Uno de los heridos y suegro de un fallecido en el colegio de Gijón: «Me asomé a la ventana y sentí bajar todo el techo»

«No sabemos qué pasó. Era una obra de nada», asegura Vicente Moirón, uno de los trabajadores que resultó herido tras derrumbarse parte del forjado de la azotea del colegio de San Vicente Paul de Gijón. El también suegro de uno de los fallecidos detalla que «estábamos poniendo unas piezas de pladur, me asomé a la ventana y en ese momento sentí bajar todo el techo».

«No pudimos hacer absolutamente nada. A mí me sacaron por la ventana y estuve aquí hasta que me dijeron que había sacado los dos cadáveres», detalla compungido a TPA. Vicente Morión pese a que visto peligrar su vida ha salido por su propio pie del centro escolar ubicado entre las calles Ezcurdia y Caridad.  

El derrumbe se produjo pasadas las 11.30 horas cuando los trabajadores realizaban labores de mantenimiento en el techo de una de las plantas del inmueble y se ha venido abajo una parte del forjado de la terraza ubicada en la azotea del edificio.

En concreto, según informa Efe, los cuatro trabajadores, que se vieron sorprendidos por el derrumbe del techo de la azotea del inmueble, procedían a cambiar nueve metros de pladur del techo de una de las plantas del colegio. Una obra que habían empezado a realizar el pasado el lunes y que contaban con terminar hoy o el próximo viernes.

Un desprendimiento que ha sepultado la vida de dos trabajadores de 38 y 40 años y vecinos de Mieres. El primer cadáver se encontró tres horas después del primer derrumbe. En ese momento también se localizó al segundo trabajador que fue sepultado, pero no fue hasta una hora y media más tarde cuando los efectivos pudieron sacar el cuerpo sin vida de entre la gran cantidad de escombros.