El asturiano Logan no sobrevivió a Suescun en la final de «Supervivientes»
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La pamplonesa le arrebata al modelo ovetense el cheque de 200.000 euros en la final de la más exitosa edición del programa de Telecinco
15 Jun 2018. Actualizado a las 09:35 h.
Logan, Daniel Logan Sampedro, el ovetense que se autodefinía como un hombre «bastante cercano» a la perfección en su presentacióncoo concursante de Supervivientes, se quedó en finalista. El modelo, surfero, campeón de concurso de guapos y estudiante de Económicas fue al final derrotado por su máxima rival en el último tramo de la edición más exitosa del progama de Telecinco: una pugna a la que llegaba con la pamplonesa a la que todos daban como favorita y una Raquel Mosquera casi escurrida después de su paso por la experiencia. Un share del 35% y 4.194.000 espectadores fueron testigos de la final, en la que el ovetense vivió momentos de emoción como el reencuentro sorpresa con su hermano Andrés.
Pero fue Suescun la que se embolsó el cheque por 200.000 euros. La joven, que recibió el 53,8 de los votos, cumplía así con los pronósticos que, desde hace meses, hacían numerosos seguidores del reality de Telecinco, y se ha llevado el premio a su casa. Y no es la primera vez. Sofía Suescun ya consiguió en Gran Hermano 16 vencer a Aritz en la gran final del reality de convivencia. En aquella ocasión había entrado a concursar con su madre, Maite Galdeano, a la que muchos consideraban mucho más un lastre que una ayuda. Pero su show dio resultado, y en esta ocasión, una Sofía Suescun ya convertida en personaje de Telecinco y carne de revistas del corazón ha logrado imponerse en la final a Logan Sampedro y una Raquel Mosquera que, contra todo pronóstico, ha conseguido colarse en la final de Supervivientes.
Sofía Suescun no lo ha tenido fácil. En Supervivientes, donde entró con un particular culebrón que parece ya orquestado con cierta previsión bajo el amparo de Mediaset y toda la maquinaria que supone, ha discutido, hasta casi casi, con las palmeras. Hace unos meses los programas del corazón comenzaron a relacionarla con Alejandro Albalá, expareja de Chabelita Pantoja, con el que protagonizó un auténtico culebrón de bodas y divorcios. El primer paso ya estaba dado, Sofía Suescun, que había intentado encontrar el amor como tronista de Mujeres y Hombres y viceversa tras su salida de Gran Hermano, entraba así en un circuíto donde se gana mucho dinero y en la órbita del clan Pantoja. El casting de Supervivientes, que un año más ha demostrado que aunque algunos no apostasen ni un duro por algunos de los concursantes (como reconoció el mismísimo Jorge Javier Vázquez sobre el maestro Joao) ha sido un auténtico acierto, hizo el resto. Fichó para ir a la isla a Alberto Isla, padre del hijo de Chabelita Pantoja, que tras varios años de enfrentamientos han protagonizado una reconciliación bastante insólita. (Sí, es cierto, si alguien está pensando que necesita un esquema para entender la azarosa vida amorosa de la hija de Isabel Pantoja no va descaminado...)
Así que el pasado 15 de marzo saltaban del helicóptero en una isla de Honduras Sofía Suescun y Alberto Isla, que no se conocían pero que tenían mucho más en común de lo que pensaban. Y en plató, como defensores de ambos, la expareja formada por Alejandro Albalá y Chabelita Pantoja, que añadían su dosis de morbo alimentada y perfectamente dirigida por Jorge Javier Vázquez. Porque aunque el mismo asegure que será recordado por enterrar Gran Hermano (que heredó con poca fortuna tras la abrupta salida de Mercedes Milá), en Supervivientes se mueve como pez en el agua. No hay que olvidarse del emotivo agradecimiento que hizo al maestro Joao cuando fue expulsado, y con el que permite hacerse una idea de cómo funciona el programa y de cómo el es capaz de llevarlo. «Quiero dedicar unas palabras al Maestro Joao de todo corazón, no tenía ninguna confianza en ti, pero lo maravilloso de la televisión y de este concurso es que, de repente, aparecen personas que te sorprenden y se convierten en tus perfectos aliados. Quiero darle las gracias por haber sido tan cómplice, por haber estado conmigo en todo momento, me has ayudado en muchísimas ocasiones a levantar el programa, te lo agradezco muchísimo, has sido un gran descubrimiento. Nunca te agradeceré lo suficiente lo generoso que has sido conmigo», aseguraba Jorge Javier Vázquez.
Logan, el archienemigo final
Pero volviendo a Sofía Suescun. La joven ha sacado todo su carácter durante los tres meses que ha permanecido aislada en Honduras y ha protagonizado discusiones con casi todos sus compañeros. Solo en las últimas semanas, una alianza un tanto inaudita con Raquel Mosquera ha logrado calmar su ánimo. Tampoco lo ha tenido fácil. Sofía Suescun se ha prestado (por el interés claramante), a las artimañas y tejemanejes de Telecinco, que ha jugado a su antojo con la joven. Su acercamiento a Logan (finalista también y archienemigo en los últimos tiempos), provocó que Alejandro Albalá hiciese un fugaz viaje a la isla para romper con ella. Ella, que aislada del mundo, no sabía exactamente lo que se había emitido ni qué hacía allí su hasta hace nada novio.
No contentos con ellos, tras varios abandonos voluntarios y una expulsión disciplinaria, Supervivientes decidió enviar a la isla como concursante a Hugo Paz, expareja también de Sofía Suescun, que enseguida hizo piña con Logan en su estrategia contra Sofía. Y no contentos con ello, terminaron por enviar a Alejandro Albalá para pasar una semana allí, como fantasma del futuro, o lo que es lo mismo, para que fuese aclimatándose para cuando en la próxima edición, acuda como concursante de pleno derecho. Porque Telecinco y todo el engranaje de Supervivientes no da puntada sin hilo, y cuando aún no ha terminado la edición del reality actual, ya perfila el posible casting de la próxima. Alejandro Albalá y Sofía Suescun dieron el toque que le faltaba a esta edición de Supervivientes, un poco de sexo según reveló el maestro Joao, que entre lecturas de culo y pezones, pronosticó antes de que sucediese que se reconciliarían. Que es lo que parece que finalmente ha sucedido.
También llama poderosamente la atención el papel de una Maite Galdeano muy deteriorada físicamente, que solo ha participado a través del teléfono en la mayoría de los casos, hasta el pasado lunes, cuando acudió al plató para defender a Sofía Suescun. Con una infancia difícil, tras sufrir el abandono de su padre y criándose solo con su madre y su hermano, Sofía Suescun ya ha hablado en más ocasiones de su complicada vida. «Me he criado medio sola. Yo no he tenido esa familia de papá, mamá y comiditas familiares. Por ello, creo que tengo el problema que, cuando conozco a alguien de manera rápida, me lo quiero llevar para mi terreno. Lo he pasado muy mal, ¿eh? Hasta los quince años he estado amargada. Aún así iba al colegio y sacaba muy buenas notas. Era superresponsable», confesaba en Gran Hermano. Quizá eses carácter, que parece ser un escudo tras el que se esconde una persona que ha sufrido lo suyo, es lo que ha conquistado a una audiencia que o la ama o la odia, y que en esta ocasión, de nuevo, ha decidido amarla.