Otra soflama del ciudadano Jesús Sanz
Opinión
26 Jun 2016. Actualizado a las 05:00 h.
El ciudadano Jesús Sanz a quien sus fieles dan el titulo de arzobispo de Oviedo ha entrado en campaña electoral. Haciendo uso de la libertad de expresión que el sistema político garantiza, por el momento, a los ciudadanos; ha hecho pública una carta dirigida a su colega en Valencia el ciudadano Cañizares.
No. No es que Jesús Sanz se presente a las elecciones, es simplemente que defiende sus intereses. Los de esa multinacional asociación privada de creyentes llamada iglesia católica apostólica y romana de la cual él forma parte de su amplio equipo directivo.
En España esos intereses no son otra cosa que los inmensos privilegios de que goza frente al resto de la ciudadanía. Lo hemos dicho muchas veces pero no está mal el repetirlo siempre que sea necesario: No pagan impuestos, han inmatriculado a su nombre infinidad de bienes públicos como la mezquita de Córdoba, enseñan sus doctrinas en todo el sistema educativo como si fuera una asignatura más, tienen la justicia a su disposición de tal manera que jamás falla en su contra ni aún en los casos de pederastia etc. etc. etc. Y claro son unos privilegios tan descarados, tan desorbitados, tan anti- igualitarios, tan incompatibles con una básica y elemental democracia que solo se pueden defender desde posiciones tan reaccionarias y retrogradas como las que manifiesta el ciudadano Jesús Sanz, que por otra parte tiene todo el derecho del mundo a ser y manifestarse tan reaccionario como deseé. Siempre y cuando no descalifique e insulte a los demás, o incluso llamen públicamente a la desobediencia de las leyes, como hacen a menudo él y sus colegas. Pero lo hacen porque saben que no habrá ni juez ni fiscal que les impute delito alguno, cosa que harían inmediatamente si esto mismo lo hicieran otros u tras ciudadano/as.
No obstante no es mi intención discutir con el ciudadano Jesús Sanz y sus estrambóticas soflamas. No es costumbre de Europa Laica/Asturias Laica discutir con los obispos. Sí, denunciar sus abusos, pero no entrar en discusiones con quien entre otras cosas manifiestan estar en posesión de la verdad. No tiene sentido. Lo único que desearía recordar es que su jefe Francisco defendiendo los mismos intereses lo hace mejor, se ha modernizado y mola más. Incluso hasta le cae bien a los nuevos políticos de las nuevas políticas aunque eso sí, no se privó en el parlamento de Estrasburgo, en el que fue ampliamente aplaudido, de acusar de asesinato a las mujeres que abortaban.
Cuando el ciudadano Jesús Sanz y sus colegas hacen este tipo de declaraciones, que nunca faltan en las campañas electorales, llamando a votar a las opciones más de derechas, hay políticos de la izquierda del sistema, que se asombran, se echan las manos a la cabeza y exclaman ¡Que barbaridad! ¿Pero como dice estas cosas?.
¿Qué esperabais? Que por haber callado durante tanto tiempo, que por haber consentido cuando no colaborado en darle anualmente once mil millones de euros de las arcas del Estado, del dinero de todos, que por ir a arrodillaros a Covadonga todos los años, no iban a salir a defender lo que consideran suyo después de lo que les costó conquistarlo a sangre y fuego en una guerra civil. Vosotros lo olvidáis. Ellos no.
Y los políticos de la nueva política cayeron en el mismo error. El Laicismo ha estado casi ausente de la campaña electoral. Aunque presionados incluyeron algunos aspectos en sus programas, desapareció su mención en las comparecencias públicas. No se nota entusiasmo en que ejecutarán dichos aspectos, si no todo lo contrario. Ambigüedad total en cuanto a la enseñanza concertada, o la derogación del concordato.
Se equivocan si creen que podrán obtener votos de los usuarios de la privada concertada. Los partidos de derechas son meridianamente claros al respecto, y los usuarios de la concertada lo saben.
Un día me decía un buen amigo del PSOE: Pero, estos obispos, con lo que les hemos dado ¿Qué más quieren? ¿Cómo nos tratan así? ¿Nosotros que le dimos los conciertos educativos?.
El ciudadano Jesús Sanz y sus colegas saben muy bien cuales son sus intereses y quienes los defienden sin ambigüedades.
El laicismo, la libertad de conciencia, la separación de la iglesia y el Estado es garantía de igualdad y democracia. Es la mejor protección contra el fanatismo católico y otros que están por venir
Andar con ambigüedades y concesiones no conduce ni a la solución del problema, ni al aumento de votos, ni a un trato amable y compresivo del ciudadano Jesús Sanz y sus colegas.
Desde Asturias Laica/Europa Laica hay un mensaje que nunca dejaremos de repetir: Si la Iglesia disfruta de privilegios es porque los políticos que gobiernan se los conceden.
¿Qué Jesús Sanz defiende sus intereses? Naturalmente, como cualquiera.
El que Sanz lo haga de una forma bronca y Francisco lo haga mas finamente no son más que tácticas diferentes para defender lo mismo y cada uno valora muy bien a sus públicos.
¿Sabemos nosotros defender nuestros intereses como ciudadanos y exigir a los políticos que acaben con los privilegios de esta multinacional?