La licitación del proyecto con túnel del vial de Jove se hizo sin estudios que avalaran una justificación económica «sólida»
Gijón
El informe del Ministerio apunta «la identificación de las incertidumbres que presenta la actuación, lo que conduce a intentar evitar y mitigar los significativos riesgos detectados»
22 Mar 2024. Actualizado a las 19:34 h.
El nuevo proyecto para el vial de Jove «alcanzaría un presupuesto estimado de unos 70 millones de euros y podría estar en condiciones de licitar la correspondiente obra en 12 meses», según las conclusiones del «Informe justificativo de la decisión de no adjudicar el contrato y desistimiento del procedimiento de adjudicación acceso al puerto de El Musel desde el enlace de la Peñona por el vial de Jove (Asturias)» del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible recogido por Europa Press.
El documento, con firma de este jueves día 21, analiza el proyecto anterior y concluye «proceder a no adjudicar el contrato y desistir del procedimiento de adjudicación en curso de las obras para acceso al puerto de El Musel desde el enlace de La Peñona por el vial de Jove (de clave administrativa 41-O-5670), al amparo del artículo 152 de la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público».
El secretario de estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, había argumentado ante el Ayuntamiento gijonés y el Principado que el vial soterrado ponía en riesgo 150 viviendas y una residencia. Entre las razones «de interés público» apunta a «la identificación de las incertidumbres que presenta la actuación, lo que conduce a intentar evitar y mitigar los significativos riesgos detectados» y al resultado del estudio de la actuación en fase de licitación, «que ahonda en los riesgos observados desde la Administración».
Nuevos desarrollos industriales
La existencia de nuevos desarrollos industriales que afectan a la actuación, que aconsejan revisar el diseño técnico de lo proyectado para coordinar el nivel de accesibilidad con las necesidades actuales; y la evaluación de la viabilidad del proyecto por parte del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que además recomienda una profunda revisión de la rentabilidad del proyecto, son otros de los aspectos referidos en el informe.
También incide en «la actualización de la demanda de tráfico, que pone de manifiesto el sobredimensionamiento recogido en el proyecto vigente respecto la situación presente». Se considera también la posibilidad de incorporación de los objetivos de movilidad sostenible, «situación que permitiría una adecuada integración del diseño en su entorno» y «mejorar su eficiencia de cara a los usuarios y promoviendo soluciones de movilidad activa».
Con todo, se observa «una clara posibilidad de reorientar el diseño de la actuación, tal como expone el BEI en su informe, hacia un trazado en superficie que permitiría corregir las deficiencias actualmente observadas».
En el mismo informe, se indica que el proyecto ahora anulado, en el momento de la licitación, carecía «de una justificación económica sólida y robusta y planteaba riesgos significativos para el uso óptimo de los fondos públicos», además de apuntar a la «incertidumbre geotécnica» a la hora de su desarrollo y a que no se tuvieron en cuenta los costes en fase de explotación.
El proyecto se licitó en mayo de 2023, con un presupuesto de de 285.692.359,38 euros -IVA incluido-, si bien hubo una primera demora de cuatro meses, para después anunciarse un mes más de retraso, antes de que el Ministerio optara por reformular el proyecto, de 2,5 kilómetros de longitud, de los que dos kilómetros iban a transcurrir en falso túnel. El plazo de ejecución previsto era de 59 meses.
Entre otras cosas, se indica que, dada la no impermeabilidad del terreno donde se empotrarán las pantallas de pilotes, el agua infiltrada en el recinto durante su construcción deberá ser extraída por bombeo. Asimismo, se encargó a las empresas Urci Consultores S.L. y Otto Ingeniería y Obras varios estudios para analizar los riesgos de esta actuación.
Riesgos geológicos y geotécnicos
Con respecto a la fase de construcción se detectaron riesgos geológicos-geoténicos (inestabilidades del macizo rocoso, karstificación del sustrato rocoso jurásico de naturaleza calcárea, inestabilidades en formaciones cuaternarias y terraplenes sobre rellenos) y también hidrogeológicos.
En fase de explotación, se habla de posibles alteraciones del nivel freático, con riesgo de deformaciones de terrenos adyacentes, y la posibilidad de ineficacia del sistema de drenaje previsto en el proyecto para evitar el efecto barrera de la estructura sobre el agua que circula, es decir; posibilidad de asientos en edificios e inundaciones de sótanos.
Posteriormente, se encargó un informe más detallado a la empresa Geoconsult, que apunta a varias fallas en el proyecto que podrían suponer sobrecostes que deriven en la rescisión del contrato. A esto añaden las dificultades que se encontraría el Ayuntamiento a la hora de acometer el bulevar urbano sobre el vial. Se advierte, también, de la existencia de un nuevo edificio (Torre Horizon) en el entorno de la traza, que podría verse afectado en sus cimentaciones, y de un poblado chavolista en la zona de influencia del enlace de La Peñona.
Además, debe garantizarse durante la obra el acceso al hospital de Jove y se llama la atención sobre el colector de La Figar y la afección a la línea férrea de acceso al puerto. Se ha referencia, también, a la restricción del paso por el túnel de transportes especiales o de mercancías peligrosas.
En el informe se concreta que no se realizaron en su momento estudios de permeabilidad específicos para la confección del proyecto y que se obvia o infravalora la posibilidad de presencia de Kars que afecten a la obra. Tampoco se ha examinado detalladamente la aptitud de los materiales para su uso en terraplén y se alerta de equívocos en la mención de materiales, que podría conllevar una importante desviación económica.
Se hace referencia, por otro lado, a que la parte inicial del proyecto se encuentra a escasas decenas de metros de litoral marítimo, afectada por la carrera de la marea y con el nivel freático subsuperficial.
Por otra parte, se hace hincapié en que en el modelo hidráulico simplificado del efecto barrera se observan los «suficientes» errores en la asignación de los parámetros hidráulicos, como para que el modelo quede invalidado. Se recomienda, en este caso, un nuevo modelo hidráulico. Se habla, además, de posibles filtraciones de agua, tal como está definido el proyecto que se licitó.
Referente a la losa de cubierta del falso túnel hasta el terreno, sería necesario construir taludes, cuyo principal problema estaría asociado al manejo de las aguas y de posibles derrubios que se generan en épocas de precipitaciones. Con todo, se señala que la definición de las soluciones constructivas se considera que es mejorable si se dispusiese de un detallado perfil geotécnico.
Al tiempo, se detalla que la selección de pantalla discontinua presenta dudas razonables. Menos definición creen que tiene el proyecto en la zona más cercana al puerto de El Musel, donde no se acotan las alturas ni se señalan las profundidades de los micropilotes, por ejemplo. Incluso surgen «dudas constructivas» a la solución propuesta para el túnel. También se considera «muy aparatosa» la solución dada para el desvío y reposición del colector de La Figar. Sobre esto último, el informe da por seguro que con la pantalla en abanico desde el pie del terraplén no se conseguirá la impermeabilización de la zona apantallada.
De no conseguirse la impermeabilización, la construcción del túnel en mina estaría «bastante comprometida». Además, se incide en que la parte de rellenos del documento no tiene ni un orden ni una coherencia «mínimos», ni se indica la metodología de cálculo.