Paradas imprescindibles en la milla del lúpulo de Gijón
Gijón
El entorno de la calle Marqués de Casa Valdés se ha convertido en una de las zonas con mayor concentración de locales cerveceros especializados de Asturias
23 Nov 2019. Actualizado a las 05:00 h.
El entorno de la calle Marqués de Casa Valdés se ha convertido en los últimos años en una suerte de milla de oro del lúpulo en Gijón. Aunque más bien deberíamos decir un cuarto de milla. En efecto, en apenas medio kilómetro han proliferado en los últimos años un gran número de cervecerías especializadas, que se han unido a las clásicas y más veteranas del lugar. Es probable que ninguna manzana de Asturias y España cuente con una mayor concentración de establecimientos de este estilo por metro cuadrado.
Un bulevar de la cerveza que se ha alzado como una de las zonas de ocio más populares. De hecho, los locales de la calle principal y algunas de sus aledañas han tratado, de momento sin el quorum suficiente, de erigirse en una entidad o asociación que las englobe para lograr promocionar la zona y desarrollar actividades en conjunto. Hasta ahora los locales no se han unido para crear sinergias en torno a su actividad, pero su popularidad está intacta.
Estos son los imprescindibles de la milla de la cerveza de Gijón.
Cervecería Betanzos
En origen pulpería y restaurante que se ha reinventado en los últimos años. Cervecería de ambiente familiar y agradable, cuenta con cinco grifos, uno de ellos rotatorio, y una amplia variedad de cervezas en botella, desde las Indian Pale Ale de más variada procedencia a las bock o landbier. Asimismo, con las consumiciones ofrecen generosos pinchos y por sus altavoces resuena buen rock de todas las épocas. Es uno de los locales preferidos a la hora de ver el fútbol.
Cervecería Vincer
Si hablamos de clásicos, la cervecería Vincer es, sin duda, uno de ellos. Pocos locales de la ciudad (y la región) se han dedicado tan en cuerpo y alma a predicar las bondades de la buena cerveza, especialmente belga y alemana, como este. Con más de dos décadas al pie del cañón (o del cañero), se trata de un local pequeño cuyas mesas orbitan en torno a una barra central cuadrada. Ideal para pasar una velada tranquila mientras se escucha buen rock y blues.
La Abadía
Local en chaflán, a caballo entre Marqués de Casa Valdés y Premio Real. Decenas de referencias de cervezas de importación alemanas, belgas, irlandesas y escocesas. Como su nombre sugiere, la querencia por la denominación trapense impera en este veterano y frecuentado establecimiento.
Valhalla
En el local en el que se ubicaba la entrañable y añorada cervecería Chili’s opera, desde hace algunos años, el Valhalla. Seguramente sea el pub de ambiente más juvenil de la manzana. Todas las semanas presenta novedades en cristal y cuenta con una más que aceptable selección. Dispone, además, de una pequeña carta de nachos, hamburguesas y otras opciones para picar.
La Trapense
La selección de cerveza en grifo de La Trapense es, probablemente, la más amplia de la zona. Dispone de una útil pantalla en la que se muestran la decena de opciones de barril disponibles esa semana, junto a su información básica (origen, tipo, graduación …). El equipo del local (abierto en 2013, si bien antes en Casimiro Velasco) es uno de los más entendidos del distrito cervecero. El rock clásico, alternativo y metal son las opciones musicales preferentes para amenizar los tragos.
Montana
Tal vez no se pueda hablar de un local más clásico que la cervecería Montana, tanto por su filosofía como por su antigüedad. Abierto en 1986, entrar en este entrañable bar supone una experiencia similar a hacerlo en un viejo saloon del salvaje oeste. Decorado en madera y con cientos de referencias al far west, cuenta con cinco grifos y diferentes opciones en cristal. De ambiente familiar y tranquilo, ideal para escuchar clásicos del country el rock, desde Patsy Cline a Aerosmith.
Cervecería muy amplia dispuesta en dos pisos que, sin embargo, suele estar muy frecuentada. Especialmente a partir de las siete de la tarde y los fines de semana encontrar sitio es una quimera. A ello contribuye, además de su catálogo de cervezas, su variada carta de tapas gratuitas con la consumición y las diferentes opciones de hamburguesas, tapas y sartenes que ofrece.
El Charro
A medio camino entre una cervecería y un clásico bar de rock and roll, El Charro es un establecimiento muy frecuentado para disfrutar de retransmisiones deportivas. Una de las razones de su popularidad es que abre todos los días de la semana.
Cervecería Baviera
Casi al final del distrito del lúpulo está la cervecería Baviera. Menos centrada en la IPA que otros locales de la zona, se orienta especialmente a las cervezas alemanas, checas y belgas, con cinco grifos. Es uno de los pubs más amplios de la calle, de modo que se estructura en tres zonas más o menos diferenciadas.
Morrison
De la misma manera que los Doors cantaban aquello de «This is the end, beautiful friend», el Morrison marca el final del distrito cervecero de la ciudad. Un non plus ultra bautizado en homenaje al Rey Lagarto. Este pub, cervecería y whiskey bar tiene una amplísima selección de cervezas en cristal y barril. Desde las diferentes creaciones de Caleya a importaciones trapenses belgas, lagers alemanas o ales de diferente procedencia. Es un local muy amplio, con zona de billar, dardos y futbolín. Su decoración y las fotos de sus paredes son un buen indicio de la música que se puede escuchar. Desde Thin Lizzy, Rory Gallagher, UFO, Led Zeppelin, Rose Tattoo, Motörhead o Whitesnake a clásicos más modernos del rock en sus más diferentes variantes.