Protesta en Cabueñes por la «mala gestión» de su «escaso» personal: «Somos seres humanos, no robots»
Gijón
«Lo más grave de todo es que, en el medio, están los usuarios, aguantando listas de espera interminables, retrasándose diagnósticos y asumiendo una calidad asistencial que no se merecen», lamentan los sanitarios
27 Jul 2022. Actualizado a las 20:12 h.
Otra masiva protesta en las escaleras de cada planta del hospital de Cabueñes protagonizada por personal del centro sanitario para denunciar «la mala gestión y la desorganización de los recursos humanos» en un verano crucial porque, como quien dice, se está juntando todo. «Llevamos ya dos años y medio de pandemia de coronavirus, en los que el desgaste del personal está siendo brutal y el escaso que hay debería organizarse de forma eficiente», indican en la sección sindical de sanidad del área V de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI), que convocó la protesta para volver a reclamar a «quienes nos dirigen» que pongan soluciones a una situación que repercute de forma directa en el servicio que se presta a la ciudadanía.
«Lo más grave de todo es que, en el medio, están los usuarios y pacientes, aguantando listas de espera interminables, retrasándose diagnósticos y asumiendo una calidad asistencial que no es la que se merecen», señalan en la CSI, en donde recuerdan la saturación que se vive en las urgencias, que a día de hoy son tres las plantas ocupadas por pacientes covid y que, pese a que se intentaron cerrar en su momento dos plantas de hospitalización como suele hacerse en la temporada estival, «no duraron ni tres días cerradas porque las tuvieron que volver a abrir».
Este mes de julio, a la falta de personal y a la nueva ola de covid, se ha sumado también una ola de calor que obligó a colocar pingüinos (ventiladores domésticos) por ejemplo en las plantas covid, donde los sanitarios tienen que tener puestos los equipos de protección individual (EPI) durante todo el turno. Y aún queda agosto, recuerdan, con el aumento de población flotante que supone para el área sanitaria. «A pesar de todo, nos volvemos a rearmar día a día para seguir adelante con nuestro trabajo, esperando que nuestros gestores hagan lo mismo, y pongan solución a la falta de personal en ciertas categorías. Sin embargo, en lugar de eso, no hemos hecho otra cosa más que oírlos quejarse de que no hay médicos de familia, ni enfermeras. Curiosamente sí que hay en bolsa técnicos de Rayos, Laboratorio, Anatomía Patológica, TCAEs, celadores o auxiliares administrativos, pero tampoco contratan lo necesario», dicen en la CSI, donde lamentan que tras 29 meses y seis olas de la pandemia de covid, «no han aprendido absolutamente nada».
De mano, señalan, que la sanidad pública era la única alternativa para plantar cara a la crisis sanitaria «con eficacia, eficiencia y profesionalidad». O que en el área sanitaria V, «donde ya arrastrábamos una carencia importante de personal, todas las manos son pocas a la hora de atender a nuestros pacientes», así como que se ha ido salvando ola epidémica tras ola «gracias a la profesionalidad, buen hacer, empatía y una dosis de voluntad a prueba de bomba» del personal de la sanidad pública, que «nos ha dejado extenuadas física y anímicamente».
Falta de previsión
Tampoco consideran que los gestores del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) hayan aprendido nada para solucionar un problema -«¿realmente quieren hacerlo?»- del que «primero hay que tener conciencia, no solo de boquilla». «Resulta increíble que en sanidad se pueda ser tan poco previsor y que no sepan a estas alturas adelantarse a lo que se ha ido viendo, ola tras ola, que ha ido pasando», insisten en ese sentido. «El personal del Sespa somos seres humanos, con nuestras familias, hijas e hijos, mayores, mascotas o solo nosotros mismos, con nuestra propia vida, y no robots a quienes colocarles una pila de duracel y que dure y dure y dure», apostillan, recordando que «tenemos nuestras vidas a disposición de la gerencia porque puede ser que estemos descansando y nos llamen para sustituir algún descubierto, siempre con la colegiala de las ‘necesidades de servicio’ que en realidad oculta una gestión nefasta».
«Maltratan al personal, lo que lleva a muchos compañeros a marcharse a otras áreas e incluso comunidades autónomas. Nos deben decenas de horas que no sabemos cómo ni cuándo vamos a poder disfrutar y mientras en alguna categoría se cobran esos excesos de hornada, a otras no se les autoriza», exponen, considerando que una solución viable a la falta de profesionales en enfermería sería incrementar las plazas en Oviedo y Gijón, además de crear una nueva facultad en Avilés.
A la denuncia del personal de Cabueñes se sumó hoy también la portavoz de Podemos-Equo en el Ayuntamiento de Gijón, Laura Tuero, que exige que se amplíe el personal sanitario del centro hospitalario tras mantener un encuentro con representantes de la plantilla de enfermería. Tuero, que critica que Principado y Ayuntamiento estén más preocupados por facilitar la llegada de un grupo sanitario privado a la ciudad que por la reforzar la atención pública, denuncia también el «caos absoluto» en el que se encuentra esta categoría desde enero y de forma más aguda desde mayo.