En el bar
Opinión
20 Feb 2017. Actualizado a las 05:00 h.
- Te veo contento, profesor.
- Es que me han dado otro sexenio de investigación.
- ¿Y eso es importante?
- Hombre, estoy en un grado alto de excelencia en el área de economía aplicada.
- Y, ¿qué estudiáis en economía aplicada?
- La realidad, aplicando los métodos de la ciencia económica para entender lo que pasa.
- A propósito, ¿esta crisis de ahora es como la del 29?
- No sabría qué decirte. Yo soy más de la coyuntura.
- Pero habría coyuntura en 1929. Tengo entendido que Keynes era muy del corto plazo.
- Keynes está superado, es una cosa del pasado.
- ¿Y crees que la teoría marxista explicaría mejor la crisis que vivimos?
- Yo no controlo mucho de pensamiento económico pero, ¿cómo va a aportar algo una teoría del siglo XIX?
- Pero los países emergentes están cambiando las relaciones internacionales, ¿o no?
- No soy experto en economía internacional. Pero lo que sí te aseguro es que el mercado resolverá las cosas con sus mecanismos de autorregulación.
- Oye, el programa económico de Podemos, ¿es realista?
- No lo conozco.
- Y la independencia de Cataluña, ¿te parece viable?
- No sigo mucho la política.
- No, si te preguntaba por la viabilidad económica.
- Es que yo no trabajo en cuestiones de financiación autonómica.
- Pero seguro que la Unión Europea no lo aceptaría.
- No sé mucho de derecho político internacional.
- ¿Crees que la reforma laboral ha sido útil?
- Es que a mí lo del mercado de trabajo nunca me interesó.
- En Asturias cada vez estamos peor. Perdemos competitividad, perdemos población, perdemos representación política… ¿Cómo lo ves tú?
- A mí esas cosas tan domésticas y pueblerinas me interesan poco.
- Pero, ¿no me decías que tú aplicabas la teoría económica a la realidad para resolver problemas actuales?
- Claro. No tienes más que mirar mi curriculum.
- El de la excelencia.
- Exactamente, amigo mío.
- Oye, que ya estoy intrigado, ¿por qué estás en la excelencia?
- Por dos artículos en inglés sobre la correlación cruzada en modelos multivariantes entre la inversión en tecnología y la reducción de la contaminación en el sector automovilístico de Corea del Sur.
- ¡Ah!, pero si tú no hablas inglés ni estudiaste nunca matemáticas.
- ¿Y qué más da? Un becario ordenó los datos, una becaria hizo el modelo, yo escribí el texto en español y otra becaria lo tradujo.
- Yo creía que lo de la universidad era otra cosa.
- Porque eres un antiguo.
- ¿Sí?
- Ahora eso de la cultura, la historia, la visión global, ya no se lleva, ya no es científico.
- ¿De verdad?
- Si hombre, no es de recibo lo que hacen algunos compañeros míos, más viejos que yo y que no alcanzaron ni un grado de excelencia, que hablan en clase de geografía, de estructuras antropológicas, que hasta ponen ejemplos de la literatura griega de hace miles de años.
- Hablas de la Ilíada y de otra obras clásicas.
- Sí, sí, de esas antiguallas.
- Por lo menos esas clases serán más divertidas.
- Eso sí puede ser posible, pero no aportan nada.
- No, seguramente no tienen mucha utilidad.
- Hazme caso, ¿no ves que me acaban de dar otro sexenio de excelencia?
- Vale, ¿otro vino?
- Venga.
- In vino veritas.
- ¿Qué?
- Nada, déjalo, excelente.