Son ustedes muy ridículos
Opinión
19 Jul 2017. Actualizado a las 05:00 h.
Con estas palabras políticamente incorrectas pero que espontáneamente salieron de su inconsciente, el Presidente de la Comisión Juncker, puso el dedo en la llaga ante una realidad que afecta no sólo a los europarlamentarios sino a todos nuestros representantes políticos, ya sean europeos, nacionales o regionales. Estoy seguro de que la mayoría de 720 eurodiputados que estaban ausentes del hemiciclo en el momento en que el presidente de Malta rendía cuentas de su gestión, tendrían una excusa con la que pretenderán justificar su ausencia. Incluso nos dirán que estaban haciendo algo más importante que escuchar las palabras de la persona que había estado representando a la UE durante el último semestre (Malta había estado representando a la UE durante el primer semestre del año). Esto es lo realmente preocupante. Los eurodiputados están cobrando un sueldo más que aceptable para que miren por los ciudadanos y traten de resolver los problemas de estos. Pero en lugar de estar en el hemiciclo, estaban, en el mejor de los casos, en reuniones de su propio partido, por no buscar otra excusa. El desplazamiento a Estrasburgo o a Bruselas de 750 diputados más los correspondientes funcionarios y asistentes supone unos cuantiosísimos gastos mensuales, que no se compaginan con la frivolidad con la que al parecer muchos políticos se toman estos desplazamientos.
Pero esto mismo lo podemos aplicar a nivel nacional y autonómico. ¿Para qué elegimos a los parlamentarios, para que dicten leyes o para que se estén insultando constantemente ante las cámaras? ¿Dónde está su lugar de trabajo, en el parlamento o en los estudios de la televisión? ¿Es necesario que tengamos un número tan elevado de parlamentarios? ¿Tenemos que tener 19 leyes diferentes sobre cada uno de los temas que son competencia de las autonomías? Tiene que venir un chaval de 10 años a enseñarles a los diputados cómo se hace eso de «copiar y pegar» con el ordenador? ¿Se han enterado acaso de que estamos en el siglo XXI y de que han cambiado radicalmente los sistemas de trabajo y que sin gastos de desplazamiento y sin pérdida de tiempo se pueden solucionar desde casa o desde la oficina la mayoría de los trámites?
Demasiado suaves han sido las palabras de Juncker. Me imagino los términos que cualquiera de nosotros habría empleado en dicha o semejante situación. «Sobra un tercio de los diputados», eso es lo que nos dice Macron. Menos mal que hay un político en Europa que ha visto dónde está el problema y que, aunque sólo sea tímidamente, se atreve a buscar la solución ¿Qué porcentaje de parlamentarios tendría que desaparecer en España?