Altura y extensión, el dilema de las chimeneas en el plan para reducir la contaminación de la zona Oeste
Gijón
Los ecologistas denuncian que la solución pasa por autorizar a Arcelor «una chimenea de 60 metros para el sínter, para que la contaminación llegue más lejos y contamine más allá del Lauredal»
24 May 2022. Actualizado a las 10:44 h.
El Boletín Oficial del Principado de Asturias ha publicado hoy la modificación del plan de acción a corto plazo para la reducción de los niveles de partículas en suspensión en la atmósfera de la zona Oeste de Gijón.
Se ha realizado un estudio por parte de la consultora especializada Troposfera, del que se deduce que, de las emisiones procedentes de los dos sínter de la fábrica de Veriña de Arcelor (cuatro focos), son las del sínter B secundario «las que mayor influencia tienen en los niveles de partículas PM10 registrados en la zona de El Lauredal, con gran diferencia».
Asimismo, en un segundo estudio realizado por dicha consultora, se afirma que actuar sobre la altura del foco emisor del sínter B secundario «tendría un impacto en la mejora de la calidad del aire de la zona de El Lauredal similar a la colocación de un nuevo sistema de filtración de los gases del foco mencionado».
Por otro lado, «la suscripción de una Manifestación de Interés con el Gobierno de España que contempla una inversión de 1.000 millones de euros en tecnologías para la descarbonización de sus operaciones en la factoría de ArcelorMittal Asturias en Gijón», hace que la instalación de los nuevos sistemas de filtración de los gases previstos en los focos del Sínter B «no sean viables por la corta vida útil de los mismos, dado que la parada definitiva para dicha instalación está prevista para 2025».
Se contempla la construcción «de una nueva chimenea de 60 metros de altura para el sistema depurador secundario del Sinter B que permita una mejor dispersión de partículas». La mejora alcanzada en la calidad del aire en la zona oeste de Gijón, con las nuevas características del foco emisor «es del mismo orden de magnitud que la que se lograría con la instalación, contemplada en el anterior plan de inversiones, y que consistía en un filtro de mangas como nuevo sistema depurador asociado a las emisiones del Sínter B secundario». Esta nueva chimenea deberá estar en funcionamiento antes del 31 de diciembre de 2022.
Asimismo, se realizará la instalación de un sistema de captación y filtrado de partículas procedentes del enfriador del Sínter A, «de forma que permitirá reducir el impacto generado por uno de los mayores focos de emisiones difusas de la factoría de Gijón. Este nuevo sistema de depuración deberá estar en funcionamiento antes del 31 de diciembre de 2023». Se considera que esta medida puede tener un alto impacto en la mejora de los niveles de PM10 en la zona oeste de Gijón. Cuenta con un presupuesto 7,2 millones de euros.
Desde la Coordinadora Ecologista de Asturias resaltan que «la solución es autorizar una chimenea de 60 metros para el sínter, para que la contaminación llegue más lejos y contamine más allá del Lauredal ahora que los datos por fin de esta estación de control de la contaminación se comparten con Europa».
Lamentan que esto sucede «cuando la empresa que reconoce los mayores beneficios de su historia, sigue racaneando las inversiones medioambientales que tenía que haber abordado hace años con la complicidad del Principado y Ayuntamiento que se lo consienten y se lo permiten». Insisten en que «los estudios realizados de la procedencia de los contaminantes que respiran los vecinos de la zona, proceden en su mayoría de Arcelor en un 74% en el caso de las partículas y en un 87% en el caso del benceno y tolueno».
La coordinadora, en un comunicado, denuncia que, «mientras Arcelor y el Principado juegan a engañarnos», Gijón «bate sus récords de contaminación para las partículas Pm10, ahora lo que quieren es que la contaminación llegue más lejos, aumentando la altura de las chimeneas».