Víctor Manuel: «Uno escribe las canciones para que se queden en el corazón de la gente»

Víctor Manuel ofrecerá un nuevo concierto de su gira Sinfónico 2024, este sábado 6 de julio, en el Palacio de Deportes de Gijón. Junto a él, en el escenario, le acompañarán un total de 134 músicos de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, del Coro de la Función de Princesa de Asturias, y de su propia banda. El asturiano ha ofrecido ya tres conciertos de su nueva gira en diversos puntos de España, que continuará hasta el próximo 30 de enero, cuando orquestará su último concierto en el Palau de la Música en Barcelona.

Además, Víctor Manuel hará honor a su larga trayectoria, siendo el encargado de inaugurar algunas de las fiestas más importantes de la región. A continuación, nos desvela los grandes secretos de su gira y de su longeva y exitosa carrera musical.

—Este sábado ofrecerá un concierto de su nueva gira Sinfónico 2024 en el Palacio de Deportes de Gijón. ¿Qué caracteriza a esta nueva gira?

—Habrá gente que ya haya visto este mismo concierto o parecido hace 25 años. Ahora estamos girando por toda España.

El concierto de Gijón es con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y el coro de la Fundación Princesa de Asturias, más cuatro músicos con los que yo trabajo habitualmente que hacen piano, percusiones, bajo y guitarra. Esos son todos los acompañantes, en total 134 músicos sobre el escenario. Creo que hay mucha gente que habitualmente no asiste a este tipo de conciertos. Este es un concierto sinfónico con canciones mías y canciones populares asturianas con arreglos de Joan Albert Almargós, David San José y de diferentes arregladores.

—¿Cómo es el proceso para preparar una gira de estas características?

—Es más complicado que en cualquier otra gira. Primero, porque no puedes tener la misma orquesta en todos los lugares. Es imposible porque cada orquesta prepara sus programaciones con muchísima antelación. Tienes que ir buscándote la vida. En Galicia es una orquesta; en Málaga y Sevilla es otra; en Bilbao, otra, y en Madrid, otra. En cada lugar son músicos nuevos.

—¿Cómo ha decido qué temas quería cantar en esta nueva gira sinfónica?

—La elección del repertorio tiene que ser cuidadosa, no cualquier canción de las que yo tengo sirve para hacerlo en sinfónico. Tienes que tener claro qué canciones pueden tener sonoridad, qué canciones pueden tener un arreglo sinfónico y cuáles no. También hay una parte del concierto, sobre todo en la primera, en la que se mezclan canciones populares asturianas con canciones de mi propio repertorio. Hace ya 25 años que yo me empeñé en mezclar estas canciones para ver, por un lado, cuánto me había distanciado yo de la tradición popular asturiana y, por otro, para ver cómo funcionan juntas cuando se tocan prácticamente pegadas.

—¿Cómo ha ido la gira hasta ahora? ¿Qué expectativas tiene en el concierto de Gijón?

—A mí siempre me reciben muy bien en Asturias; en general en todos los sitios, pero en Asturias un poco más. La gira va bien, llevamos muy pocos conciertos, tres hasta la fecha. Son conciertos muy espaciados porque programar todo esto, como te puedes imaginar, es muy complicado. Vamos a estar haciendo alrededor de veinte conciertos y acabamos el 30 de enero del año que viene en el Palau de la Música en Barcelona. Antes pasaremos por Madrid, en el Teatro Real, por el Teatro Romano de Mérida y, en general, por lugares muy apetecibles.

—¿Cómo te enfrentas este concierto en Gijón? ¿Hay nervios?

—No, hombre, si estuviese nervioso quedábame en casa. Es mucha responsabilidad, porque no es igual tocar con una orquesta y un coro magnífico, que hacerlo con tu grupo que es con el que normalmente tocas en los conciertos. Estos conciertos son mucho más exigentes, requieren mucho más ensayo, más preparación, más todo. Estoy preocupado, como siempre que voy a cantar, pero eso no me dura nada, en cuanto subo las escaleras del escenario ya se me pasa.

«Son las canciones las que te llevan a los sitios. Si mis canciones no hubiesen interesado a la gente, ya no estaría cantando»

—¿Cuál es el secreto de una trayectoria musical llena de éxitos como la suya, que año tras año continúa calando en las nuevas generaciones?

—Bueno, no tiene ningún secreto. Son las canciones las que te llevan a los sitios. Quiero decir, si mis canciones no hubiesen interesado a la gente, ya no estaría cantando. Pero bueno, también muchas de mis canciones son intergeneracionales, estoy contando una cosa que puede afectar a un chaval que tenga ahora 20 años o uno que tenga 70. Ese el secreto, el secreto de la longevidad de tantos años haciendo música.

—En relación con esto que me comenta, la canción Asturias se ha convertido en un himno para la región. Gente de todas las generaciones, desde los jóvenes hasta las personas mayores, la sienten como suya. Es una canción que los asturianos siempre tenemos presente. ¿Cómo vive usted esto?

—La verdad es que uno escribe canciones para eso, para que se queden ahí en el corazón de la gente, en el disco duro. La música tiene tanto poder de comunicación, es tan grande el poder de la música que eso es capaz de interesarle a tu abuelo, a ti misma y a un chaval más joven que está asomándose ahora a la música por vez primera. Es el inmenso poder que tienen las canciones. No esta canción en particular, sino las canciones en general.

—Usted es una figura importante y reconocida en el Principado. Ha sido el encargado de inaugurar la Semana Negra de Gijón y dará el pregón en Las Piraguas.

—Este verano, tócame estar en todos los sitios. En la Semana Negra se presentó el documental Asturias, el viaje de una canción. Un documental que ya se pasó en la TPA y que cuenta cómo nace una canción. Concretamente, Asturias, a la que tú te referías antes. Dimos una pequeña charla de presentación del documental y de cómo se grabó la canción.

El Sella es la fiesta por antonomasia de los asturianos. La verdad que la última vez que estuve como turista debió ser hace casi 60 años y no había vuelto. La verdad, ye que me invitaron varias veces, pero generalmente les feches de agosto y, sobre todo, sábado, es muy complicado cuando estás cantando, casi nunca lo tienes libre. Pero este año lo tenía libre. Estoy encantado de estar ahí para leer el pregón de Dionisio de la Huerta, el primer pregón que hubo en los años 50. Además, en ese entonces fue cuando se empezó a cantar el Asturias, patria querida en público, que no era el himno de los asturianos en ese momento. Ahí justo, en Les Piragües, fue cuando se empezó a cantar.