Problemas en la «BBC»
Opinión
27 Nov 2016. Actualizado a las 05:00 h.
Si has llegado hasta aquí, desocupado lector, a esta OVIEDAD dominical, empujado por el interés en conocer los entresijos de la vida privada (coches nuevos, hijos, fiestas, amantes), la situación física, las lesiones, los contratos, de Bale, Benzemá y Cristiano, aquí acaba nuestro viaje juntos. Tampoco si buscabas, con mentalidad europeísta y pasión antiBrexit, las novedades que ofrece la British Broadcasting Corporation en su programación habitual. Mucho menos hablaré de la situación actual de los grupos musicales (teclado, caja de ritmos y voz, mayoritariamente) que se ocupan de bodas, bautizos y comuniones. Deja aquí toda esperanza, lector discreto, colgada en este párrafo como si se tratara de una percha. Nada de eso encontrarás en esta columna sobre la BBC. Yo vengo a hablar de escritores, de poetas, de libros, como Umbral, fino estilista, como la Milá, porque me sale del bolo (pero, vamos, que Bale está lesionado como siempre; que Benzemá está indolente como nunca; y que Cristiano está Ronaldo, como era de esperar).
La B de Borges. Un juzgado de primera instancia de Buenos Aires ha dictaminado que Pablo Katchadjian ha «adulterado» el relato El Aleph de Borges en su propia creación El Aleph engordado y debe ser procesado por «defraudación». Cinco años después de ser denunciado por María Kodama, y después de un peritaje por parte de los especialistas (quién lo pillara), el juez ha dictaminado que no se trata de un experimento literario, sino de un plagio. Dice el juez: «Surge en forma palmaria la alteración del texto de la obra de Borges por parte del evaluado, dejando caer por tierra el descargo intentado por este último, en cuanto pretende explicar que la publicación de El Aleph engordado obedece simplemente a una experimentación literaria». Nasti de plasti, Pablo, Pablito, Pablete. A otro perro con ese hueso. Déjate de rollos, ha venido a decirle el juez con su peritaje firmado por especialistas. Que aquí no hay apropiacionismo, ni posmodernidad, ni creación no creativa, ni homenajes, ni ostias porteñas en vinagre, ni Pierre Menard de los cojones. Mientras, y hablando de cojones, se sonríe satisfecha la Kodama. Qué sinvivir el de esta mujer, todo el día tratando de mantener el patrimonio y la memoria de Jorgito. Qué pundonor. Ya había conseguido que se retirara del mercado El hacedor (de Borges). Remake de Agustín Fernández Mallo. Parece haber dicho María Kodama (con los permisos pertinentes): lo que os queda, modernitos, es solo una variante del título de la canción de Skorbuto, Mucha teoría, poca diversión.
Y de retirada del mercado va la otra B, la B de Bolaño. Al parecer, se ha pedido a los libreros que retiren de sus estanterías y de sus fondos los volúmenes que tengan de Roberto Bolaño para poder colocar los mamotretos inmanejables de Los detectives salvajes y de 2666 en las nuevas ediciones elefánticas de Alfaguara. Al mismo tiempo, aparece un nuevo libro del autor, El espíritu de la ciencia-ficción, que el autor no había dado por concluido en vida, la viuda sale a la palestra a soltar mandobles sobre derechos y secretos familiares no tan secretos, el albacea que no es albacea responde con daga florentina, se airean esas cosas que nunca debieron airearse, el agente Wylie ni niega ni afirma ni todo lo contrario pero afila el colmillo. Un sálvamedelux para un gaucho insufrible.
Dame una B, dame otra B, dame una C… La de canon. Pero no el canon ese digital y tal que le acaban de afear judicialmente al gobierno, sino un canon más cercano, más de andar por casa, un canon que no le interesaría a los blooms del mundo. En este caso, un canon musical. Me llama un amigo erudito en variedades y me informa apesadumbrado de que en Spotify no sale la canción de Tip y Coll Dame la manita, Pepe Luí. Nada, que no hay manera de encontrar en ese vademécum este hit. Tampoco, claro, el Romance del loco que estaba hombre, cara B (otra vez la B) del single original. Hago una llamada a la cordura, pido a quien corresponda que no pase mucho tiempo sin subsanar esta laguna, hago, si hace falta, una campaña en change.org. Solo el humor nos salva, Kodama, Wylie, Benzemá. Que regresen Tip y Coll. Volvamos a entonar el éxito de los Colegas Marcianitis total como reivindicación social. O eso, o el Hail Trump! que ya empieza a escucharse. Tú decides, lector, si has llegado hasta aquí.