Estas son las zonas de Gijón con más riesgo de sufrir inundaciones en los próximos 10 años
Gijón
Un informe del Observatorio de Sostenibilidad sitúa a la ciudad como uno de los 15 puntos negros de mayor peligro de la costa española
17 Nov 2019. Actualizado a las 19:02 h.
Gijón es uno de los 15 puntos negros de la costa española con más riesgo de experimentar inundaciones en los próximos diez años. También es la tercera zona de todo el litoral español con la mayor superficie artificial susceptible de inundarse en ese periodo, solo superada por Empuribrava-Santa Margarida (Gerona) y la costa de Marina Alta (Alicante). Son conclusiones del estudio realizado por el Observatorio de Sostenibilidad (OS) sobre el riesgo de inundaciones en España en la franja de los primeros 10 kilómetros de costa, que ayer se hacía público coincidiendo con los episodios de gota fría que ya han causado cinco muertes, graves inundaciones y cuantiosos daños materiales y en el que incluso se aconseja ir retirando las edificaciones de las zonas especialmente en riesgo.
El estudio del OS, un organismo independiente de investigación, proyecta las láminas de inundación en los diez primeros kilómetros de costa en base a las precipitaciones calculadas con periodos de retorno de 10, 100 y 500 años, además de que proporciona la medición y la localización de las superficies urbanizadas mediante la cartografía de las áreas en las que el riesgo de inundación es más extenso, definiendo esos 15 puntos negros de mayor peligro en los que Gijón y la zona guipuzcoana del Bajo Urumea son los únicos de la costa cantábrica.
El estudio recuerda que, desde la segunda mitad del siglo XIX, se ha producido un «intenso proceso de antropización (la acción ejercida por el hombre sobre el medio natural) por la presión del sector turístico y residencial vacacional», ocupando en muchas ocasiones zonas inundables. Y, aunque las costas de la Comunidad Valenciana y Cataluña concentran las principales afecciones, el informe destaca que ese riesgo de inundación es muy relevante en ciudades del norte como Gijón, además de San Sebastián, Bilbao o Santander. «Si bien la costa norte ha experimentado un crecimiento urbano paralelo a la costa mucho menor, en estas ciudades, al haber crecido sobre el curso final de los ríos de la cornisa cantábrica, hay ciertas áreas con riesgo de inundación muy significativo».
En Gijón, la superficie superficie artificial inundable, con un periodo de retorno de 10 años, asciende a 286,16 hectáreas. Más de la mitad de la que se calcula para toda Asturias para el mismo periodo.
En el gráfico superior se muestra precisamente la incidencia de las láminas de inundación sobre la superficie artificial de Gijón, mostrándose en rojo oscuro la incidencia de la lámina de 10 años, en rojo claro la de 50 años, en naranja la de 100 y, en amarillo, la de 500 años. El informe, sobre esta gráfica, recalca la fuerte incidencia, sobre todo, en los ríos Aboño, Tremañes y Piles, que atraviesan Gijón y «están bastante encauzados artificialmente». El mayor impacto, dice el informe, se produce en el río Aboño «sobre el terreno ocupado por una factoría siderúrgica y algo más abajo sobre la central térmica». Asimismo, se destaca que lo «más llamativo» es que se encuentran en áreas ocupadas por las láminas con periodo de retorno de 10 y 100 años.
El río Tremañes también tiene «bastante incidencia sobre el barrio portuario y el sector occidental de la ciudad» mientras que el río Piles «acumula el mayor riesgo entre la playa de San Lorenzo y la autovía A-8». En esa última zona, el estudio recuerda que el Piles marca el límite oriental del centro de Gijón, extendiéndose al este áreas residenciales de menor densidad. «El río ha marcado evidentemente una frontera en el crecimiento urbano de alta densidad por el este, pero a lo largo del siglo XX este límite se ha visto muy difuminado localizándose aquí instalaciones deportivas, parques y equipamientos, resultando todo ello en un área urbana con densidad residencial media. La correcta gestión de este suelo urbano es fundamental para evitar disgustos futuros», advierte el estudio.
El punto negro de la costa de Asturias, la provincia con más riesgo de la costa norte y la única junto a Vizcaya con los valores en ese sentido más elevados, abarca la zona central, se amplía a lo largo de los cauces tributarios de la ría de Avilés, además de los ríos y arroyo que desembocan en Gijón y su entorno inmediato. Y así se muestra en este otro gráfico, con las superficies artificiales en negro, la laminación de inundación para un periodo de retorno de 10 años en verde y, en rojo, las áreas artificiales afectadas por la lámina de inundación.
El informe señala que Asturias, a diferencia de otras regiones con estos niveles de riesgo de inundación, tiene una peculiaridad: las áreas de interacción entre las zonas susceptibles de inundarse y la superficie artificial están muy ceñidas de forma longitudinal a los cauces de los ríos, no a las playas, «situándose en los puntos en que los ríos contactan con los núcleos urbanos históricos y no con urbanizaciones de nueva planta». El estudio también indica que, a lo largo de la costa asturiana, se observa un patrón parecido en diversos cauces, aunque con menores superficies.
En todo caso, Asturias, con el punto negro situado sobre Gijón y su entorno, es una de las ocho provincias con valores superiores a las mil hectáreas (Valencia, Tarragona, Baleares, Alicante, Barcelona, Gerona y Málaga). De hecho, Asturias es señalada como la cuarta provincia más afectada porcentualmente para el periodo de 10 años: su porcentaje de superficie artificial con riesgo de inundación sería del 4,5%, solo superado por Cádiz, Gerona y Valencia. Ese porcentaje se traduce en 586 hectáreas con un riesgo elevado de inundaciones.
La lista de las 15 superficies urbanizadas de España con mayor riesgo de experimentar inundaciones en la próxima década, además de Gijón, son Isla Cristina-Ayamonte (Huelva), Palmones-Guadarranque (Cádiz), Bajo Guadalhorce (Málaga), Bajo Andarax (Almería), Cartagena (Murcia), San Javier-Los Alcázares (Murcia), Costa de Marina Alta (Alicante ), Gandía-Oliva (Valencia), Alaquas-Catarroja (Valencia), Vinaroz-Peñíscola (Castellón), Empuribrava-Santa Margarida (Gerona), Palma de Mallorca (Baleares) y Bajo Urumea (Guipúzcoa).
El OS considera de «fundamental importancia» que las administraciones, especialmente las locales, y la ciudadanía conozcan la situación de riesgo de inundación de sus núcleos urbanos, «especialmente en un contexto como el actual, en el que todo apunta al incremento de los episodios meteorológicos extremos como consecuencia del cambio climático» provocado por el hombre.
Por ello, el informe recomienda comunicar de inmediato estos datos a la ciudadanía, «especialmente a los propietarios de viviendas y negocios para minimizar los riesgos», y recuerda, no obstante, que toda esta información está disponible en la Administración central pero no se ha hecho llegar, a través de las comunidades autónomas, a los ayuntamientos y a los ciudadanos, «permaneciendo en muchos de ellos graves situaciones de riesgo como se está viendo estos días».
Otra recomendación es que se analicen actuaciones con estas zonas especialmente en riesgo, incluyendo la retirada paulatina de estas edificaciones. «El cambio climático aumentará el incremento de los episodios meteorológicos extremos, por lo que cuanto antes se actúe mejor», advierte el organismo.