La Voz de Asturias

Foto Ángel baja la persiana definitivamente tras casi un siglo de actividad en Gijón

Gijón

María S. Condado Redacción
Ángel González Cavero en su estudio de fotografía Foto Ángel

Ángel González se jubila tras casi cincuenta años al frente de uno de los estudios fotográficos más míticos de la ciudad

24 Oct 2024. Actualizado a las 16:12 h.

Miles de momentos, retratos y emociones han sido capturados por el objetivo de Ángel González. Miles de fotografías que quedarán ahora en el recuerdo de los gijoneses, porque el célebre fotógrafo gijonés echa la persiana definitivamente a su estudio de fotografía, Foto Ángel.

Hace ya casi una semana que Ángel debería haberse jubilado, sin embargo, decidió esperar unos pocos días para terminar todos sus encargos pendientes. Este 24 de octubre, Foto Ángel, situada en la avenida del Llano, se despide para no volver. Una tienda mítica del barrio que lleva a sus espaldas casi un siglo de historia.

Foto Ángel

Hace 97 años, el abuelo del ahora jubilado Ángel González abría las puertas de la que se convertiría en una de las tiendas de fotografías más míticas de la ciudad. «Mi abuelo era peluquero y vino desde Salamanca para fundar la tienda. A él le gustaba la fotografía y empezó haciendo fotos, hasta que terminó montando un estudio en la calle Corrida», explica Ángel. Después, fue su padre, su tío, su primo y, por último, él. «Empecé con 16 años de casualidad. Me había quedado una asignatura pendiente para septiembre en COU y para no quedarme tirado decidí empezar a trabajar aquí junto a mi familia. Me gustó y decidí seguir». Un año después Ángel comenzó los estudios en Biología, pero le hizo falta poco tiempo para saber que lo suyo era la fotografía, «entonces volví, y ahora llevo casi 49 años aquí».

Su andadura en la fotografía comenzó con una Koni-Omega, «era una cámara grande con diez fotos por carrete. Imagínate, en una boda, cada diez fotos tenías que cambiar el carrete», recuerda Ángel. Pero no tardaría en pasarse a las cámaras digitales. «A la que más cariño le tenía era una Rollie, pero la usé de freno en una caída y la rompí. Al menos, me salvó el pellejo», comenta el fotógrafo con humor. En 1996, Ángel decidió trasladar el estudio a la avenida del Llano. «El local de la calle Corrida estaba situado al lado de la antigua comisaría de policía, esta era la base del negocio. Cuando trasladaron la comisaría, decidí montar el estudio en otro sitio con un concepto totalmente distinto».

Foto Ángel

Desde entonces, Ángel ha realizado miles de fotografías en su estudio fotográfico, que recogen ahora el recuerdo de uno de los locales más emblemáticos de la zona. Tras casi 50 años de trabajo, el fotógrafo recuerda sus momentos en el estudio «con alegría». «Me voy con sensaciones positivas. Como en todos los trabajos hay días buenos y días malos, pero la fotografía es algo que te llena. Tratas siempre de hacerlo lo mejor posible y de adaptarte a los nuevos tiempos».

Y es que el mundo de la fotografía ha sufrido grandes cambios a lo largo de la historia, de aquellas fotografías en blanco y negros a las rápidas instantáneas que hoy en día «hacemos casi sin pensar» con el teléfono. «La fotografía era un proceso muy artesanal. Yo pillé el ocaso al blanco y negro. Primero aprendías a retocar a lápiz, a arreglar, a positivar, pero todo esto se acaba con el color». La entrada de las cámaras digitales fue otro cambio de paradigma para el mundo de la fotografía. «Fue un cambio a mejor, por lo menos para mí».

La llegada de los teléfonos móviles con cámaras incorporadas supuso un tercer gran cambio para el mundo de las instantáneas. Para Ángel, la principal diferencia es que la gente pasó de tomar fotos a disparar. «Antiguamente, en un rollo de 36 mm tenías las vacaciones, las navidad y los cumpleaños. Cada vez que disparabas intentabas que la foto valiera. Con la llegada de las cámaras digitales se empezó a disparar sin pesar. “Hago muchas y algunas quedará bien” es lo que piensa la gente. Pero si la primera no la haces bien, las siete siguientes seguirán siendo malas. Se empezaron a hacer fotos sin criterio». Un hecho que según explica el propio fotógrafo podría suponer un riesgo para la memoria histórica. «Nosotros tenemos fotos de nuestros abuelos, igual están rotas pero las puedes ver. Ahora nadie imprime, ¿quién verá esas fotos que tenemos en los teléfonos?», se pregunta.

Foto Ángel

Tras su jubilación, Ángel tiene claro cuáles serán sus primeras actividades en esta nueva vida que le espera. «Me voy a Alemania a ver una feria de modelismo. Además, estoy con un proyecto propio de fotografías en el que se utilizan ópticas de microscopio. También estoy aprendiendo a hacer fotografía de aves. Y en cuanto se jubile mi mujer, cogeremos la autocaravana y correremos por ahí».

Ángel ha sido la tercera generación al frente del estudio fotográfico, pero esta vez no habrá relevo, por ello, el fotógrafo se despide este jueves de lo que fue, es y será uno de sus grandes proyectos de vida, Foto Ángel.

 


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