justicia y leyes españolas. Toda ley es aplicada por una persona, de tal forma que pierde toda objetividad; puesto que es imposible la objetividad total y abstracción. La juez Lamela expone unas justificaciones para decretar estas medidas: posibilidad de fuga, capacidad de destrucción pruebas y posibilidad de continuidad del delito. Creo que obra correctamente, pero no soy docto en la materia. Alguien que sí lo es, Presno Linera, opina que estas medidas son desproporcionadas y no se ajustan totalmente a derecho. Otros muchos dicen que sí. Por eso el Derecho es subjetivo, no ven. Aún recuerdo cuando metieron en prisión provisional al hijo del dueño del tiro que viene a mi pueblo. «Le metieron cuatro años por unos kilitos de coca. Esta vez no era na», decía su padre (El Farias) detrás de la barraca, entre una escopeta y unos palillos: la vida en el abismo. Y aquí nadie lloró ni reclamó, y aseguro que hizo más felices a muchos que los golpistas catalanes.
Puede que esto aumente el victimismo, la producción de mártires. Lo hará, pero no debemos ceder. Sólo nos queda ver cómo Junqueras se cree Mandela. Que lo veremos, porque se cree más parecido a Alain Delon que a Torrente. No hay nada peor que engañarse a a uno mismo, y más si el pueblo te sigue y cree en tu mentira.
La justicia funciona, tiene unos pasos y unas garantías.Tarda en actuar, pero lo hace. Mejor seguridad y tiempo que premura y error. Y eliminemos ya esa basura que se repite sin cesar de que la ley sólo se aplica al roba gallinas. No es cierto. ¿No pedirían prisión al culpable de violar a su hija?