Rufus Blad, el gijonés que coronó el primer torneo internacional de café filtrado

Un buen café, destreza y buen gusto era la combinación necesaria para hacerse con el título del campeón internacional del I AeroPres Invitacional Worls Championship, en el campeonato mundial. Tres cualidades que Rufus Blad, un sueco asentado en Gijón, reunía a la perfección.

Rufus Blad nació en Suecia, pero encontró el amor en Asturias. Desde entonces el joven amante del café desarrolla su vida diaria en Gijón. En su juventud se formó como bailarín de ballet, obteniendo el título como profesional de esta disciplina en el 2012. Tan solo un año después un amigo de su país natal le introdujo en el mundo del café, una afición en la que continúa inmerso hasta hoy en día.

«Empecé a enfocarme en un producto de calidad, en el café de especialidad y en el café de finca. Él me sirvió un café de Etiopía con tueste ligero en el que se podían apreciar todos los matices y ahí fue donde comenzó mi curiosidad por el café. Empecé preparándolos en casa y experimentando con ellos». Tras descubrir la que sería su gran pasión, Rufus continuó realizando cursos de formación hasta convertirse en uno de los mejores baristas del mundo.

Su carrera profesional no está alejada de su afición por el café. «Trabajo en Oviedo en una entidad financiera que tiene un espacio de coworking, de baristas y café», explica. Tras años de formación, en el 2021, Rufus se hizo con el título de campeón de España de AeroPress. Una victoria que le permitía competir en el campeonato mundial, sin embargo, su ambición se vio frustrada por la pandemia. Las restricciones debido a la crisis sanitaria impidieron la celebración del torneo internacional.

El pasado mes de septiembre, tres años después, la organización decidió realizar una competición paralela al campeonato mundial del 2024, en el que participarían aquellos expertos que no pudieron disputar la victoria en su debido momento, el torneo de invitación de AeroPress.

La primera edición del AeroPres Invitacional Worls Championship se celebró el pasado mes de septiembre en Lisboa. El campeonato consta de dos disciplinas: por un lado, hacer un café filtrado de AeroPress y combinarlo con Oatly, una bebida de Avena, y maridar ambos elementos con un ingrediente más con el objetivo de realizar un cóctel frío sin alcohol. Por otro lado, la segunda prueba se basaba en preparar el mejor café de filtro, solamente usando AeroPress. Para jugar en igualdad de condiciones todos los participantes debían utilizar el mismo café y la misma cafetera.

El torneo consta de una serie de rondas eliminatorias en las que tres participantes competían entre sí, posteriormente, un juez hacía una cata a ciegas y elegía al mejor, quién conseguía pasar de ronda. Un total de 18 participantes, provenientes de once países diferentes —Canadá, Japón, Polonia, Reino Unido, Suiza, Países Bajos, Portugal, Bulgaria, Rumanía, Emiratos Árabes y España— lucharon por conseguir dicho título, pero fue Rufus quién, con su peculiar preparación, consiguió superar a sus contrincantes en todas las rondas.

La victoria, asegura el gijonés adoptivo, le pilló por sorpresa. De los 18 participantes, había seis que son considerados leyendas en el mundo del café, entre ellos: uno de los campeones del mundo del café filtrado, otro finalista del mundial de baristas e, incluso, estaba presente uno de los mejores tostadores del café del mundo. «El nivel era muy alto, no contaba con poder ganar a todos ellos, son auténticos gigantes en el mundo del café. Pero, al final, pude hacer la mejor receta y la mejor elaboración y llevarme la copa».

Rufus tiene claro cuál fue la clave para hacerse con este codiciado título, «el juez decía que la gran diferencia que había en mi café eran sus matices y sabores, unas características que nadie más había logrado en sus preparaciones. Aunque lo prueban a ciegas, cada vez que probaba mi café sabía que era el mío, era capaz de apreciar esa diferenciación. Conseguí una taza de café que nadie más logró sacar».

La historia del AeroPress: cómo y cuándo surge

En el 2004, Alan Adler, inventor y profesor de ingeniería jubilado de la Universidad de Stanford, comenzó a estudiar el proceso de preparación del café. Su objetivo principal era conseguir preparar una taza de café de una calidad superior. Según narran en su web, tan solo un año después del comienzo de su investigación, la AeroPress salió de la planta de fabricación de Aerobie, un anillo volador que se usa a modo de Frisbee.

Cuatro años más tarde, en una pequeña sala de Oslo, tendría lugar el primer Campeonato Mundial de AeroPress, que contó con tres concursantes y con Tim Wendelboe como juez. No fue hasta el 2008 cuando el campeonato se convirtió en un fenómeno global. Hoy en día, abarca más de 175 eventos regionales y nacionales que tienen lugar en más de 60 países y en los que participan más de 5.000 competidores.