La Voz de Asturias

Solucionar el abandono del hórreo asturiano a golpe de GPS

In Asturias

E. G. B. Redaccion
Hórreo en el parque de invierno, en Oviedo

Un trabajo de investigación propone crear un registro de todos los que se mantienen en pie utilizando las nuevas tecnologías

04 Jun 2020. Actualizado a las 18:54 h.

Se calcula que en Asturias se mantienen en pie más de una docena de miles de hórreos. Se calcula porque a ciencia cierta se desconoce el número exacto ya que sigue sin existir un censo oficial de hórreos y paneras en el Principado y es uno de los problemas para su conservación. Otros obstáculos han sido hasta ahora la falta de información detallada sobre cada uno de los que siguen en pie, el éxodo rural y las trabas que marca la propia regulación legislativa asturiana que, en principio, deberían resolverse en esta legislatura estableciendo un marco regulador para darles un uso más allá del que se disponía en 1975 como graneros. Otro problema añadido es el «conocimiento limitado» del valor arquitectónico, patrimonial y etnográfico que tienen para Asturias y los asturianos.

O al menos así se considera en la propuesta con la que dos investigadores de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid (I. Martínez y J. Rivas) plantean mejorar la conservación de los hórreos asturianos utilizando tecnologías de localización GPS. Esta propuesta fue presentada en el IV Congreso Internacional de Ciencia y Tecnología para la Conservación del Patrimonio Cultural que se celebró en 2019 en Sevilla y aparece en la publicación (Science and Digital Technology for Cultural Heritage - Interdisciplinary Approach to Diagnosis, Vulnerability, Risk Assessment and Graphic Information Models) que recopila las investigaciones presentadas en dicha cita congresual.

El objetivo de esta propuesta es organizar jerárquicamente toda la colección de hórreos de Asturias, «teniendo en cuenta que no todos requieren del mismo grado de protección»; elaborar una guía metodológica que sirva de referencia al registrar estas piezas desde el punto de vista de su conservación y despertar conciencia sobre su importancia en la arquitectura y etnografía de Asturias. 

¿Cómo se podrían utilizar las nuevas tecnologías para solucionar el problema de conservación de los hórreos? Los investigadores, además de plantear que se organicen en tres niveles que responden a su importancia como testimonios etnográficos, proponen elaborar un registro de todos los que existen geolocalizándolos in situ, diseñar una base de datos común vinculada con una aplicación cartográfica y utilizar las redes sociales para generar una mayor sensibilidad y reconocimiento hacia estas construcciones tan identificativas de Asturias entre los más jóvenes.

A pesar de que la legislación vigente del Patrimonio Cultural de Asturias considera bienes culturales muebles a todos los hórreos construidos antes de 1900, y por tanto deben estar cubiertos por un sistema de protección integral, la propuesta reconoce que el conjunto es tan amplio que resulta «inmanejable« desde el punto de vista de su correcta conservación y comprensión de su valor social. «En nuestra opinión -dicen en la propuesta-, uno de los principales enemigos de los hórreos en Asturias es paradójicamente la sobreprotección legal a la que están expuestos ya que todos están protegidos al mismo nivel de rigor, lo que contribuye a convertirlos en un patrimonio irreparable y difícil de proteger».

Además, añaden, es mucho peor que, también paradójicamente, «en la mayoría de los casos no exista ningún tipo de control sobre las intervenciones que se llevan a cabo en ellos». De ahí que propongan que se establezcan tres niveles de importancia para poder aplicar diferentes medidas de protección en el futuro, con vistas a que en primera instancia el foco se pusiera en un número menor de hórreos, precisamente aquellos que tienen más relevancia etnográfica. Estos serían los anteriores al siglo XVIII que mantienen gran parte de su estructura, los que son una muestra ejemplar de su tiempo por sus policromías o tallas de madera, los que tienen formas singulares o decorativas que no son comunes en los estilos actuales y los que se erigen en icono, individual o dentro de un conjunto, para los pueblos en los que se enclavan.

En la segunda categoría incluyen aquellos hórreos que presentan inscripciones fechadas y/o firmas del artesano que los construyó que puedan tomarse como referencia en investigaciones, los que conserven tallas notables y restos de pinturas originales aunque los motivos no se aprecien por el paso del tiempo, y los que mantengan la estructura original en su totalidad o con restauraciones puntuales y documentadas que hayan sido respetuosas con la esencia de la construcción. En un tercer nivel se incluirían el resto de hórreos que ni cumplen los criterios mencionados.

El registro se llevaría a cabo con trabajo de campo, en parte contactando con el propietario de cada hórreo para conocer la historia y saber a quién pertenece, y tomando fotografías generales y de los detalles de cada construcción. Una labor ingente, sin duda, para la que, cuando presentaron la propuesta en el congreso, ya habían hecho uso de Google Maps para catalogar más de un centenar. Todos los hórreos, en ese registro, estarían localizados gracias a esta herramienta tan accesible para cualquiera y se mostrarían fotografías y su descripción detallada. La base de datos, añaden, también debería ser accesible para facilitar su actualización e incluiría el estado de conservación, un enlace directo al mapa del registro y los informes de restauración de las obras que hayan sido intervenidas. En las conclusiones de su trabajo, los investigadores insisten en que los hórreos son un patrimonio esencial para entender las costumbres y los modos de vida de los asturianos. Parte de la historia de Asturias que, según dicen quienes llevan años insistiendo en que se proteja este patrimonio permitiendo por ejemplo nuevos usos acordes a los tiempos actuales, pierde al menos un ejemplar cada día por derrumbe.


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